Ambiente

Chile alberga el segundo vertedero de ropa más grande del mundo

Cada año, alrededor de 59.000 toneladas de ropa llegan al puerto de Iquique en Chile. Sin embargo, cerca de 39.000 no son vendidas y terminan en el desierto de Atacama. Año tras año, el desierto de Atacama no solo es albergue de turistas, también de aproximadamente 39.000 toneladas de ropa que no es vendida, según […]

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Cada año, alrededor de 59.000 toneladas de ropa llegan al puerto de Iquique en Chile. Sin embargo, cerca de 39.000 no son vendidas y terminan en el desierto de Atacama.

Vertedero de ropa en el Desierto de Atacama (Chile).

Año tras año, el desierto de Atacama no solo es albergue de turistas, también de aproximadamente 39.000 toneladas de ropa que no es vendida, según detalló el medio Euronews. Resulta que alrededor de 59.000 toneladas de ropa llegan al puerto de Iquique en Chile -zona libre de impuestos y lindante al desierto mencionado-, de las cuales más de la mitad no son vendidas en el país.

Así, el desierto se convirtió en un vertedero de lo que se conoce como "fast fashion": ropa de diferentes calidades cuya vida útil dura poco tiempo. Esto se demuestra en la producción mundial de ropa que, tal como informó la ONU, se duplicó entre 2000 y 2014. Para llegar a este inmenso vertedero textil hay que viajar a Alto Hospicio, una localidad austera con algunas fábricas en funcionamiento. 

La industria textil genera el 20% de las aguas residuales del mundo y libera medio millón de toneladas de microfibras sintéticas al océano al año. Por ejemplo, para fabricar un par de jeans se necesitan 7500 litros de agua, que equivale a la cantidad que toma una persona en 7 años y medio. Además, la ropa puede tardar hasta 200 años en biodegradarse y puede ser tan tóxica como el plástico o las llantas. Su fabricación contribuye en un 10% a los gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Sobre Chile, vale decir que es uno de los principales destinos de la ropa fabricada en Asia y usada en Europa o Estados Unidos antes de ser rápidamente desechada. Mientras se desechan grandes cantidades de indumentaria en el desierto de Atacama, migrantes se acercan a recoger lo que puedan aprovechar. En este lugar, la industria del "fast fashion" pasó a ser "trash fashion": moda basura, en donde la ropa muchas veces se tira antes de que se pueda vender.

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Algunos datos que alarman

  • Casi tres quintas partes de toda la ropa termina en incineradores o vertederos dentro de un año de su producción.
  • Más del 8 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero son producidas por las industrias de la indumentaria y el calzado.
  • Y alrededor del 20 al 25 por ciento de los compuestos químicos producidos a nivel mundial se utilizan en la industria del acabado textil.

Los dos primeros datos provienen de informes de McKinsey y Qantis. Por su parte, el tercero lo aprueba el libro llamado "Manual de remediación de efluentes textiles", editado por Mohd Yusuf y escrito por la Sra. Greer.

Una respuesta a la contaminación textil en Chile

Frente a este panorama, empresas como la chilena Ecofibra convierten esos desechos que pueden ir a parar al vertedero en materia prima para hacer paneles de aislamiento térmico. "Ecofibra nace el 2016 ante la necesidad de reducir los residuos textiles de la región de Tarapacá. También para acoplarse a la economía circular, reciclando y transformando los desechos en paneles de aislación térmica y acústica", dice la página de la empresa.

Transformamos el problema en un producto que ayude al medio ambiente disminuyendo el consumo energético de la región. Para ello se convertirá el desecho textil en materia prima a través de un sistema de procesamiento de la fibra, transformando la ropa en un aislante térmico para la construcción de viviendas, logrando así disminuir el consumo de energía tanto en calefacción como en aire acondicionado o ventilación.

Eco Fibra fabricando los aislantes térmicos a base de ropa encontrada en el desierto de Atacama

Solo alrededor del 25% de la ropa fabricada se reutiliza

Sobre esta problemática, en dialogo con Denisse Morán -Presidenta A.G de Recicladores de Tarapacá-, nos informó que solo un aproximado del 25% de las prendas producidas al año se reutilizan. Entre los datos arrojados por Morán, indicó que la industria de la indumentaria es la segunda más contaminante del planeta.

¿Por qué y cómo se llegó a esta situación? Como respuesta a esta pregunta, Denisse indicó que formó parte del Movimiento Nacional de Recicladores en 2014. También como representante de una región con zona franca en indicaciones a la actual Ley 20.920. En ese contexto, solicitó que el residuo textil fuera considerado producto prioritario, pero asegura que nadie escuchó.

Por otra parte, explica que "cuando medimos los residuos de la Región o de Iquique, no se mide a Zofri como generador de estos o a Iquique mismo. Por ser zona franca, tenemos otros residuos por las importaciones de residuos extranjeros que ingresan por puerto. No se le pide a los usuarios de Zofri disposición final y menos un control de lo que ingresa en aspectos residuales. Ahí se perdió el control".

Como principales responsables de esta problemática, Denisse señala a las autoridades competentes en importaciones, que deben controlar que ingresa y para qué ingresa. "Porque si lo hacen para terminar en vertederos clandestinos o para ser incinerados, no tiene sentido importarlos", reflexiona.

Respecto a las denuncias, la entrevistada lamenta que "han causado poco efecto". A su criterio, "debemos pasar a la economía circular de lleno. Estos materiales deben ser trabajados con recicladores que transforman este material. Para eso debe haber coordinación y no la hay porque hasta ahora no había sido considerado el daño ambiental de estos desechos".

Doble impacto: ambiental y social

Lo que sucede a raíz de esta problemática es un doble impacto: tanto ambiental como social. Por un lado, se contaminan las napas de agua debajo de la ropa que hay en este vertedero. Asimismo, la contaminación de lo que llega al océano en forma de microplásticos o el humo tóxico de lo que se quema para reducir el volumen del vertedero también debe tenerse en cuenta.

También existe un impacto social: hablamos de miles de prendas desperdiciadas que podrían evitar que personas pasen frío, cuenten con un mejor calzado o aprovechen esos recursos que el mismo sistema deja de lado. Al contrario, se pueden ver camiones con ropa que son vaciados de manera ilegal durante la noche.

Leyes que suman, leyes que restan

Vale decir que lo que se tira en este vertedero es lo que se denomina "la merma" de los packs de ropa que ingresan a Iquique. Esta ropa no se puede tirar en un vertedero legal, ya que el decreto 189 del Ministerio de Salud de Chile indica que los vertederos legales no aceptan ropa porque desfavorece la compactación del suelo. Esto agrava mucho más el problema. Porque empiezan a aparecer vertederos como el mencionado en esta nota, el cual es el segundo mas grande del mundo.

Al mismo tiempo, se asoma una ley interesante en Chile: responsabilidad expendida al productor. Todavía está en instrumentación y no contempla a los textiles (aunque ese tema está aún en evaluación). Sin embargo, esta novedosa ley chilena determina que son los productores los que deben hacerse cargo de los residuos generados, no los consumidores. La ley está en proceso de implementación, aunque se espera que para el 2023 ya haya una aplicación plena y que se extiendan las categorías de productos alcanzados por la ley.

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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