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La Rioja: hace 10 años, la lucha social expulsó a la megaminería de Famatina

Se cumple una década desde que el pueblo riojano se levantó para decir no a la megaminería en su territorio. Se cumplen 10 años del "Famatinazo". Diez años desde que la unión del pueblo comenzó a dar un giro a las pretensiones del gobierno de La Rioja. Una década desde que el pueblo riojano se […]

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Se cumple una década desde que el pueblo riojano se levantó para decir no a la megaminería en su territorio.

Se cumplen 10 años del "Famatinazo". Diez años desde que la unión del pueblo comenzó a dar un giro a las pretensiones del gobierno de La Rioja. Una década desde que el pueblo riojano se levantó para decir no a la megaminería en su territorio.

La lucha contra la megaminería en La Rioja, venía desde hace muchos años. Pero aquel 27 de diciembre de 2011, sucedió el corte definitivo a las ambiciones mineras de Luis Beder Herrera, quien era gobernador de la provincia durante esa época y había firmado un convenio con la minera canadiense Osisko.

La resistencia del pueblo riojano

Un 27 de diciembre de 2011, Beder Herrera se dirigió a la localidad de Famatina para lanzar, oficialmente, el proyecto minero en convenio con la multinacional canadiense. Ese día, los asambleístas y vecinos de Famatina y Chilecito organizaron una gran movilización para oponerse a esta idea extractivista.

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Las manifestaciones del pueblo continuaron el 2 de enero, cuando las asambleas realizaron el corte de Alto Carrizal, que era el camino de acceso a la mina La Mejicana, en el cordón riojano del Famatina. Esto fue perpetrado con la intención de impedir que la minera Osisko Mining Corp comience a explorar el cerro.

El 16 de ese mismo mes, el pueblo riojano organizó una caravana desde la Plaza San Martín de Famatina, hacia el lugar del corte permanente en Alto Carrizal. Diez días más tarde, se realizó una movilización y festival en Famatina, convocado por las Asambleas Ciudadanas por la Vida.

A esto, se sumaron sindicatos y federaciones, como la CTA, partidos y sectores políticos e independientes, siendo un total de 10.000 personas. Luego de esto, Beder Herrera anunció que el proyecto minero en el cerro se iba a demorar "el tiempo que sea necesario" a fin de "explicar" sus alcances a la población, a la vez que garantizó que "no va a haber otra actividad mientas la gente no esté de acuerdo" con el proyecto.

10 años después

Además de Osisko, las otras compañías rechazadas fueron Barrick Gold, Shandong Gold y Midais. Tras una década del "Famatinazo", la amenaza de la megaminería en La Rioja aún persiste; y con ella la lucha del pueblo que al día de hoy sigue expresando en cada esquina, en cada marcha y en cada rincón de la provincia y del país, que "El Famatina no se toca".

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Sumado a esto, recientemente también trascendió a nivel nacional el conflicto en Chubut, el llamado "Chubutazo". Esto da cuenta de que los proyectos extractivistas que van en detrimento de la calidad de vida y la salud de la población, del ambiente y de los recursos naturales continúan siendo una problemática latente, grave y difícil de erradicar.

Pese a lo que digan los gobiernos y las empresas, la megaminería nunca será sustentable ni beneficiosa para nadie, más que para aquellos que se sirven de nuestros recursos naturales en pos de aumentar sus capitales económicos y acumular riquezas.

Allí donde quieran avanzar en la destrucción y el avasallamiento del ambiente y de los Derechos Humanos, estará el pueblo unido, resistiendo y luchando para poder vivir dignamente.

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