El Movimiento Campesino de Córdoba busca que se incluya en el proyecto, un artículo que garantice su participación. Además, buscan que se reconozca la «trashumancia» que es un modo de trabajo comunitario de la tierra, ancestral que se realiza desde hace mucho tiempo en zonas adyacentes al parque.
Las comunidades campesinas e indígenas de la Provincia de Córdoba, solicitan que se las incluya en la gestión del Parque Nacional Ansenuza. Recordamos que recientemente, la Cámara de Diputados a través de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano dio dictamen al proyecto de creación del Parque.
En particular, el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC) quiere que se incluya un artículo para que, de manera formal, se reconozca la inclusión de las comunidades en el proyecto. Recordamos que vienen participando de las reuniones de la Mesa de Trabajo de Ansenuza que propicia la Legislatura de Córdoba.
Horacio Britos, parte del MCC, en declaraciones al medio Radio La Ronda, señaló: «Pedimos que se agregue un artículo que garantice la participación de las comunidades campesinas e indígenas en la creación del Parque Ansenuza. Es una política que se está empezando a tomar desde Parques Nacionales pero es importante que quede escrita en los instrumentos legales».
A su vez, plantean la necesidad de declarar un régimen especial de uso campesino en territorio adyacente a lo que sería el Parque de Ansenuza. Es que en las zonas de los Bañados del Río Dulce se toma como un gran campo de uso común para las familias que viven en cercanía.
Es que en épocas de lluvias, el Río Dulce crece, inundando planicies cercanas a su curso natural. En épocas de sequías como las que vivimos, el agua vuelve al cauce del río dejando al descubierto esa zona, en la que crecen pasturas y pastizales que son de gran valor nutritivo para el ganado de las comunidades.
Es así, que campesinos e indígenas, llevan el rebaño durante esta temporada para que se alimente de ese territorio en ese campo de uso común. Recorren distancias de más de 50 kilómetros y se instalan a pasar la temporada seca.
«Ésto se llama trashumancia» indicó Britos. «De esa forma le da descanso al suelo que ha sido usado. Es una forma de habitar estas tierras pastoriles por parte de las familias campesinas e indígenas. Tiene que ver como una historia, una cultura, una forma ancestral, casi una forma de vivir», explicitó. La trashumancia se hace también distintas zonas de la Provincia, por ejemplo en las Salinas.
Por ésta práctica es que solicitan participar en la gestión del parque. Durante los últimos años, empresas y grandes productores agropecuarios han querido tomar posesión de esos territorios de uso común. También han cerrado el paso, generado tomas de agua desde el río, profundizando la sequía, y generado instancias de toma de posesión de tierras de forma irregular.
«Entonces por eso, veníamos presionando para que se empiece a legislar sobre el derecho de trashumancia, sobre el derecho a este territorio común por parte de las comunidades campesinas que viven y han vivido y van a seguir viviendo en este territorio» concluyó Britos.