El pronóstico responde a lo que sucederá después de la pandemia de Covid-19, y fue formulado por organismos de las Naciones Unidas.
En una nueva publicación, CEPAL y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertan que la reactivación del mercado laboral de América Latina y el Caribe, una vez finalizada la emergencia sanitaria, será lenta.
La edición N⁰ 23 del informe Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. La dinámica laboral en una crisis de características inéditas: desafíos de política (noviembre de 2020) , señala que se necesitará mucho tiempo para que los principales indicadores del mundo del trabajo regresen a los niveles previos a la pandemia.
¿Esto qué significa? Los años que se tarde en lograr el nivel de actividad económica existente antes de la crisis de Covid-19, se traducirán en una lenta recuperación del empleo.
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Datos claves del informe
- Si se mantuviera una tasa de crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) regional de 3,0%, solo se alcanzaría en 2023 el nivel de PIB que existía en 2019.
- Con la tasa promedio mostrada en la última década (1,8%), se alcanzaría recién en 2025 el nivel de PIB de 2019.
- Con la tasa promedio anotada durante el último sexenio (0,4%) no se alcanzaría en la próxima década.
El documento, resalta que la crisis sanitaria generó una masiva pérdida de trabajo. En el segundo trimestre del año se estima que hubo una pérdida de 47 millones de empleos en el conjunto de la región, casi una quinta parte del nivel de empleo alcanzado en 2019.
Asimismo, la destrucción de estos puesto laborales se tradujo solo parcialmente en un aumento de la desocupación abierta, que se incrementó de 8,9% en el segundo trimestre de 2019 a 11,0% en el segundo trimestre de 2020.
¿Esto a que se debe? Según el informe, gran parte de las personas que perdieron su trabajo no vieron oportunidades para una pronta reinserción laboral o estuvieron impedidas de buscar empleo por las restricciones a la movilidad y se retiraron de la fuerza laboral.
Mujeres, jóvenes e inmigrantes son los más afectados por los efectos de la crisis económica, generada por la pandemia de Covid-19.
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Datos sobre el empleo de las juventudes
- Para quienes se incorporan por primera vez al mercado laboral, personas de entre 15 y 24 años, la caída en el empleo fue de -7,8 puntos porcentuales con respecto al segundo trimestre de 2019.
- Para los mayores de 25 años fue de -7,3 puntos porcentuales.
- Asimismo, el aumento en la tasa de desocupación de los jóvenes en el segundo trimestre de 2020 fue mayor que para los adultos (3,4 versus 1,8 puntos porcentuales), a pesar de la mayor caída en la tasa de participación (-8,7 versus -6,8 puntos porcentuales).
Respecto a la población femenina, durante la pandemia, la reducción del empleo en términos proporcionales fue mayor que en el caso de los hombres, del 18,1% en comparación con el 15,1%.
Esto posiblemente se debe, según la investigación, por su mayor presencia en sectores muy afectados por la crisis sanitaria (servicio doméstico, restaurantes y hoteles, comercio).
En relación al punto anterior, la pérdida más grande de empleos formales e informales por la pandemia, se registra en empleadas de servicios domésticos, ya que hasta el segundo trimestre de 2020, 30 de cada 100 perdieron su trabajo.
“La crisis sanitaria en el empleo afectó sobre todo a los grupos vulnerables, profundizando la desigualdad en el mercado laboral. Las mujeres han sido más afectadas por la pérdida de empleo y la caída en la participación laboral. Una mirada estratégica debe vincular el desarrollo sostenible con la creación de empleo”, señalaron en la presentación del informe.
Recomendaciones para paliar la situación
Tanto la CEPAL como la OIT destacan que la región necesita aplicar políticas macro activas y políticas sectoriales para promover el desarrollo sostenible del empleo…¿De qué manera?.
Unas de las sugerencias para alcanzar esa meta, implica impulsar políticas ambientales que estimulen el empleo y el crecimiento.
Para los organismos internacionales, esas acciones deben ser «apoyadas por políticas fiscales activas que fomenten el empleo, con proyectos de inversión intensivos en trabajo y con enfoque de sostenibilidad ambiental, que tienen que ser complementadas con políticas industriales y tecnológicas para construir capacidades productivas nacionales, y aumentar la competitividad».
Además, recomiendan «otorgar financiamiento y liquidez a micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), con plazos más largos y costos más bajos«.
Por último, consideran que se requieren programas de formación profesional que faciliten la recalificación o reconversión laboral para las y los jóvenes que han perdido sus empleos.
Es momento de aprovechar las tecnologías digitales para promover la capacidad de aprendizaje y disminuir la brechas digitales, algo que se observó en esta pandemia… algunos quedaron dentro del sistema y otros fueron complemente excluidos.
Fuente: CEPAL