Es extendido el conocimiento popular sobre la marihuana. Pero qué desarrollo tiene en la industria textil. Aquí les traigo algo de historia y posibles usos del cáñamo en nuestra región.
La llegada del cannabis y el cáñamo a América del Sur
Se estima que las semillas de cáñamo llegaron a la Argentina y a países vecinos por intermedio de las Coronas española y portuguesa, pero con fines de comercialización para usos textiles principalmente. Del tallo del cáñamo se extrae una fibra fuerte y resistente, que permite la fabricación de hilandería para prendas y objetos como: ropa, canastas, alfombras y tapices.
Pero con la utilización de la planta para fines psicoactivos, sobre todo por africanos y africanas que llegaron como esclavos al continente, se prohibió su utilización y comenzó un derrotero sobre sus usos y fines que nos interpela hasta nuestra época.
Si bien se persiguió desde aquellos tiempos a quiénes la consumían de manera recreativa, la producción de cáñamo para la industria en nuestro país se prohibió totalmente desde 1977 por el decreto-ley 21.671 durante la última dictadura militar.
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Actualmente, con la implementación de la Ley 27.669 para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, son cada vez más los productos que pueden encontrarse en el mercado derivados de la planta.
¿Macoña es igual a cáñamo?
Sí, ya sé, a esta altura de la nota se están preguntando si la plantita que nos da cogollos y aceite de cannabis, también puede brindarnos ropa. La respuesta es sí, pero no. La semilla que da lugar al cáñamo industrial pertenece a la familia cannábica, pero no contiene THC, asique si estaban imaginando ropa loca y un dos por uno, lamento desilusionarlos.
Para la fabricación de textil y papel lo que se necesita es su tallo. Y si bien la implementación de productos derivados del cannabis medicinal fue de lo más comentado y esperado, la ley también prevé la utilización del cáñamo para su implementación en la industria textil y derivados.
En Argentina la empresa Stay True Organic, fue de las pioneras en la fabricación de remeras, toallas, ropa de bebé y sábanas a base de esta hilandería. Pero para la fabricación del producto final, se importa la hilandería desde la India. Hasta el momento las plantaciones cañameras con este fin son muy incipientes.
Boom para la sustentabilidad
El cáñamo es un cultivo que permite una producción ecológica, por que absorbe la emisión de gases contaminantes que contribuyen al efecto invernadero. Además, consume una menor cantidad de agua, en relación al algodón y al que podría sustituir de manera sustentable. No como el poliéster, derivado del petróleo y que en la actualidad si es fácil de producir, pero es igual o más contaminante que el algodón. Frente a este panorama el cáñamo es una alternativa más que considerable.
La fibra de cáñamo es noble y se caracteriza por su sedosidad. Es asequible para cultivar y accesible a la manufactura. En cuanto a sus usos, son múltiples, desde tapizados para autos hasta ropa fresca y fácil de conservar.
Son varias las marcas internacionales que ya están explorando la utilización del cáñamo en sus productos, por ejemplo, Nike, Coca Cola, Pepsi, Patagonia, entre otras. Y es que estás empresas ven el cultivo de cáñamo un valor amigable con el medio y nuevas posibilidades para extender sus negocios productivos.
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¿Estamos entonces frente a un win – win? Bueno eso está por verse. Para que esto suceda es indispensable pensar en prácticas equitativas dentro de las relaciones productivas laborales. También se deben considerar los riesgos que puede ocasionar el mono cultivo. Bastan dos ejemplos a modo de muestra: el algodón y la soja. Son conocidos los estragos que han desarrollado sobre nuestro planeta.
Por una producción local
En el Valle de Traslasierra el ingeniero ambiental Gustavo Álvarez intenta producir cáñamo de fibra corta y larga, también espera desarrollar cañamiza para la construcción.
En una entrevista para la revista THC sostiene: “El proyecto es muy viable por las condiciones. El tipo de suelo hace obtener una muy buena calidad de fibra para textil, pasta celulosa para papel, biocombustibles, etc. Elementos de uso hay de sobra, lo que hace falta es voluntad real. Además, es un excelente aporte para la economía regional porque es proyecto ambiental de interrelación entre todas las partes: ambiental, social, política y económica. (revistathc.com)
Es auspicioso pensar en una producción regional de plantaciones de cáñamo, que se integre de manera cooperativa y sustentable a la región. Que genere nuevos puestos de trabajo y que se desarrolle de manera horizontal. Es de suma importancia que el cultivo se introduzca de forma responsable en nuestra tierra y que no persiga objetivos extractivitas y de deforestación sobre nuestra flora y fauna nativas.
No está de más recordar que la industria textil es de las más irregulares del planeta, nuestro país, nuestra ciudad, no están exentas de ello. Quizás la lucha que sostuvo la implementación de la ley, nos genere más esperanzas. Las condiciones están dadas para qué la industria cañamera nos proporcione respuestas sostenibles, igualitarias y con perspectiva de futuro verde.