Hidrógeno verde: oportunidad de exportar y cambiar la matriz energética

Luego de que se anunciara una inversión australiana para producir este tipo de hidrógeno en suelo argentino, nos preguntamos por las posibilidades que traería consigo a nivel nacional y provincial.

El debate sobre energías renovables ya se instaló en agenda con el comienzo de la COP26. También se intensificó en Argentina cuando la empresa australiana Fortescue anunció que invertirá US$ 8.400 millones para producir hidrógeno verde en el país. Al respecto, este medio entrevistó a Pedro Muñoz, doctor en Ciencias de la Ingeniería y especializado en movilidad sustentable.

El hidrógeno verde no es igual al convencional, no es el que se usa comúnmente. Este último está hecho a base de gas metano o "reformado del gas metano", lo cual implica que desde el metano se obtenga hidrógeno y dióxido de carbono (CO2). Quiere decir que al producir el hidrógeno convencional se libera CO2 a la atmósfera. Entonces, hablar de hidrógeno verde es hablar de producción sin liberar CO2, a través de la electrólisis del agua (separando el hidrógeno del oxígeno a través de electricidad).

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Este tipo de hidrógeno se caracteriza como "vector energético", dado que es una forma de energía transportable, por lo tanto exportable. Pero la pregunta que le traemos a Pedro Muñoz es la siguiente: ¿Cómo obtenemos la electricidad para este proceso, sin recurrir a la emisión del CO2? Si bien se puede obtener mediante la red eléctrica nacional, el proceso no se considera una obtención limpia, dado que intervienen procesos de energías no renovables en el transcurso. Entonces, cuando hablamos de producción de hidrógeno verde debemos pensar en una obtención a través de electricidad desde fuentes renovables como la eólica o la solar.

Producción, exportación y consumo

Las posibilidades de producir hidrógeno verde a nivel nacional y provincial existen. Más aún, la Patagonia argentina está en una de las mejores situaciones de producción de energía eólica. Está disponible el agua y el viento para la producción, y también los puertos para exportarlo. A nivel nacional, para usar el hidrógeno verde dentro del país se requiere de una infraestructura que aún no tenemos. Sin embargo, puede debatirse en los próximos años. A nivel exportación ya existen los primeros buques que transportan hidrógeno en el mundo, el mercado ya existe.

Ahora bien, lo importante sería que no se exporte todo lo producido, para que Argentina pueda cambiar su matriz energética también. Respecto a esto, Pedro Muñoz afirmó a este medio que transportar hidrógeno no es tán fácil como hacerlo con otros gases. Se necesitan por ejemplo cañerías más sofisticadas. Una opción que se baraja es la de combinar hidrógeno verde con gas natural (llamado hidrógeno GNC). Esta opción sería para emitir menos CO2 que con gas natural solo. No es la mejor opción ya que sigue liberando dióxido de carbono, pero si es una reducción en las emisiones.

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Parafraseando al entrevistado, Muñoz indicó que lo óptimo es que el hidrógeno verde se genere y se use en Argentina. Además, es fundamental que las empresas extranjeras que inviertan en el país dejen también sus conocimientos sobre el tema, y no solo contribuyan a su producción.

Situación en Córdoba

Respecto a Córdoba, se puede producir y consumir hidrógeno verde. Entre las zonas propicias para esta industria, Muñoz resalta que contamos con un parque eólico en Achiras, que no tiene la capacidad productiva de la Patagonia pero tiene un "gran potencial". También existe un parque solar en el norte provincial que es igualmente capaz. "En todo punto en donde uno pueda instalar un proyecto de energías renovables, podrá producir hidrógeno verde después", apuntó el entrevistado.

En esa línea, señaló que "cuanta más barata sea la electricidad más barato será el precio del hidrógeno. Es por esto que los proyectos de exportación se ubican en zonas de alto potencial eólico, de esa manera se puede producir hidrógeno con menores costos".

Este tema no es para nada novedoso. Incluso, el doctor en ingeniería apunta que "hace como mínimo 30 años que se viene hablando del hidrógeno, tanto en empresas como en el circuito académico". Un ejemplo del gran interés por incorporar este recurso es el del sector siderúrgico, para usar el hidrógeno en sus equipos. Respecto a los riesgos de este tipo de energía, Muñoz no identifica alguno de gran peligro, como sería el caso de un derrame nuclear por ejemplo. Lo que si hay que tener cuidado es con su volatilidad, debido a que es más facil de combustionar que otros combustibles y tiene un alto poder calorífico.

En esta nota: Argentina, energías renovables