El proyecto de ley supone un régimen impositivo y cambiario especial «para aquellos que exportan servicios tecnológicos por hasta US$ 30.000 anuales».
Esta semana, la Cámara de Diputados comenzará a debatir en la comisión de Presupuesto y Hacienda el Monotributo Tecnológico, un proyecto de ley del Poder Ejecutivo que establece un régimen simplificado para pequeños contribuyentes, y un régimen cambiario específico.
El proyecto crea un monotributo tecnológico para «los profesionales que facturan sus servicios basados en el conocimiento» y para quienes «participen en competencias de e-sports nivel profesional».
Con esta iniciativa, el Gobierno quiere evitar que los trabajadores que desarrollan tareas para el exterior estén en un marco informal. De este modo, planean aumentar la recaudación de divisas por servicios de exportación no registrados.
La medida también incluye el beneficio cambiario de no liquidar las divisas.
Este nuevo esquema tributario propone 3 categorías de ingresos anuales:
- Hasta 10.000 dólares
- Hasta 20.000 dólares
- Hasta 30.000 dólares
Cada una de las categorías se establece siguiendo el tope de ingresos y el monto integrado correspondiente a cada una de ellas, incluyendo impuesto a las ganancias, obra social y aportes jubilatorios. El monto a abonar se corresponde con las categorías establecidas en el Régimen D, F y H.
Al mismo tiempo, el proyecto considera que el monotributo es «compatible con el régimen General (que es el inscripto en IVA, Ganancias y Autónomos), con el régimen Simplificado (monotributo) y empleados y empleadas en relación de dependencia, siempre que la inscripción sea por desarrollar una actividad diferente a la que alcanza el Mono-Tech».
Quienes sean monotributistas deberán abonar el importe de su categoría y además por Mono-Tech el componente impositivo que le corresponde a las categorías más altas del monotributo.
Mientras que quienes estén categorizados en I, J y K deberán pagar el monto del impuesto integrado correspondiente a cada una de esas categorías.
