Las diferencias durante la campaña estuvieron signadas por temas centrales, como los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, China y la OTAN y cómo actuar ante el cambio climático.
Este martes 5 de noviembre, los estadounidenses eligen a su próximo presidente.
Hay posibilidades de que, por primera vez en su historia, el país norteamericano tenga una mandataria mujer. Esto sucedería en caso de que el Consejo Electoral elija a Kamala Harris, actual vicepresidenta que busca la continuidad demócrata en la Casa Blanca.
Del otro lado, Donald Trump busca también hacer historia, y ser el único en tener dos mandatos no consecutivos en el país en 150 años.
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Entre los distritos “decisivos” se destaca Pensilvania, es el que mayor cantidad de electores aporta (19) y tiene una gran comunidad puertorriqueña. También resulta relevante Michigan, con 15 electores. Allí, la extendida comunidad árabe parece inclinarse hacia el Partido Republicano por la postura del Gobierno de avalar el “principio de defensa” israelí en el conflicto con Palestina.
Sumado a lo anterior, Carolina del Norte, Georgia, Arizona, Wisconsin y Nevada son los Estados claves y generan expectativa.
Las diferencias durante la campaña estuvieron signadas por temas centrales, como los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, China y la OTAN y cómo actuar ante el cambio climático.
Si gana Trump, la ultraderecha se profundizará en todo América Latina, reforzando a partidos y líderes conservadores, que buscarán alinearse con el candidato del Partido Republicano en temas vinculados a la inmigración, la economía y la seguridad.
