En los últimos 20 años, los ríos y lagos experimentaron condiciones de sequía por sobre períodos húmedos.
La provincia de Córdoba es una de las más afectadas en cuanto a la disminución de caudales en los recursos de agua y el volumen de embalses que almacenan el agua para el consumo humano.
La investigadora del Observatorio Hidrometeorológico de Córdoba (OHMC) y docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Erica Díaz, explicó que en los últimos 20 años nuestros ríos y lagos experimentaron más condiciones de sequía que períodos húmedos.
Esto es debido a que gran parte de la región consta de una superficie árida y semiárida, por lo que no cuenta con agua todo el tiempo sino en determinados períodos. “Nuestros milimetrajes rondan entre los 600 y los 800 según la zona de la provincia. Y cuando atravesamos un periodo de sequía, estos registros descienden por debajo de lo normal (anomalía)”, subrayó Díaz.
Este fenómeno llamado “sequía meteorológica” se debe al déficit en las precipitaciones. Cuando se prolongan en el tiempo, comienzan a afectar la humedad de los suelos y el normal desarrollo de cultivos, dando origen a la denominada “sequía agronómica”.
Finalmente, la “sequía hidrológica” afecta los caudales en los ríos, el almacenamiento en los embalses y en los suministros de agua, explicó la investigadora. Si bien en la provincia de Córdoba existe un manejo eficiente de los embalses frente a períodos de sequía, se hace difícil cubrir las demandas cuando este fenómeno se hace persistente por varios años.
Otro de los ejes que afecta es la administración de los recursos hídricos que se ven limitados por el crecimiento poblacional y la urbanización.
A esto se le suma los malos hábitos que tenemos para el consumo del agua. Por lo que se debe hacer consciente esta problemática a la hora de administrar de manera eficiente en nuestros hogares.
“En Córdoba medimos nuestras variables meteorológicas con una extensa red de estaciones automáticas que, en conjunto con el aporte científico y técnico de diferentes grupos de investigación, avanza en mejorar estas predicciones. Es muy importante mantenerlas en el tiempo”, explicó. Esto deja en claro la relevante función del monitoreo en las variables hidrometeorológicas a través de sistemas locales de vigilancia continua para predecir las estaciones de sequías.