El fiscal José Mana será el que investigue al exfuncionario Alfonso Mosquera, a Lucas Mezzano, al excomisario Gonzalo Cumplido y la actual jefa de la Policía, Liliana Zárate Belleti.
La Fiscalía de Instrucción y la Justicia de Córdoba investigará las responsabilidades del exministro de Seguridad, su secretario y dos autoridades de la fuerza, en relación al crimen de Blas Correas, el adolescente asesinado por la Policía en agosto de 2020.
Por sorteo, se definió que sea el fiscal José Mana el que investigue al exfuncionario Alfonso Mosquera, a Lucas Mezzano, al excomisario Gonzalo Cumplido y la actual jefa de la Policía, Liliana Zárate Belleti.
Mana fue quien estuvo a cargo de estudiar el accionar de los policías que dispararon contra el vehículo en el que Blas circulaba junto a cuatro amigos aquella noche del crimen.
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Ahora estará al frente en esta nueva etapa del juicio donde también tendrá que investigar al personal del Tribunal de Conducta Policial porque permitió que los policías Lucas Gómez y Javier Alarcón, los principales acusados, hayan estado trabajando, pese a tener causas pendientes abiertas. Entre estos ex funcionarios está Ana Becerra.
El caso
El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Juan Cruz Camerano Echevarría (20) conducía un Fiat Argo blanco, junto a cuatro amigos y compañeros de colegio: Valentín Blas Correas, Camila Toci, Cristóbal Bocco Camerano y Mateo Natali, ahora mayores de edad pero que al momento del suceso tenían 17 años.
Cuando circulaban en la zona de avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas en el sur capitalino, se había montado un control policial de prevención en donde los efectivos hicieron señas al conductor para que aminore la velocidad, pero al acercarse al puesto decidió acelerar y continuó la marcha.
El expediente detalló que el cabo primero Gómez, «con intención de matarlos» efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el automóvil, en tanto su compañero el cabo primero Alarcón, «en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo», también efectuó dos detonaciones «a sabiendas que no había justificación legal para ello».
Las pericias determinaron que uno de los cuatro tiros efectuados por el suboficial Gómez impactó sobre la zona de la escápula derecha de Correas, que le ocasionó la muerte. Los demás ocupantes no sufrieron heridas, no obstante, uno de las balas traspasó el apoyacabeza y la capucha del adolescente Bocco Camerano, a milímetros de su cráneo.
