La histórica resistencia indígena tensiona otra vez al poder en Ecuador
Tal como sucedió en 2019, los pueblos originarios están liderando las protestas por el el "alto costo de la vida". Desde hace dos semanas, Ecuador se encuentra en una situación de crisis social y política que se desataron por las decisiones del presidente Guillermo Lasso, y la reacción de la sociedad, motorizada por los movimientos indígenas. […]
Por Cristian Dominguez | 06/29/2022
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Tal como sucedió en 2019, los pueblos originarios están liderando las protestas por el el "alto costo de la vida".
Desde hace dos semanas, Ecuador se encuentra en una situación de crisis social y política que se desataron por las decisiones del presidente Guillermo Lasso, y la reacción de la sociedad, motorizada por los movimientos indígenas. Una ola de protesta que intentó frenarse con operativos de represión del Estado que, aunque no tuvo éxito, dejó un saldo de 5 muertos y más de 200 heridos.
A grosso modo, en las protestas denuncian el "alto costo de la vida" en la dolarizada economía ecuatoriana y, particularmente, el precio del combustible. En poco más de un año, el gobierno subió el galón de diésel en 90% (a 1,90 dólares) y el de gasolina corriente en 46% (a 2,55).
Es por eso que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y otras organizaciones sociales le exigen a Lasso reducir y congelar los precios de los combustibles, controlar los precios de los productos esenciales, no privatizar empresas del Estado y no ampliar las concesiones petroleras y mineras en la Amazonía.
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La propuesta del presidente fue reducir en 10 centavos de dólar los precios de la gasolina y el diésel, la cual se calificó como "insuficiente" por parte de los movimientos indígenas.
Las últimas novedades son que Lasso anunció este martes la suspensión de las conversaciones con la CONAIE y acusó al líder Leónidas Iza de defender "sus intereses políticos y no los de sus bases". Desde la organización dijeron que el Gobierno está confirmando "su autoritarismo, su falta de voluntad e incapacidad".
Para entender más las raíces del conflicto nos comunicamos con el periodista y magister en Relaciones Internacionales, Mariano Saravia, quien explicó que esto "no empieza con Lasso, que si bien es un gobierno neoliberal, sino que estos ajustes ya venían con el expresidente Lenín Moreno que llegó de la mano de Correa y luego traicionó a sus votantes."
Fue en 2019 cuando el exmandatario decidió aplicar un "paquetazo" de medidas económicas de ajustes que, entre otras cosas, quitó el subsidio al combustible y aumentó su precio en un 123%. Tal como sucede ahora, en aquel entonces la CONAIE realizó una serie de manifestaciones y revueltas populares en las principales ciudades del país.
Coyuntura
A diferencia de los países de la región, el levantamiento popular de Ecuador se encarnó desde los sectores indígenas y campesinos. Esto, explica Saravia, se debe a que en este país "se ven más dramáticamente algunos límites del progresismo".
"Nuestros gobiernos progresistas, como Lula en Brasil, el kirchnerismo en Argentina, o el mismo chavismo en Venezuela y hasta Evo en Bolivia, han tenido problema con los pueblos originarios por la concepción indigenista. Lo que han hecho siempre es mejorarles la vida pero desde el punto de vista del consumo: que coman mejor, que se vistan mejor. Y eso está muy bien. Pero no nos hemos podido sacar de encima al extractivismo y eso distanció mucho a los movimientos indígenas de Ecuador, que son fuertes, del correísmo".
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Fue por esta razón que en las elecciones de 2021 este sector no se vio representado por el partido del expresidente Rafael Correa y contó con una herramienta política propia que fue el movimiento Pachakutik. De la mano del candidato y líder indígena, Yacu Pérez, participaron de la disputa presidencial y quedaron terceros con el 19% de los votos.
"Ahí también hubo mucho ruido, porque terminaron jugando indirectamente por Lasso. Entonces hubo una desilusión de las bases y se han distanciado del movimiento Pachakutik. Ese es un problema que por ahí tienen los movimientos indígenas de no poder identificar cuáles son las principales contradicciones y cuáles las secundarias. No podían esperar nunca de Lasso más que lo que hizo; en cambio del correísmo sí y podrían haber dado un apoyo crítico", sostiene el entrevistado.
El futuro de la gestión de Lasso es incierto y se mantiene en tensión. Este martes hubo un intento de destitución por parte del correísmo en el Congreso pero fracasó: el bloque opositor no llegó con los votos suficientes.
Esto podría reafirmar la legitimidad del presidente que está dispuesto a seguir reprimiendo las protestas. En Twitter, el mandatario señaló que “pese a los intentos golpistas, prevaleció la institucionalidad” y aseguró que “queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas”.
