La educación ambiental como herramienta de cambio estructural

Cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental. En este sentido, recordamos sus orígenes y nos preguntamos cómo hacer para que tenga un impacto macrosocial.

Desde 1972, cuando se celebró la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en Estocolmo, cada 26 de enero se conmemora el Día de la Educación Ambiental. Establecer esta fecha trajo consecuencias importantes, dado que 3 años después se publicó la Carta de Belgrado.

En aquel documento, impulsado por el Día de la Educación Ambiental, se estipularon los lineamientos principales de este tipo de enseñanzas, así como también sus objetivos, metas y principios. De este modo, la educación ambiental comenzó a instalarse en las agendas nacionales alrededor del mundo.

"Es absolutamente vital que todos los ciudadanos del mundo insistan en
medidas que apoyen un tipo de crecimiento económico que no tenga
repercusiones perjudiciales para las personas, para su ambiente ni para sus
condiciones de vida", propuso la Carta de Belgrado en 1975.

Para generar un cambio sustancial a nivel ambiental, tanto la Carta de Belgrado como la ONU creen que la educación es fundamental. "La reforma de los procesos y sistemas educativos es esencial para la elaboración de esta nueva ética del desarrollo y del orden económico mundial", reza la Carta de Belgrado.

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Argentina necesita una ley de educación ambiental

Para generar un cambio macrosocial en términos ambientales, tanto Argentina como otros países necesitan tener una ley de educación ambiental propia. Si bien algunas provincias del país cuentan con una, la necesidad de tener una ley nacional sigue vigente.

En Argentina, tanto la Constitución Nacional, como la Ley de Educación Nacional y la Ley General del Ambiente consideran que la educación ambiental es un proceso fundamental para el pleno ejercicio de la ciudadanía. Según el artículo 8 de la Ley General de Ambiente, la educación ambiental es "uno de los instrumentos de la política y la gestión ambiental en Argentina".

De esta manera, el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, junto al ministerio de Educación, buscan promover un proyecto de Ley de Educación Ambiental. Dicha ley tiene como objetivo establecer presupuestos mínimos para la implementación de una política pública nacional, en materia de educación ambiental, basada en una Estrategia Nacional de Educación Ambiental (ENEA).

Entre los principios y fundamentos de esta ley, encontramos los siguientes. Por un lado, el abordaje interpretativo y holístico, el respeto y valor de la biodiversidad y el principio de equidad. Además, el principio de igualdad desde el enfoque de género, el reconocimiento de la diversidad cultural, el rescate y la preservación de las culturas de los pueblos originarios.

Adicionalmente, la participación y formación ciudadana, el cuidado del patrimonio natural y cultural, la problemática ambiental, educación en valores, el pensamiento crítico e innovador, y la concientización sobre el derecho constitucional a un ambiente sano.

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Una ley de educación ambiental responde a los objetivos de desarrollo sostenible

Para lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestos por Naciones Unidas, es fundamental contar con una ley de educación ambiental. Más precisamente, tener una Estrategia Nacional de Educación Ambiental (ENEA), respnde directamente a la meta 7 del Objetivo 4.

"De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible. Entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.", propone la meta anteriormente mencionada.

En septiembre del año pasado, el presidente Alberto Fernández anunció la presentación de la Ley de Educación Ambiental frente al Congreso. La misma agregará contenidos a la currícula educativa y establecerá la "jura por el medioambiente", que se suma a la tradicional jura a la bandera nacional.