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El homoOdio no es un hecho aislado, es violencia constante contra las diversidades

El domingo pasado, el bailarín salteño Roberto "Tito" Costilla fue agredido hasta terminar con una fractura en la pierna. La familia sostiene que es uno más de tantos ataques homofóbicos que sufre desde hace años. El bailarín salteño, Roberto "Tito" Costilla, fue agredido nuevamente el pasado domingo, cuando llegaron a fracturarle una pierna. ¿Por qué decimos […]

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El domingo pasado, el bailarín salteño Roberto "Tito" Costilla fue agredido hasta terminar con una fractura en la pierna. La familia sostiene que es uno más de tantos ataques homofóbicos que sufre desde hace años.

El bailarín salteño, Roberto "Tito" Costilla, fue agredido nuevamente el pasado domingo, cuando llegaron a fracturarle una pierna. ¿Por qué decimos nuevamente? Porque hace años que él y su familia denuncian ataques homo odiantes hacia su persona, en donde queda explícito el rechazo a su orientación sexual. Es por estas reiteradas agresiones que la familia de Tito se atreve a afirmar que fueron sus vecinos, la familia Urzagaste Paz, los responsables del último ataque hacia su hijo.

Así, el pasado martes por la tarde, el vecino de la familia Costilla y su hijo -acusados por la golpiza- fueron demorados por efectivos de la Policía de Salta. En el hecho ya interviene la Fiscalía Penal 3, a cargo de Horacio Córdoba Mazuranic. Pero el accionar de la Justicia y la policía se da una vez más, después de que hayan pasado desapercibidas quién sabe cuántas denuncias. Al respecto, el INADI cuestionó la inacción de la Justicia en el caso. 

Tanto la familia de Tito como la comunidad salteña consideran que la fractura fue una acción intencionada, ya que Tito ejercía su trabajo a través del baile. El próximo fin de semana, deberán operar al damnificado por una quebradura de tibia y peroné, quedando inhabilitado para trabajar por un tiempo. Entonces, estamos frente a un doble perjuicio para Tito, el cual sufrió por su orientación sexual.

"Cada vez que lo insultaron, todo iba dirigido a su orientación sexual"

Para la familia Costilla, no hay dudas de que se trató de un ataque homofóbico, porque "en estos últimos años se han ensañado con él. Cada vez que lo insultaron, todo iba dirigido a su orientación sexual". Incluso, el propio bailarín dio a conocer los hechos y mostró videos en su cuenta de Instagram. En ellos, parte de los Urzagaste Paz -la madre y la hija- le gritaban "maricón de mierda". 

"Cada vez que él es agredido, esos son los tipos de insultos", señaló el padre. Además, informó que las situaciones de violencia las viven desde hace 17 años. Al principio, los insultos eran simplemente por pasar por la vereda de la familia Urzagaste Paz. "Llegaron a tirarle agua con lavandina a mi esposa", agregó. A partir de ahí, radicaron denuncias en la comisaría local desde 2004. 

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A reiteradas denuncias, ninguna respuesta

"Nunca se hizo nada a pesar de las denuncias y por eso, nos vemos en la necesidad de recurrir a los medios. Para ver que alguien le ponga un freno a esta locura porque no se puede vivir de esta manera", afirmó el padre del damnificado. Por ahora, la familia espera que lo sucedido haya sido la gota que rebalse el vaso, para contar con un accionar correcto de parte de la Policía de Salta, junto a los jueces y fiscales.

Respecto a las reiteradas denuncias, Susana -la madre de Tito- dijo que la última orden de consigna policial se dictaminó para el 14 de noviembre, pero nunca se cumplió. Recién ayer, al regresar del Hospital Público San Bernardo, donde está internado su hijo, se encontró con una oficial de la Policía en la puerta de su casa. 

Al respecto, la referenta de Mujeres Trans Argentina en Salta Luz Bejerano dijo a Página 12 que la agresión "sigue evidenciando por qué tenemos que seguir saliendo a las calles". Aseguró que fue una situación de odio y que lo sucedido con el bailarín "es lamentable y repudiable por todo lo que pasó, más si se tiene en cuenta las denuncias previas". "Hubo muchas alertas y no se hizo nada", cuestionó. 

Además, sobre el doble perjuicio laboral y de salud que sufrió Tito, Bejerano agregó que lo sucedido "lo perjudica en su vida. Y la verdad que sigue siendo parte de los delitos de odio que sufrimos por nuestra orientación sexual", reclamó. Desde Inadi Salta, lamentan que "no se trata de un hecho aislado. Sino de una práctica sistemática de odio que los colectivos de diversidad sexual viven y padecen de manera cotidiana". 

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¿Dónde están las instituciones a cargo de cuidarnos?

El delegado de Inadi Salta, Gustavo Farquharson, presentó ante la Cámara de Diputados de Salta un proyecto de ley que busca capacitar obligatoriamente a todas las personas que se desempeñen en la función pública provincial. Se busca garantizar la formación y capacitación integral en materia de igualdad e inclusión en la lucha contra la discriminación.

Por el momento, hay propuestas y hay lamentaciones por lo sucedido. Dicen que se podría haber evitado, que no había que llegar a esto para percatarse de la violencia ejercida sobre las diversidades. Pero las instituciones que deben cuidar a la ciudadanía, recibir las denuncias y hacer algo con ellas, ¿dónde estaban cuando a Tito le quebraron una pierna?

La violencia contra la comunidad LGBTIQ+ no solo es una constante, suele ser pasada por alto por parte de la sociedad y medios masivos. Los ataques homo odiantes no son hechos aislados, son situaciones que ocurren reiteradamente. Por eso las calles se cubren de marchas, intervenciones y pedidos de justicia: la orientación sexual no debe ser motivo de violencia.

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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