Skip to content
Logo El Resaltador

Fundación de Córdoba: una historia de invisibilización

Publicado por:Agustina Bortolon

Cada 6 de julio se conmemora un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad de Córdoba, y queremos mencionar aquellos que no nos dijeron en la escuela.

 Fundación de Córdoba: una historia de invisibilización. El Pueblo de la Toma es una de las comunidades más grandes que están asentadas en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Foto Archivo

Haciendo un poco de historia, la conquista comenzó de la mano de Francisco de Aguirre en 1556, y hacia 1573 el capitán Lorenzo Suárez de Figueroa le dejó al General Jerónimo Luis de Cabrera un testimonio donde contaba su expedición por el territorio actual de la provincia de Córdoba.

El propósito de los conquistadores del Alto Perú era encontrar una ruta hacia el Río de la Plata, lo que impulsó la fundación de la ciudad, bajo el nombre de “Córdoba de la Nueva Andalucía”.

Así, el 6 de julio de 1573, Jerónimo Luis de Cabrera hizo efectiva la fundación, a orillas del Río Suquía, a la altura de las barrancas de barrio Yapeyú. En ese momento, la ciudad estaba habitada en su mayoría por el pueblo comechingón.

Foto arvicho

En este marco, los conquistadores no vinieron ni actuaron solos, sino que trajeron consigo distintas órdenes religiosas, entre las que se destacaban los jesuitas, los franciscanos y los mercedarios; que a lo largo del tiempo fueron evangelizando y avasallando a la población originaria mediante diversos mecanismos.

Te puedo interesar: «Pluma Blanca: Ante la amenaza de desalojo, comunidades originarias harán un acampe»

Luego de la fundación de Córdoba, y durante largos años, en la sociedad primó la idea de que los pueblos indígenas de Córdoba estaban extintos, argumento alimentado por distintas instituciones que fomentaron la invisibilización y el borramiento de las comunidades al momento de construir el Estado-Nación argentino durante 1810-1880.

De esta forma, las comunidades indígenas de Córdoba quedaron supeditadas a la antigüedad, asegurando su extinción plena. En los libros de Historia, estos grupos estaban representados con determinados atuendos, cultura material, costumbres y viviendas, un pasado romantizado sin ninguna vigencia en el presente.

Foto Archivo

Tuvieron que pasar muchos años, hasta que a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI se desarrollaron una serie de procesos de adscripción de comechingones, junto a la formación y reivindicación de varias comunidades indígenas en todo el territorio provincial. 

Esta situación vino a revertir la vieja idea de la inexistencia de comunidades vivas, y puso en tensión los relatos que durante mucho tiempo primaron como oficiales.

Este 6 de julio, entonces, es un día para reflexionar y lejos está de ser una celebración feliz. Es el recordatorio de que los pueblos indígenas de Córdoba y de todo el país continúan luchando por su autonomía política, su visibilización y por el reconocimiento de sus derechos y de sus territorios.

Logo El Resaltador

Apoya el periodismo autogestionado

La comunicación la construimos entre todxs.

Suscribite acá