Resaltadas

Radiografía electoral: peronismo opositor

Hace dos semanas, el exministro del Interior y Transporte del Gobierno de Cristina, Florencio Randazzo, confirmó que será candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Por Matías Mowszet Alrededor de Florencio Randazzo se abroquelarán los restos del peronismo no alineado con el Frente de Todos y las ilusiones de una tercera vía […]

🕒  5 minutos de lectura

 | 

Hace dos semanas, el exministro del Interior y Transporte del Gobierno de Cristina, Florencio Randazzo, confirmó que será candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

Por Matías Mowszet

Alrededor de Florencio Randazzo se abroquelarán los restos del peronismo no alineado con el Frente de Todos y las ilusiones de una tercera vía que quedó fagocitada por la polarización hace dos años.

Randazzo pasó de ser un exponente del kirchnerismo duro y dogmático al golpazo monumental de recibir, por parte de su líder política, la orden de bajarse del carro presidencial para competir como candidato a gobernador de Buenos Aires y abrazar como referente nacional a Daniel Scioli, a quien había atacado de manera sistemática durante los meses previos.

La decepción fue lo suficientemente grande como para que el entonces ministro desobedezca y, a partir de allí, tuvo una errática carrera de idas y vueltas durante los años siguientes.

Duelo Scioli-Randazzo, una interna para revitalizar al PJ
Florencio Randazzo y Daniel Scioli (2015). Foto: Ámbito.

Tras una desaparición durante el 2016, reapareció en 2017 en una inauguración de trenes de Mauricio Macri, en el que fue reconocido por el entonces presidente como el iniciador de la obrase que se estaba celebrando.

En el marco de esas elecciones legislativas, se hizo del sello oficial del Partido Justicialista para competir contra Cristina por una banca senatorial y, si bien perdieron los dos porque el triunfo fue del binomio de Cambiemos que componían Esteban Bullrich y Gladys González, la diferencia entre ambos fue notable. Randazzo apenas arañó el 5% y su lista de diputados, encabezada por el “Bali” Bucca, quedó por debajo del Frente de Izquierda. Tras este fracaso, volvió rápidamente a las sombras y permaneció allí todo el 2018.

En 2019, Randazzo volvió para apoyar a Alberto Fernández e, incluso, se sumó a la campaña haciendo recorridas con el candidato. Tras la victoria del Frente de Todos, se especuló con la posibilidad de que Florencio recuperara el ministerio de Transporte bajo la conducción de Fernández pero, por alguna razón (¿veto de Cristina?), ni figuró allí ni en ninguna otra repartición del Estado. Otra vez, Randazzo se corrió de la escena y permaneció invisible todo el 2020.

Te puede interesar: "Radiografía electoral 2021: Juntos por el Cambio"

Su regreso en 2021 se dio en el marco de profundas críticas al Gobierno y, en particular, a la vicepresidenta Cristina Kirchner. La falta de referentes de la vía intermedia en el principal distrito del país y las heridas del 2019, de las que, al estilo Ramón Díaz, Randazzo puede decir “yo no fui”, lo posicionan como única fuente de salvación en esa maraña de confusiones que hoy tiene el peronismo rebelde de la Casa Rosada.  

El exministro se lanzó y, de inmediato, recibió el apoyo del diputado nacional lavagnista Alejandro Rodríguez y del presidente de Libres del Sur, Humberto Tumini.

Randazzo dijo también que apunta a construir una alianza con el peronismo "desencantado" y mencionó a figuras como Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey y Graciela Camaño.

Graciela Camaño descartó un acuerdo de Lavagna con Macri o Fernández -  Telefe Noticias
En orden: Juan Manuel Urtubey, Roberto Lavagna y Graciela Camaño. Foto: Telefé Noticias.

Es decir, por ahora, los nombres ya conocidos de la alianza Consenso Federal que sacó el tercer lugar en 2019. Una coalición que pugna por mantenerse con vida y ha encontrado en Randazzo un interlocutor, más allá de las valoraciones sobre la calidad de esa interlocución.

Si bien el lanzado candidato ha dejado claro que la convicción sigue siendo la apuesta a la tercera vía, hubo coqueteos con el sector más “peronista” de Juntos por el Cambio y algunos acercamientos con la facción que está armando el intendente de Lanus, Néstor Grindetti, en el conurbano.

Otro de los dirigentes que aparecen en el espectro de los que se reconocen como peronistas pero en un marco discursivo crítico del Gobierno es el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, que no ha dado pistas de su futuro inmediato ni de una eventual participación electoral. 

A partir de acá y con una noción más o menos acabada de cómo puede darse el armado en la provincia de Buenos Aires, resta saber cómo se va a replicar este acuerdo en el resto de los distritos ya que, en algunos, se vuelve más difícil apostar por nombres fuertes que representen un espacio “entre medio”.

El distrito donde la opción peronista no alineada será más fuerte va a ser, como ya es costumbre, Córdoba.

Córdoba 

Aunque no hay oficialización y no parece haber gestos concretos de acercamiento entre Randazzo y el gobernador cordobés Juan Schiaretti, es muy probable que, como ya lo están haciendo, las dos fuerzas confluyan en un mismo bloque después de la elección.

En este sentido, todo indica que el “Gringo” apostará una vez más a la localización de la elección y al uso (y abuso) de la marca “Córdoba”.

El escenario cordobés parece ya puesto en una lucha de tres bandas en la que el schiarettismo opere de fuerza local frente a la polarización nacional y no se encolumne con ninguna de las dos vertientes.

Los esfuerzos parecen encaminados a lograr una banca en el Senado (que hoy no tiene) a través de la figura de su diputada y esposa, Alejandra Vigo, que ya se puso el traje de candidata hace varios meses.

El gran capital político que tuvo Juan estos dos años es el de haber sido el punto de inflexión y la llave de la mayoría oficialista en Diputados. Siempre que sus cuatro legisladores votaron a favor, las leyes salieron. Siempre que se opusieron, frenaron los avances del Gobierno.

Esa suerte de desempate le permitió al gobernador vender caros sus votos. El problema es que, de esos cuatro, tres vencen mandato ahora y deben renovar.

En un tiempo que tiende a la polarización, el gran temor de Schiaretti es que se le licúe el poder de gran moderador que ha ostentado de manera silenciosa desde 2019.

Emilia Urouro

Encargada de la redacción de las notas y de generar contenido para las diferentes plataformas del Resaltador. Feminista, popular y nacional.
Ver más notas
Enterate acá
Enterate acá

Relacionado

Enterate acá

Más de lo último