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En el Día de los Enamorados, otros puntos de vista

Este 14 de febrero, más conocido como el Día de los Enamorados, conversamos sobre aristas como el "amor romántico" y las múltiples formas de vincularse afectivamente. ¿Nuestra fuente para esta fecha? Mauro Gross, de la Red de Psicólogos en Córdoba. Llegó el 14 de febrero, Día de los Enamorados en muchas partes del mundo. Para […]

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Este 14 de febrero, más conocido como el Día de los Enamorados, conversamos sobre aristas como el "amor romántico" y las múltiples formas de vincularse afectivamente. ¿Nuestra fuente para esta fecha? Mauro Gross, de la Red de Psicólogos en Córdoba.

Llegó el 14 de febrero, Día de los Enamorados en muchas partes del mundo. Para muchos, un día comercial; para otros tantos, la oportunidad perfecta para expresar amor y cariño en todas sus formas y colores.

Durante muchos años, este día nos vendió la historia de amor romántico "tradicional". Ya sea con películas, ilustraciones o publicidades, se nos metió en la cabeza que el 14 de febrero es solo para parejas estables, heterosexuales y "con título".

Por suerte, hemos venido a deconstruirnos y aceptar nuevas formas de amar. Heterosexuales, lesbianas, gay, trans y travestis, encuentran su momento en este día para celebrar sus afectos. El amor rompió la barrera de los prejuicios. Incluso, el amor se convierte en formas diversas: hacia los amigos, la familia y demás.

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En 2020, tuvimos este diálogo con Mauro Gross, de la Red de Psicólogos de Córdoba, y pudimos conocer más a fondo sobre cuestiones afines a esta fecha. Entre las apps para citas, el amor romántico tradicional y la exigencia de tener una pareja; Mauro nos habla de todos estos temas desde una mirada psicológica.

Amor en épocas de Tinder y deconstrucciones

Amigxs con derechos, chongos, relaciones abiertas, trios… son sólo algunas de las distintas maneras de vincularse sexo afectivamente en estos tiempos en los que la inmediatez, lo fluido (al modo de Bauman) y los cuestionamientos a un sistema heteropatriarcal se imponen con mayor brío.

En este escenario se suele escuchar a quienes defienden los modos de lazos, más ligados a lo tradicional, con cierta añoranza de un romanticismo que “se ha perdido”. Lejos de señalar desde una posición moralistas, es interesante cuestionarnos y repensar qué consecuencias tiene en los sujetos muchas veces sostener tal o cual mandato.

Amor romántico y sus consecuencias

Esta tradición del amor de películas, una historia color rosa, no sólo que es poco real, sino que arrastra modos y prácticas que, pueden variar, por ejemplo, desde “celos tontos” a violencia de género.

Por esto es importante cuestionar y deconstruir esos mandatos que sostienen y hacen creer que quien ama debe ser celoso “un poquito, sino significa que no le importás”; que las almas gemelas o “medias naranjas” están destinadas a estar juntas.

Que amar es sufrir y se debe aguantar un montón de situaciones, que terminan menoscabando el autoestima, respeto y hasta la integridad física y salud psicológica de los miembros de la pareja.

O esta idea de que el amor todo lo puede, convirtiendo en un círculo vicioso estas prácticas poco saludables, con la idea de que mágicamente aquella persona cambiará, etc.

¿De a dos siempre es mejor o mejor sólo/a que mal acompañado/a?

La exigencia social a formar pareja se presenta como un imperativo que puede, en algunos casos, hacernos sentir como un fracaso el estar solo/a. Por el contrario, algunas personas exaltan la soltería como un estado de felicidad plena.

Ambas posturas, en la medida que traigan aparejado un malestar, pueden confundir y obstaculizar las relaciones generando sufrimiento.

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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