A cinco años de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, continúa el pedido de justicia. Dialogamos con el Foro por la Libertad, la Democracia y los DDHH al respecto.
El 1° de agosto de 2017, Santiago Maldonado participaba de un corte de la Ruta Nacional 40 encabezado por la comunidad mapuche del Pu Lof de Cushamen cerca de Esquel.
La protesta había comenzado el día anterior, en medio del reclamo de la comunidad mapuche para recuperar sus tierras ancestrales, que están actualmente ocupadas por el Grupo Benetton. Además, exigían la liberación del lonko Facundo Jones Huala, quien fue condenado por la Justicia chilena a 9 años de prisión por causas que nunca pudieron comprobarse.
En medio del corte de ruta, la Gendarmería Nacional irrumpió por la fuerza, sin una orden judicial. No solo desplegó un operativo represivo, sino que además avanzó hacia el territorio del Pu Lof rompiendo la tranquera con un camión hidrante.
Los agentes reprimieron a los manifestantes con disparos de balas de goma y perdigones de plomo, y quemaron elementos pertenecientes a la comunidad. Quienes se encontraban en el campamento, comenzaron a huir hasta las orillas del río Chubut.
Durante la represión, Santiago fue visto con vida por última vez, escapando de los gendarmes. El joven se había escondido de las Fuerzas de Seguridad antes de cruzar el río. Allí, según la declaración de los testigos, lo apresaron y subieron a un móvil de Gendarmería.
El hallazgo del cuerpo
Los días pasaban y Maldonado continuaba desaparecido. Los rastrillajes no arrojaban ninguna pista significativa y se desarrollaron en medio de innumerables irregularidades. Luego de 78 días, y con un nuevo juez a cargo (Gustavo Lleral), el 17 de octubre hallaron el cuerpo de Santiago 400 metros río arriba del último lugar donde lo vieron con vida.
El rastrillaje contó con la participación de buzos de la Prefectura Nacional y perros del Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios, acompañado por todas las partes actuantes en el expediente y con el consenso de la comunidad mapuche que habita el territorio, al tiempo que no se permitió la participación de ningún miembro de la Gendarmería Nacional.
La última vez que se vio con vida a Santiago fue el 1 de agosto de 2017, en el marco de un operativo irregular de la Gendarmería Nacional avalado por las autoridades del Ministerio de Seguridad de entonces. El 17 de octubre de ese año su cuerpo fue hallado en el Río Chubut. pic.twitter.com/GJ6NMkj69j
— Secretaría DDHH (@SDHArgentina) August 1, 2022
La autopsia estableció que Santiago Maldonado falleció por «ahogamiento por sumersión en el agua del río Chubut coadyuvado por hipotermia», que había permanecido «siempre abajo del agua y no en otro medio» y se descartó la existencia de moretones o traumatismos asociados a una muerte intencional.
Tanto la familia como el equipo legal repudiaron esta resolución, y desde 2018 luchan por la reapertura de la causa y el esclarecimiento de los hechos, con fuertes críticas al manejo del caso: en primer lugar por parte de quien entonces era ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y también por parte del Poder Judicial, principalmente a los magistrados que actuaron en el expediente, Guido Otranto y Gustavo Lleral.
No nos olvidemos de Santiago
A cinco años de la desaparición forzada, la familia de Santiago Maldonado continúa denunciando irregularidades en la investigación, como grabaciones incompletas del operativo, quema de evidencia y contradicciones de los gendarmes presentes el día de la protesta.
En este marco, dialogamos con Tri Heredia, miembro del Foro por la Libertad, la Democracia y los DDHH y el Colectivo Más Democracia, quien manifestó que este aniversario trae consigo «profundo dolor y preocupación». Al mismo tiempo, genera «convicción de que, a 5 años del asesinato de Santiago a manos del poder político macrista y sus fuerzas represivas, la memoria está activa en determinados sectores de la población«.
«Esto pone como sur seguir insistiendo en la reivindicación de la vida y ejemplo de Santiago, y que el pedido de justicia no cese y llegue el castigo para los responsables políticos y materiales del crimen, acompañando a su familia incondicionalmente».
«Tarde o temprano, habrá justicia»
En línea con lo anterior, resaltó la «profunda decepción, especialmente del poder político de turno a nivel nacional. Con la gestión del Frente de Todos creíamos que iba a producirse un cambio profundo de contexto político, que se iban a acelerar las causas para que la Justicia llegue a la verdad y posterior condena».
«Pero no, allí anda Patricia Bullrich, la principal responsable política del asesinato de Santiago, paseando su verborragia anti derechos, sin condena», manifestó. Al mismo tiempo, criticó «cómo ciertos organismos de DDHH de la Provincia han menguado acciones en la lucha permanente pidiendo Justicia por Santiago. Eso decepciona mucho».
Pese a lo mencionado, Tri Heredia dijo que «tarde o temprano habrá justicia. Esto dependerá de la memoria y lucha activa, y además de que quienes tienen responsabilidad política de turno, accionen para terminar con los sótanos de la democracia, y construyan autopistas veloces hacia un camino justo».