Desde hace unos días, circula en redes sociales una cámara oculta a un supuesto empleado de Pfizer donde admite que están mutando el virus del COVID para después ganar millones de dólares vendiendo vacunas… un mensaje que la derecha parece fogonear.
La pandemia politizó a niveles inimaginados al sistema de salud mundial… Las farmacéuticas fueron las principales beneficiadas a nivel económico, pero la mayoría de las vacunas fueron impulsadas y financiadas por los diferentes Estados.
Pasaron más de dos años desde que el mundo fue atravesado por el coronavirus, pero las consecuencias de determinados discursos conspirativos y anti vacunas, se fortalecieron y encontraron plataformas políticas, en su mayoría, de la derecha presente a nivel global.
Rodrigo Quiroga -bioquímico, investigador del CONICET y docente de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)- realizó un descargo ante la difusión de un video, y el uso de referentes antivacunas y sectores conservadores del mismo.
“Le hicieron una cámara oculta a un empleado de Pfizer donde admite que están mutando el virus del COVID en un laboratorio para después ganar billones vendiendo vacunas”, sostuvo un usuario de twitter.
Ante la repercusión de ese posteo, y de otros similares, Quiroga expresó:
1- No sabemos quién es éste señor, si realmente trabaja en Pfizer o no.
2- Si trabaja en Pfizer, que diga algo en un restaurante no significa que sea cierto.
3- No dijo lo que dice el tuit original.
Siguiendo con el tema, en un hilo de Twitter, el bioquímico explicó que “Dada la capacidad del virus de adquirir mutaciones que le permiten volver a infectar a personas previamente infectadas y/o vacunadas, hay muchos laboratorios en el mundo intentando desarrollar vacunas ‘resistentes’ a variantes”.
Además, señaló que la mayoría del dinero invertido en desarrollar las vacunas contra el coronavirus provino del sector público, de los gobiernos de EEUU y Europa.
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“Lo terrible es que ahora las empresas aumenten precios de esas vacunas, obteniendo ganancias desorbitadas, sin invertir en vacunas de 2da generación”, criticó.
La dudas y teorías contra la vacunación covid 19, impactan en otras inmunizaciones
En este marco, El Resaltador dialogó con Rodrigo Quiroga -bioquímico e investigador del CONICET- quien enfatizó que lo que se está observando en múltiples países es que la desconfianza en las vacunas Covid 19 tienen un impacto en la confianza en las demás vacunas.
“Lo peligroso es justamente que esta desconfianza está siendo propaganda a través de canales que no solían contener este tipo de mensajes: al politizarse y al haber una respuesta ideológica a la pandemia, a las políticas de salud pública y a las vacunas, comienza a llegarle información de manera frecuenta a las personas -ya sea de medios tradicionales o redes sociales-, generalmente con datos falsos o engañosos, pero les llega a través de fuentes en los que confían, por lo tanto, creen en eso”, argumentó el entrevistado.
Rodrigo advierte que a nivel mundial, diferentes fuerzas políticas están integrando mensajes antivacunas como parte de sus plataformas políticas, como parte de este proceso de lucha ideológica entre derechas, centros e izquierdas.
“La caída de la población vacunada puede hacer que enfermedades que pensamos controladas vuelvan a circular, e incluso que haya riesgo de que vuelvan a infectarse no solo personas no vacunadas, sino vacunadas. En los últimos años han resurgido enfermedades que parecían olvidadas, brotes de sarampión, tos convulsa y demás”, alertó.
¿Solo la vacunación va a contener al virus?
La proliferación de discursos conspirativos debería impulsar una campaña aún más fuerte de prevención de enfermedades o de estados graves provocados por las mismas.
Pero solamente la inmunización no alcanza, para el profesional es necesario cambiar el paradigma y pensar en el aire limpio como una parte fundamental del derecho a la salud como se hizo con el agua limpia y potable.
Para Quiroga es necesario legislar y a partir de allí realizar una inversión que permita garantizar aire limpio en espacios públicos, comerciales y educativos, mediante el control de una adecuada ventilación y/o purificadores de aire. Sería una inversión y no un gasto, ya que podríamos prevenir no solo Covid-19 sino muchas otras infecciones respiratorias, lo que va a redundar en un enorme ahorro en personas hospitalizadas y su tratamiento”.”.
En el 2022 el coronavirus fue la enfermedad respiratoria que más hospitalizaciones causó, entre 5 o 10 veces más que la gripe:
“Nos falta hacer ese click de que la garantía del aire limpio debería ser parte fundamental del derecho a la salud”