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La Ley de Etiquetado Frontal es sinónimo de información clara y visible

Publicado por:Carmela Laucirica

El 26 de octubre se aprobó la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, pero faltaba su reglamentación.

Foto: Instituto de Investigación Social, Económica, y Política Ciudadana

En Argentina, la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable -conocida como Ley de Etiquetado Frontal– ya es un hecho. Gracias a la lucha colectiva de organizaciones, personas y funcionarios públicos, se aprobó hace más de cinco meses… y hoy, 23 de marzo del 2022, el Gobierno comunicó la reglamentación a través del Boletín Oficial.

Las empresas deberán comenzar a adaptar los envases: alimentos y bebidas sin alcohol están obligados a llevar un sello negro de advertencia por cada nutriente crítico en exceso: azúcar, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

Las trabas para lograr que esta normativa saliera , fueron significativas. Vale recordar el trayecto de esta iniciativa que no tuvo un panorama fácil durante los últimos tres años.

Cronología de la ley

La Ley de Etiquetado Frontal comenzó como un proyecto a fines del año 2018. Luego, la iniciativa recibió media sanción en la Cámara de Senadores a finales de octubre del año pasado. Fue con 64 votos a favor y 3 en contra (de las legisladores tucumanas Silvia Elías de Pérez, del radicalismo; Beatriz Mirkin, del Frente de Todos; y la riojana del interbloque Parlamentario Federal, Clara Vega). 

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Posteriormente, el proyecto de Ley de Promoción de la Alimentación Saludable obtuvo el martes 13 de julio de este año un dictamen de mayoría en comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación. Así, quedó en condiciones de ser tratado en el recinto. 

Luego de ser debatido durante cuatro reuniones informativas del plenario de las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, de Defensa del Consumidor, y de Industria, el proyecto se aprobó con 91 apoyos por parte de los diputados y diputadas que componen esas comisiones. Tal como reclamaban las organizaciones que impulsan la norma, no recibió modificaciones.

Tuvieron que pasar casi tres meses para que se volviera a posicionar el debate de esta ley en el recinto, pero el 5 de octubre no se obtuvo quórum y la sesión se cayó. Fue recién ayer, 26 de octubre, que no solo se debatió la normativa, sino que se aprobó.

Foto: Instituto de Investigación Social, Económica, y Política Ciudadana

¿Qué dicen los especialistas?

Sobre este tema, el representante interino de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Argentina, Tito Efraín Díaz, consideró que “la sociedad demanda información clara, precisa y oportuna sobre los alimentos. Quiere saber de dónde provienen, quién los produce y qué nutrientes aportan”.

«Esta ley llega en un momento justo para impulsar un cambio en los hábitos alimenticios y generar conciencia en la sociedad, que redundará en bienestar social, económico y ambiental; en este contexto, la industria alimentaria tiene la oportunidad de ser innovadora y contribuir a una alimentación saludable”, agregó Díaz.

Sobre el sistema de octógonos negros, la oficial superior de Políticas de FAO para América Latina y el Caribe Daniela Godoy dijo: “Ya hay pruebas de cómo los octógonos facilitan la comprensión sobre qué contienen los alimentos y cambian el tipo de compra”. A la vez, añadió que “en Chile la ley impactó en la industria, que cambió la calidad de los alimentos disminuyendo las cantidades de azúcar y de sodio, brindando productos más saludables y no tuvo impacto negativo en salarios ni empleos”.

Por su parte, para la responsable del Área Programas Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de la FAO Elizabeth Kleiman, en la Argentina “es clave avanzar en esta medida de política integral vinculada al derecho humano de la alimentación saludable, facilitada con el derecho a la información y a la salud, en especial de niños, niñas y adolescentes que hoy ya tienen altas tasas de obesidad”.

«La alimentación consciente supone disponer de información clara y precisa sobre cómo se produjo un alimento desde su origen hasta su destino final en la cadena de comercialización», dijo Rosana Guerra para el medio Comercio y Justicia. Sobre esto, el derecho a la información al que contribuye la nueva ley es fundamental.

Solo un tercio de la población lee las etiquetas

Los principios del CODEX, establecen a su vez, que el etiquetado nutricional debe ser un medio para facilitar información al consumidor sobre los alimentos. También para que pueda elegir su alimentación con discernimiento. Estos principios señalan que los productos no deben presentar información que sea “falsa, equívoca o engañosa, o susceptible de crear impresión errónea”. También advierten que la información debe ser clara, bien visible, indeleble y fácil de leer para el consumidor.

Asimismo, según datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) 2 de 2018, sólo un tercio de la población lee las etiquetas de los envases. De este porcentaje, solamente la mitad entiende lo que la información nutricional quiere informar. Además, la encuesta explica que a la hora de elegir los alimentos las personas dedican entre 4 y 13 segundos para elegir cada producto. Esto quiere decir que no se dedica mucho tiempo, se elije rápido qué consumir sin saber qué trae cada producto.

La relación de la mala alimentacion con el sobrepeso en Argentina es cada vez mas evidente. Según datos de ENNyS 2 de 2018, uno de cada 10 niños menores de cinco años tiene exceso de peso. De este grupo, Argentina posee la mayor prevalencia en América Latina y el Caribe. Otro dato preocupante es que cuatro de cada 10 niños y adolescentes mayores de 17 años tienen sobrepeso. 

«La ley de etiquetado frontal reivindica nuestro derecho a la salud, a la alimentación adecuada y a la información de las y los consumidores. Además, marca un quiebre en la manera en que el Estado argentino ha abordado históricamente la problemática alimentaria. Las políticas alimentarias han estado basadas en la emergencia, con programas que no tienen en cuenta criterios nutricionales. Esta ley es fundamental para que los programas de asistencia alimentaria no sólo estén destinados a llenar panzas. Sino que tengan especialmente en cuenta la calidad nutricional de lo que se está dando, según las necesidades particulares de quienes lo consumimos». 

Maga Merlo Vijarra – co-coordinadora del área de Salud en Fundeps.

Países de América Latina demuestran que con octógonos es mejor

Chile, Uruguay, Perú, México y recientemente Colombia, son países de la región que han avanzado en el etiquetado frontal de advertencia. La evidencia demuestra que los resultados son muy buenos. 

En palabras de Maga Merlo Vijarra, de Fundeps, «se resalta la capacidad que tienen las empresas para reformular sus productos y así poder ofrecerlos como libres de sellos negros. Un ejemplo es lo que pasó en México, donde a dos meses de implementada la ley, en promedio el 56% de los productos de grandes empresas multinacionales pudieron disminuir el exceso de nutrientes críticos (sodio, azúcar, grasas)». 

Sobre Chile, la entrevistada nos explica que en el caso de los productos “altos en sodio” bajó de un 74% a un 27% tras la implementación de la ley. Esto demostró que el etiquetado frontal no impacta de un modo negativo en el volumen de ventas de las empresas. 

«También este etiquetado ha demostrado ser una herramienta educativa en sí misma, con la capacidad de modificar hábitos alimentarios a largo plazo. En Chile ya hay investigaciones que revelan que aproximadamente el 64% de la población consideró disminuir el consumo de productos altos en nutrientes críticos». 

Maga Merlo Vijarra – co-coordinadora del área de Salud en Fundeps.
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