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Los dichos de Verón, el fútbol como negocio y un debate que se desvía

El presidente de Estudiantes volvió a poner sobre la mesa una discusión donde el foco siempre es distorsionado. ¿Qué pasa en el mundo con el fútbol femenino? Por Ana Dalmasso Juan Sebastián Verón se convirtió de la noche a la mañana en una especie de "enemigo" del fútbol femenino, tras sus dichos en la asamblea […]

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El presidente de Estudiantes volvió a poner sobre la mesa una discusión donde el foco siempre es distorsionado. ¿Qué pasa en el mundo con el fútbol femenino?

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Por Ana Dalmasso

Juan Sebastián Verón se convirtió de la noche a la mañana en una especie de "enemigo" del fútbol femenino, tras sus dichos en la asamblea que realizó Estudiantes de La Plata. El presidente del Pincha respondió a una socia acerca de por qué no invertían más en el equipo femenino, que no había logrando un buen torneo de primera división.

La respuesta del dirigente fue: "Saquemos el romanticismo y todas las cosas que se hablan del amateurismo, el fútbol es un negocio. Es muy difícil para el fútbol masculino, si no tuviera los ingresos que tiene, tener lo que tiene hoy. Tener un predio, tener cancha y demás. Entonces, para ir al fútbol femenino, tiene que tener la misma fuente de negocio para poder reinvertir. Porque sino es muy difícil. El club se carga de los costos que tiene, sea el fútbol femenino como también pasa con otros deportes. Muchas veces se pide mucho y se le pide mucho al club en esto", dijo Verón.

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De inmediato aparecieron las respuestas de muchas jugadoras, enojadas con las palabras del exjugador de la selección, sobre todo porque desvía el debate sobre el legítimo reclamo del fútbol femenino para que mejores las condiciones en las que se practica la actividad.

El foco está puesto, en el caso de Estudiantes, en que las jugadoras puedan jugar en una cancha en condiciones, donde los bancos de suplentes sean acordes a una primera división y estén dados los aspectos técnicos para que el encuentro sea televisado sin poner en riesgo a los trabajadores. ¿Eso es mucho pedir? ¿Eso funde al club?

Además, siempre se afirma sin cuestionamientos que los socios de un club de fútbol son solo de fútbol. Que no tienen interés en ninguna otra actividad o no aprovechan algún otro beneficio que pueda ofrecer la institución. Convengamos que jugar en un predio alejado un martes a las 10 de la mañana no ayuda a la "rentabilidad" del negocio del fútbol femenino.

Hoy el dinero de los 12 contratos que debe tener, como mínimo, cada club, sale de los derechos de televisión que adquirieron los medios públicos. En el masculino, durante casi 10 años fue el Estado el que subsidió el ingreso de esa parte de la torta para la mayoría de los clubes.

Los ejemplos en el mundo

Es injusto comparar al fútbol femenino con el masculino, cuando está 100 u 80 años atrás en la carrera por hacerlo sustentable. También sería injusto no mencionar que en el masculino no siempre se movió el dinero que actualmente circula. Los futbolistas argentinos que compitieron en el país hasta los años 90, no ganan lo que hoy gana un futbolista de primera.

Ni hablar de los que tienen la oportunidad de hacerlo en el exterior. En Europa hubo una inyección de capitales por parte de multimillonarios árabes, chinos o estadounidenses que generó una burbuja impresionante. Como que por un jugador se paguen 222 millones de euros, o que algunos futbolistas tengan una cláusula de un billón de euros.

Pero al margen de eso, hay señales que dan cuenta de que en el futuro, más pronto que tarde, el fútbol femenino tendrá autosustentabilidad, siempre y cuando se realice la inversión correspondiente. ¿O alguna vez un negocio dio ganancias de la nada, sin inversión?

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En Estados Unidos, se vienen dando fuertes apuestas para crear equipos de fútbol femenino para competir en primera división, como el Angel City de Los Ángeles o el San Diego Wave de esa ciudad. Unos años antes se trasladó una franquicia a Kansas City. 

En una entrevista publicada en la revista Forbes, el empresario Alexis Ohanian, esposo de la tenista Serena Williams y uno de los accionistas del Angel City, sostuvo que "invertir en el fútbol femenino es un buen negocio".

"Creo que el fútbol femenino en particular carecía tremendamente de recursos, de marketing, de valor, de apreciación y de apoyo, y la lista continúa. Lo vi ante todo como una tremenda oportunidad de negocio. Mi estrella del norte aquí es simplemente que esto es algo que obviamente fue una buena inversión y me siento genial de que todo esto haya venido de ahí".

Angel City FC superó las expectativas durante su campaña inaugural ya sea en boletos de temporada, asistencia promedio o patrocinios corporativos.

Otro caso testigo es lo que pasa en España, donde durante mucho tiempo se luchó para que sea profesional y ahora no sólo se firmó un convenio colectivo sino que la plataforma DAZN compró los derechos de televisación durante cinco temporadas. A cambio, pagó 35 millones de Euros.

Shay Segev, CEO de DAZN Group: "No podríamos estar más orgullosos de seguir trabajando en nuestro compromiso por aumentar la visibilidad del fútbol femenino convirtiéndonos en el nuevo broadcaster global de la LPFF. Queremos que las jugadoras, entrenadores y clubes se conviertan en nombres reconocibles y en una inspiración para la próxima generación de futbolistas y aficionados de todo el mundo".

Finalmente, y para seguir aportando otros casos, el Barcelona femenino viene teniendo varios hitos que demuestran que con apoyo e inversión los frutos empiezan a surgir. El equipo logró superar los 90 mil espectadores en los partidos de Champions League y hoy es uno de los clubes más prestigiosos. 

Cuatro marcas nuevas -Spotify, Bimbo, Heüra y GLS- confían en el Barsa. Los patrocinadores se felicitan por ver a las campeonas jugar en el Camp Nou y ponen en valor su participación en la Champions.

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Spotify aparece en el frontal de la camiseta de juego y en la ropa de entrenamiento en un acuerdo conjunto con el equipo masculino; Bimbo estará en la manga izquierda de la ropa de juego, según publicó el diario ARA; Heüra realiza acciones para concienciar a la sociedad de los beneficios de alimentarse mediante proteína de origen vegetal; y GLS es el patrocinador global logístico.

Además, el Barça femenino tiene los patrocinios de Nike, Estrella Damm, CaixaBank, Cupra, Allianz, Gatorade, Stanley (previamente estuvo en el frontal de la camiseta de juego), Coca Cola, Scotiabank y Banco BMG. Las inversiones de estas 14 marcas aportarán 8 millones de euros anuales.

Lo que pasa en Argentina

Si buscamos casos en nuestro país, ya hay jugadoras por las que clubes europeos pagaron dinero, por cláusulas y préstamos. Paulina Gramaglia tiene una opción de compra. Los contratos de muchas futbolistas también tienen cláusulas de rescisión, lo que podría poner a andar una rueda que a la larga beneficie a los clubes.

Si se garantizan las condiciones en las divisiones formativas, saldrán jugadoras con mayor proyección y chances de ser cotizadas en mercados que sí ponen dinero. La Copa Libertadores da premios en dólares, las jugadoras convocadas a la Copa del Mundo significa dinero.

En Córdoba, tenemos los casos de Belgrano y Talleres. En el Pirata hubo una decisión política de llevar el equipo femenino, multicampeón a nivel local, a AFA. Se apostó y se le dio a las jugadoras las mejores condiciones de entrenamiento, indumentaria, servicios y traslados.

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Fue una gran inversión, sin dudas afrontada con dinero de sponsors y socios, que logró el objetivo de poner al equipo en primera. "Las chicas hicieron todo el trabajo en el barro para posicionarse como un gran equipo. Hoy gracias a ellas se pueden animar a jugar las nenas. Nosotros le terminamos de dar la visibilidad a las mujeres metiéndolas en AFA. Apuntamos a estar entre los 5, 6 o 7 clubes más importantes del país", dijo hace unos días Luis Fabián Artime. Con Batiste, las Piratas lograron tener sponsor propio y esperan uno más para la máxima categoría.

Entonces, entendiendo que hoy el fútbol femenino está lejos de ser un "negocio rentable" como dice Verón, es hora de dejar de lado ya la falacia de que las futbolistas piden "ganar como Messi". Solamente piden mejores condiciones y que el club use el dinero que ponen los socios para el mejor desarrollo de las disciplinas, y no buscar hacer negocios solamente con el masculino. Por algo son sociedades deportivas sin fines de lucro.

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