La película narra la experiencia de una adolescente que sufre trastornos alimenticios, fomentados por los mandatos del cuerpo ideal. Dialogamos con la realizadora audiovisual, Florencia Wehbe, en torno a la obra.
Paula es una adolescente que, en apariencia, tiene una vida normal: va al colegio, sale con amigas. Sin embargo, sufre en silencio una profunda presión por adelgazar, fomentada por constantes imágenes de cuerpos hegemónicos que circulan alrededor suyo y que la llevan a pensar que hay algo malo en ella, algo que debe corregir.
La realizadora cordobesa Florencia Wehbe observa a Paula -interpretada por la actriz Lucía Castro- mientras lidia con esta obsesión por la delgadez, los mandatos del cuerpo ideal, la mirada de los otros y la propia.
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En diálogo con El Resaltador, Florencia -directora del film- mencionó que la iniciativa para llevar adelante este proyecto, en primer lugar, fue personal. «Quería o necesitaba en algún punto contar parte mi historia y mis roces con los trastornos alimenticios, que empezaron en la pubertad y siguen hasta el día de hoy».
Posteriormente, al compartir el guion con colegas y amistades, Wehbe observó que «todas habían pasado por cosas similares, y mucho peores también. Y las experiencias que unen nuestras historias son muchas, casi todas diría yo».
A partir de allí, entendió «la urgencia de contar esta historia y lo importante que era poder hablar sobre la incomodidad que aprendemos a tener con nuestro cuerpo, que es un tema muy tabú, lleno de imaginarios colectivos e infantilizado, casi ridiculizado, lo que hace, además, que sea más difícil para nosotras hablarlo. Son trastornos muy solitarios«, explicó la guionista y directora.
El mensaje de la película
En cuanto al mensaje que busca transmitir Paula, Wehbe destacó la importancia de «hablar, de que nos encontremos en el debate de entender el porqué y cuál es el momento exacto en que aprendemos a odiarnos». Además, la película persigue «que nos podamos llenar de interrogantes, entender que tener un trastorno alimenticio es mucho más sutil que terminar en la cama de un hospital poniendo en riesgo nuestras vidas«.
«Hay muchos pasos previos y muchas de nosotras no llegamos nunca (por suerte) a tener un problema clínico, pero sí generamos una relación muy tóxica con la comida, dañamos nuestros cuerpos en la búsqueda de una perfección que no existe transformando nuestros cuerpos en mercancías, y al mismo tiempo colaboramos con un sistema patriarcal que nos necesita inseguras y excluidas».
«Argentina es un país muy gordoodiante»
Para finalizar, la realizadora audiovisual expuso que «Argentina es un país muy gordoodiante», por lo que realizar cine en torno a esta temática es «muy difícil».
«Nuestro país es el primero o segundo con más trastornos alimenticios del mundo (depende qué encuesta leas) y no hay campañas, ni apoyo estatal para combatirlo», detalló Florencia.
En la misma línea, dijo que «nuestros talles son de los más irreales a nivel mundial y ahora tenemos una Ley de Talles que está siendo durísima de implementar. Espero que esto cambie poco a poco, no creo que mi generación llegue a ver un cambio real. Confío mucho en el futuro y en nuestra revolución feminista que paso a paso va ganando terreno«.