No son las tetas, es el machismo en las elecciones
Úrsula Vargues parodió el video de Carolina Losada (precandidata de Juntos a senadora nacional por Santa Fe) pidiendo que la voten en las próximas elecciones de este domingo 12 de septiembre. Hablemos de machismo y política. En el vídeo que se viralizó en Twitter, Vargues dice: “hola, estamos todas re calientes... Contra el kirchnerismo, contra algo, […]
Por Agustina Bortolon | 09/09/2021
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Úrsula Vargues parodió el video de Carolina Losada (precandidata de Juntos a senadora nacional por Santa Fe) pidiendo que la voten en las próximas elecciones de este domingo 12 de septiembre. Hablemos de machismo y política.
En el vídeo que se viralizó en Twitter, Vargues dice: “hola, estamos todas re calientes... Contra el kirchnerismo, contra algo, contra lo que tenga que ser, contra... Me prometieron un sueldazo, así que vótenme. No, no tengo propuestas, pero tengo tetas y las puedo mostrar".
Losada no dudó en defender su mensaje y responder a la parodia
"Fue para un grupo de WhatsApp de amigos, lo que importa es el mensaje", se defendió la periodista, y agregó: "es un chiste y los chistes no se explican. Lo importante es lo que dice el contenido, que es que vayan a votar. Yo voy recorriendo la provincia y muchos te dicen 'no, yo no voy a ir a votar porque son todos iguales, estamos hartos'".
En el programa de Alejandro Fantino aludieron al vídeo original y al de la burla. Los presentes suscitaron todo tipo de comentarios al respecto.
Luego de que Losada pida que la saquen de ese lugar, Brancatelli insistió diciendo "pero igual hiciste medio un beboteo, ¿no? De ´ay, estamos todos calientes´...".
El problema es el machismo
A partir de esta situación, es urgente y necesario que hablemos de ello en términos de violencia política. ¿Por qué? porque el tono de las críticas no está centrado en un contenido sustancial y profundo, sino que la discusión queda relegada a un ámbito banal y superfluo.
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Cuando una candidata es mujer, antes que analizar y discutir sobre sus propuestas, su posición sociopolítica o sus capacidades intelectuales, los comentarios giran en torno a su aspecto físico, su vida sexoafectiva y privada.
Estos comentarios la mayor parte de las veces (de hecho, casi siempre) son esgrimidos por hombres. ¿Casualidad? no lo creo.
En esta coyuntura electoral, estas situaciones quedan en completa evidencia, puesto que las y los candidatos desfilan por los programas de televisión.
Lamentablemente, pese a los avances en materia de género, estas cosas siguen pasando con más frecuencia de la que nos gustaría. Por esta razón, repasemos algunos puntos claves.
En primera medida, la violencia (de cualquier tipo) no debería ser el costo a pagar por involucrarse y participar en política. Esta problemática debe ser abordada de manera integral, ya que no constituye un asunto aislado, sino que es transversal. En este caso, por ejemplo, alcanza lo mediático.
La violencia política contra las mujeres y disidencias, además de reforzar roles tradicionales de género, cosificar y estereotipar, corre a estos sujetos de la participación y la toma de decisiones.
No vamos a negar que en este caso puntual, podemos discrepar con una de las dos, con ambas, o con ninguna. Lo central es dar cuenta de que lo ideal sería no bajar la discusión a un nivel tan irrelevante e intrascendente, como que la candidata 'beboteó' o usó un escote prominente.
Dadas las circunstancias actuales en nuestro país, fomentemos debates de calidad donde pongamos sobre la mesa aquellas cuestiones que nos apremian. Digamos basta a comentarios y debates cargados de chicanas y chiquitaje absurdo.
