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Primer Encuentro del Tribunal Ético Popular del Juicio a los Ecocidas: "El daño del extractivismo es irreversible"

A modo de denuncia colectiva del proceso del extractivismo y no solo como un acto de Justicia Popular, sino también como una acción pedagógica, contracolonial y antipatriarcal ante los avasallamientos capitalistas neoliberales sobre el Abya Yala, el domingo 27 de marzo se desarrolló de modo virtual la apertura del Juicio Ético Popular a los Ecocidas.  Por […]

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A modo de denuncia colectiva del proceso del extractivismo y no solo como un acto de Justicia Popular, sino también como una acción pedagógica, contracolonial y antipatriarcal ante los avasallamientos capitalistas neoliberales sobre el Abya Yala, el domingo 27 de marzo se desarrolló de modo virtual la apertura del Juicio Ético Popular a los Ecocidas.

 Por Úrsula Neumann

Impulsado por el equipo de Educación Popular “Pañuelos en Rebeldía” desde Córdoba, la acción reunió a actores referentes de una multiplicidad de agrupaciones y organizaciones sociales y comunitarias socioambientales y feministas tanto de diferentes lugares de Argentina como de América Latina. 

En vistas a dar cuenta de quiénes son los responsables directos de la destrucción de la naturaleza y de poder sistematizar los entramados y lógicas con que en la actualidad se dan dichos procesos, esta instancia se convierte en una acción directa que contribuye a “abrir vías de emancipación ante el saqueo estructural del orden neocolonial imperante, del cual el sistema judicial forma parte”. Develando así, la complicidad de los Estados, que entregan los bienes naturales a manos públicas como privadas sin importar las gravísimas consecuencias sobre el medio ambiente en el que vivimos y del cual somos parte constitutiva, en tanto, del que dependemos para poder sobrevivir. 

“En las últimas décadas la imposición de modelos extractivistas sustentados en el saqueo de la naturaleza posicionó a actores económicos, políticos y sociales que se constituyen como eslabones claves de las cadenas contemporáneas del neocolonialismo. Son operadores centrales del extractivismo, del saqueo de los bienes de la naturaleza, de la destrucción y contaminación de los territorios y de la vulneración de los derechos de las poblaciones”, explica el comunicado de Pañuelos en Rebeldía.

Carlos Vicente, “semilla que germina en nuestros corazones” 

Como de luchas y construcciones de redes de resistencia, fortalezas y conocimientos comunitarios y colectivos se trata, por supuesto, que desde el principio de la audiencia, se homenajeó desde los distintos espacios al compañero Carlos Vicente, militante, investigador popular y referente en el estudio del agro, guardián de las semillas entendidas como un bien común de los pueblos, de quien se lamentó su temprana partida. Había decidido ser parte de este Tribunal Ético Popular, sin embargo, tocó su sentida despedida y se lo nombró Presidente Honorario del Juicio.

“Soy Carlos Vicente, integrante de GRAI y de Acción por la Biodiversidad. Quien controla la semilla, controla sobre todo el precio de lo que comemos. Por eso es importantísimo que te sumes e involucres en estas actividades, por la soberanía alimentaria y por la semilla como patrimonio de los pueblos”,  fueron algunas de sus palabras frente al Congreso de la Nación al lado de Norita Cortiñas. 

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En su honor, Carolina, parte del Movimiento Nacional Campesino Indígena, Somos Tierra, lo rememoró: “Las semillas de todo lo que sembraste están en nuestros corazones. Con cada mano continuaremos sembrando con la fuerza de tu legado. Carlos Vicente sos semilla, que ha germinado y echado raíces en todo el mundo”.  

“Farmacéutico, siempre metiendo el tema de los transgénicos, de la necesidad de organizarnos de otra manera. Empezó la página `Biodiversidad en América Latina´ -la más visitada en este continente sobre esta la temática- y  construyó una alianza muy vasta en América Latina. Siempre con muchísima generosidad. Él era el comunero de la comunidad. Trabajó por la memoria, junto a las madres de Plaza de mayo”, amplió Silvia Ribeiro, amiga de Carlos e integrante  investigadora del Grupo ETC (Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración), que se dedica a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos). “Esto es un abrazo colectivo, compañero de tantos caminos, cuesta mucho despedirte”,  sentidamente, dijo la Educadora Popular Feminista, Claudia Korol.

Los entramados de las lógicas ecocidas

Dando cuenta de las estructuras neocoloniales que ejercen la destrucción de la naturaleza mediante el neoextractivismo en diferentes regiones del Abya Yala, fueron múltiples los referentes que participaron en este Juicio Ético Popular a los Ecocidas.

Entre ellos, se encontraron: de México, Soledad Ortiz, miembro del Comité de Defensa del Derecho de la Mujer. De Paraguay, Marielle de Panau, en representación de Investigaciones Sociales de la Alianza por la Biodiversidad. Desde Brasil, Djacira Maria Oliveira, militante del Movimiento Sin Tierra Brasileño, quien recordó que “este mes de marzo, en Brasil, estamos celebrando la memoria de Marielle Franco; a cuatro años, queremos denunciar la violencia sobre las mujeres. Y nos inspirarnos en la lucha y el ejemplo de Carlos Vicente, cultivando la vida, defendiendo la naturaleza”. Asimismo,  Raul Sajama del noroeste argentino, referente de las Comunidades Indígenas de Jujuy, levantó la voz defendiendo los derechos indígenas. 

Desde Argentina, región de cuyo, La Rioja, participó Jenny Luján, de la Asamblea por la Vida de Chilecito y de  Mujeres Defensoras de la Agüita del Famatina. Quien señaló directo a los Ecocidas, “que son empresas nacionales, transnacionales, los ecocidas que forman parte de los gobiernos,  que entregan nuestros bienes comunes para ser mercantilizados. Por eso, hemos aprendido que la defensa está en la unión, en la organización, en la movilización. Que la defensa está en perder el miedo que nos ha ido disciplinando desde la colonización. En inventar nuevas estrategias para romper con las estrategias de los gobiernos, de los grandes medios de comunicación y que las empresas traen y avanzan sobre nosotros”. 

De la comarca andina, participó la agrupación Nómadas, Comunicación Feminista de Wallmapu, territorio mapuche que sigue atravesado por el extractivismo. Desde el centro del país, Córdoba,  la Asamblea de Paravachasca en defensa del monte nativo, desde el acampe actual denunció cómo el gobierno de esta provincia viene perpetrando sistemáticamente el ecocidio con incendios para las autovías por las que se agiliza solamente la extracción de los recursos naturales. De Mar del Plata, estuvo la Asamblea Aguas Libres de Petroleras.

Desde el norte argentino, aportando antecedentes para sistematizar cómo funcionan las lógicas ecocidas de la cruda realidad, la abogada representante de las comunidades indígenas de Salta, defensora de luchadores sociales, Mara Puntano, enfatizó que “tenemos cinco muertos en la lucha de los desocupados en Salta.

Los gobiernos ecocidas generaron el desempleo y abandono total de la población, ya desde los ´90  con las privatizaciones. Y son los que provocan el ecocidio y el desempleo. La policía y gendarmería utilizaron armas de guerra para la represión en Mosconi  y eso provocó la muerte de 5 muchachos en distintas oportunidades. Esa sangre derramada del pueblo por nada más que pedir trabajo. Yo me presentaba en esas represiones masivas, sabiendo lo que es la estructura judicial de Argentina y especialmente de Salta, que es una provincia feudal. Hebe de Bonafini puso el cuerpo frente a la gendarmería. Todo eso hizo que los jueces abrieran los ojos y tuvieran un poco de miedo. Esos ojos son los que están ahora siendo ecocidas. Hablo del año 2001”. Ya en aquel entonces, la abogada denunciaba que el “único hilo conductor del Estado eran las petroleras”.

De Bolivia, Adriana Guzmán, voz referente de los Feminismos Comunitarios Antipatriarcales, introdujo: “Desde el Kollasuru Marca es importante recordar que hace más de 500 años el extractivismo se ha convertido en una práctica de colonización sistemática y que nunca se ha detenido y ha sido justificado por los Estados, por los distintos gobiernos. El discurso extractivista está ligado al sistema capitalista y por tanto es una herramienta del sistema patriarcal. En nombre de la salud y educación del pueblo, se ha profundizado la megaminería, la explotación petrolera, de las aguas, las hidroeléctricas; la destrucción de la naturaleza. Por tanto, creemos muy importante seguir haciendo justicia popular, feminista, construir comunidad. La justicia es algo que debemos decidir colectivamente, no podemos dejar en manos de los jueces corruptos; de los sistemas de justicia coloniales racistas; en manos de las cúpulas de poder que administran la justicia y que han sido siempre cómplices para el saqueo de los pueblos, de los territorios”. 

En cuanto a los conocimientos que aportan estos Juicios Éticos Populares que se vienen haciendo, como el  Juicio Ético Feminista a la Justicia Patriarcal , Adriana, dijo que “es muy importante este aprendizaje de los Juicios Éticos que venimos haciendo las Feministas del Abya Yala. Este aprendizaje de recuperar la justicia, porque arrebatarnos la justicia de nuestras manos también ha sido parte de este sistema capitalista. Son los acuerdos comunitarios los que tienen que definir qué es lo que sucede en los territorios”. 

Francisca Droguett (Pancha), del Movimiento por el Agua de Chile, se pronunció sobre las problemáticas ambientales de su país, en contra del neoliberalismo, a la vez que agradeció el concepto de Ecocidio para dar cuenta de que el extractivismo mata y que la disputa es profunda, no solo económica, sino que implica modos muy dispares de  concebir y habitar el mundo.

Lúcidamente, Pancha, explicó la situación que viven en Chile: “Ahora en la reforma del agua, se habla de crisis hídrica; pero el problema del agua no es sequía es saqueo. Porque el problema es el despojo, instalado con la dictadura empresarial militar,  que privatizó el agua en Chile a través de la figura `derecho de aprovechamiento de agua ́, y determinó que se puede comprar, vender, arrendar y hasta hipotecar el agua. Entonces -continuó Francisca- no  nos sirve ninguna reforma mientras no se toque la propiedad privada. Nuestra lucha es contra el extractivismo, es contra la mercantilización y la privatización, no sólo de la naturaleza, sino de toda la vida”.

La defensora del ambiente, recalcando la importancia de este Juicio y del concepto de Ecocidio para fortalecer las luchas,  señaló que “en la zona de Arica, vecinos se enferman por el uso de plaguicidas,  insecticidas. De eso estamos hablando. Hay altísimo índice de niñas y niños con plomo en sangre. Hablamos de justicia social, tenemos que restaurar cursos de las aguas, recuperar territorio y regenerar”. 

De esta manera, multiplicidades de voces de diferentes territorios del Abya Yala, profundizaron en esta instancia de debate y producción colectiva de conocimiento, como un acto de justicia popular, como acción contracolonial, feminista y anticapitalista, por la lucha por la vida, la defensa de los territorios, por otras formas de habitar este mundo, construyendo vías de emancipación al orden neocolonial imperante. 

“¡Despertemos! ¡Despertemos Humanidad! Ya no hay tiempo. Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de sólo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal” Berta Cáceres.

Para ver el Juicio Ético popular a los Ecocidas completo. Para participar, escribir a [email protected], o a través de redes comunicarse con Pañuelos en Rebeldía.

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