Construyendo una nueva identidad: la camiseta de la selección femenina de fútbol

Adidas Argentina presentó la camiseta que el seleccionado femenino nacional vestirá en el próximo Mundial de Nueva Zelanda-Australia 2023. La particularidad: escudo sin estrellas. 

Lo que visualmente se ve como la ausencia de estrellas en el escudo, en realidad es la presencia de identidad propia en la camiseta. La palabra "identidad", según la RAE, alude al “conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”.

Así, nuestra selección femenina busca construir su propia identidad e historia en la disciplina, forjando un nuevo camino paralelamente al de sus colegas y compatriotas: la selección masculina. Sin embargo, la construcción de identidad no es inmediata, y es necesario tener en cuenta un contexto histórico para entenderla y construirla.

Te puede interesar: "Muchachas, la ilusión continúa: Arrancó el año del mundial femenino"

La euforia mundialista por ver el escudo argentino con una estrella más da cuenta de lo nutrida que es nuestra historia nacional en el fútbol, y del sentido de pertenencia por una sola selección. Las vitrinas repletas de copas, los nombres reconocidos en todo el mundo y el respeto de los otros países ante Argentina, como una usina natural de talento futbolístico.

El dorado presente de la selección masculina también es una consecuencia de las oportunidades brindadas a lo largo de la historia. En las antípodas de las posibilidades del masculino, coexistió la invisibilidad con el femenino.

Las mujeres juegan al fútbol desde el mismo momento que lo hicieron los varones, pero las restricciones, propias de una época y mentalidad arcaica, retrasó el desarrollo en la rama femenina.

El fútbol masculino, tras huelgas y reclamos, se profesionalizó en 1931, mientras que el femenino es semiprofesional desde el año 2019. Es decir, casi un siglo de retraso en una disciplina que aún no es ni 100% profesional ni federal.

En la década del 40, en Argentina y otros países de Latinoamérica, se prohibió a que las mujeres jueguen al fútbol. Y en nuestro país, recién en 1991 se desarrolló el primer torneo femenino de AFA, sólo con equipos de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. Realidad bastante similar a la actual, ya que en el próximo torneo de primera división sólo Rosario Central y Belgrano de Córdoba no forman parte del AMBA.

Durante esos 88 años entre la profesionalización del masculino y la semi del femenino, la selección masculina pudo construir su identidad y reconocimiento en el país y en el extranjero. Identidad cimentada y construida gracias a los recursos y acompañamientos desde diversos sectores de la sociedad, sobre todo desde la Asociación del Fútbol Argentino, acompañamiento que el femenino recién viene teniendo estos últimos años.

Un respaldo que no sólo generó legitimidad, sino un sentido de pertenencia para con los jugadores varones, cuyo sentido, actualmente, la selección femenina busca generar en la sociedad. Una sociedad que, en ciertos sectores, continúa siendo reacia, machista y susceptible a la idea de que el fútbol no tiene género. Por eso, nuestro combinado femenino, se encuentra en ese proceso de desarrollo, consolidación y expansión que en algún momento el masculino atravesó y reclamó. 

Es así como la nueva camiseta albiceleste para el próximo mundial femenino, de una manera simbólica y estética, entiende a la falta de estrellas como el punto de partida para el camino que falta recorrer. Visibilizar el presente de nuestro combinado femenino entendiendo a las oportunidades brindadas como consecuencia.

Un detalle que les permite a las jugadoras, sus protagonistas, escribir su propia y única historia. Cuya historia obliga a que el resto de las páginas se escriban siempre para adelante, porque volver atrás no es opción. 

Mundial de Francia 2019: el antecedente

Durante el desarrollo de la última Copa del Mundo Femenina, Argentina disputó los tres partidos de la fase de grupos contra Japón, Inglaterra y Escocia con el detalle del escudo. Fue la primera vez en participaciones mundialistas de Argentina que sus jugadoras tuvieron 100% su propia indumentaria.

Hasta hace pocos años atrás, las futbolistas seguían usando ropa en desuso que desechaban de los varones. Inclusive, el seleccionado nacional se presentó en Francia con una camiseta alternativa hecha especialmente para su presentación mundialista en el 2019. La camiseta azul alternativa vió la luz durante el recordado partido contra Escocia, en aquella infartante remontada del 3-3. 

Los detalles en los escudos de las camisetas no es propio de la Selección Argentina, sino de todas las selecciones femeninas que participaron y participarán en la Copa del Mundo. 

Lo propio sucede con la pelota oficial del certamen: cada edición mundialista tiene su propio esférico. Justamente hoy fue presentada “Oceaunz” la pelota de la próxima Copa del Mundo Femenina 2023. Su diseño hace referencia a los paisajes de Oceanía, y su nombre es una combinación de Oceanía-Australia-Nueva Zelanda.

Nuevamente, como cada vez que rueda una pelota, el fútbol está creando espacios no sólo de inclusión y socialización, como el factor de cambio que es, sino también es una fábrica de producción y construcción de identidad. Y en este capítulo de la nutrida historia futbolística de Argentina, hoy le toca escribir a nuestra selección femenina de fútbol.

En esta nota: Deportes, Mundial Femenino 2023