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Continúa el conflicto por los 31 despidos de trabajadores de la fábrica WEG

Publicado por:Ramiro Quintanilla

El proceso de apertura de importaciones y la llegada de multinacionales genera pérdidas de puestos de empleo en la industria nacional. Es el caso de la empresa que produce motores eléctricos, que en abril despidió a 31 trabajadores. Sigue sin acatar la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo.

El pasado 26 de abril, la empresa WEG, que fabrica motores eléctricos, dispuso los despidos de 31 trabajadores que realizaban tareas en la planta ubicada en camino San Carlos, en la zona sur de la ciudad de Córdoba.

En medio de un contexto económico difícil y con una retracción del consumo, la empresa decidió despedir sin causa a empleados que tienen desde 2 a más de 20 años de antigüedad.

Conversamos con Tomás Rodríguez, delegado gremial de la planta, quien explicó la situación de la pérdida de fuentes laborales y el reclamo por la reincorporación de los trabajadores.

«El 26 de abril, viernes y durante el fin de semana fueron llegando telegramas de despidos y notificaciones a 31 compañeros. El lunes se decide hacer una asamblea permanente en toda la fábrica con la participación y más del 90% de la gente. Con la presencia del sindicato y de los despedidos en el portón pidiendo la reincorporación. En los telegramas no se aduce ningún tipo de causa, son despidos sin causa. El mismo lunes ya les depositaron los montos correspondientes a las indemnizaciones», indicó el trabajador.

Ante la situación, el Ministerio de Trabajo de la Provincia intercedió en el conflicto.

«El martes 30 de abril tenemos la primera audiencia conciliatoria donde la empresa ratifica los despidos y no da ningún tipo de solución. Venía trabajando con normalidad la empresa, si bien a principio de año inició una apertura de retiros voluntarios, pero no pagaban la totalidad de la cesantía, entonces la gente no se fue. Ese martes, el Ministerio de Trabajo dicta una conciliación obligatoria con los despedidos tomando tareas por 15 días hábiles» señaló Rodríguez. 

A partir de esta intervención del Ministerio, la empresa se encuentra incumpliendo la conciliación porque no permite el ingreso de los trabajadores a la planta desde el jueves 2 de mayo, totalizando ocho días de incumplimiento.

Continúa el conflicto por los 31 despidos de trabajadores de la fábrica WEG

«El jueves 2 de mayo, cuando entramos a la fábrica, la empresa y un fuerte operativo policial no dejaban ingresar a los compañeros despedidos. Ingresa toda la planta y comienza a trabajar por la cuestión de no romper la conciliación obligatoria. Y se trabaja normal. Al otro día, no dejaban entrar nuevamente a los compañeros. La empresa ratifica los despidos y no lleva ningún diálogo a la mesa de negociación. El viernes 3 de mayo, llega el ministerio y constata que no dejaban entrar  a los despedidos rompiendo la conciliación, por lo que se adelanta una audiencia, donde el ministro de Trabajo, Omar Sereno, toma parte y propone que sea la conciliación la mesa donde discutimos cómo solucionar el problema«. 

Tomás Rodríguez

El delegado gremial explica que desde el lado de los trabajadores barajan distintas posibilidades para evitar los despidos, como rotación de personal, pero desde la empresa no modifican su postura de no negociar y mantener el incumplimiento de la cartera laboral. «Incluso, la empresa amenazó con desaforar a los compañeros delegados del establecimiento» señaló.

WEG tenía 145 operarios bajo convenio de UOM, y hasta 170 trabajadores con otro convenio, entre oficinistas y administrativos, antes de los despidos. 

Desde la empresa aducen una caída en las ventas para justificar los despidos. En este sentido, es importante destacar la política de apertura de importaciones decidida por el Gobierno nacional y su incidencia en la industria nacional.

WEG provee históricamente de motores eléctricos a la fábrica de lavarropas Alladio, ubicada en la localidad cordobesa de Luque. A fines del año pasado, Alladio anunció una integración con la multinacional MABE, asociada desde 1987 a la empresa General Electric.

El delegado gremial expuso que con la apertura de importaciones y la «integración», «vino la multinacional Mabe y empezó a entrar sus motores eléctricos desde su planta de México. Nosotros siempre hemos dependido de ese cliente» señaló. Es decir, los lavarropas de origen nacional ahora tienen componentes internacionales, lo que tiene consecuencias para las fábricas y trabajadores de la industria local.

«Hemos atravesado distintos conflictos, pero la fábrica siempre ha acatado conciliaciones. Hoy, la empresa sigue incumpliendo con la conciliación, impidiéndonos el ingreso. Nosotros queremos la reincorporación de los 31 compañeros que están peleando por sus desvinculaciones, en un contexto donde es muy probable que haya una reforma laboral. Nadie quiere esquivar la realidad de la empresa, pero la empresa le pasa por arriba al ministerio y a Sereno, y no respeta a los trabajadores rechazando la conciliación» concluyó Rodríguez. 

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