Córdoba

Al ritmo del país, Córdoba castigó al Gobierno

La provincia mostró anoche un retrato casi idéntico al de las PASO de 2017, en un escenario predecible. El interrogante es cómo se posicionarán, de ahora en más, las fuerzas nacionales desde Córdoba. Por Matías Mowszet La provincia de Córdoba mostró anoche un retrato casi idéntico al de las PASO de 2017, la última elección […]

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La provincia mostró anoche un retrato casi idéntico al de las PASO de 2017, en un escenario predecible. El interrogante es cómo se posicionarán, de ahora en más, las fuerzas nacionales desde Córdoba.

Por Matías Mowszet

La provincia de Córdoba mostró anoche un retrato casi idéntico al de las PASO de 2017, la última elección comparable con ésta en términos de votar el mismo cargo y en las mismas condiciones respecto a la simultaneidad con otras elecciones.

Juntos por el Cambio (Cambiemos aquella vez) con más del 45%, Hacemos por Córdoba (Unión por Córdoba en 2017) asomando con 25 puntos y el Frente de Todos (Córdoba Ciudadana en aquella ocasión) en la órbita de los 10 puntos.

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Sostener el panorama de 2017 en un escenario general de caída en todo el país es un premio consuelo que sabe a poquísimo para un kirchnerismo cordobés acostumbrado a decepcionar cuando se trata de llevar la agenda nacional a las urnas.

Cierre de campaña del Frente de Todos Córdoba.

Es decir, Córdoba mostró un tablero razonable y predecible mientras el resto de los distritos metía batacazos por todos lados en unos comicios atípicos y un desarrollo de la construcción de los resultados que provocaron cimbronazos importantes a nivel nacional.

Parte del concierto del “todo sigue igual” tiene a la coalición opositora ganando hegemonía total en la provincia cuando se trata de discutir cargos nacionales en la agenda nacional pero sin la capacidad para trasladar ese apoyo a un armado que les permita disputarle al gobernador Juan Schiaretti el control del Gobierno.

Es posible, incluso, que una parte del diagnóstico interno que hagan sus dirigentes tengan que ver con el detalle más importante de la elección de ayer en Córdoba.

Es que, en esta ocasión, la verdadera batalla era la interna de Juntos por el Cambio que protagonizaban los binomios conformados por Mario Negri y Gustavo Santos de un lado, y Luis Juez con Rodrigo De Loredo en el otro.

Juez fue apoyado por Patricia Bullrich, mientras que Negri contó con Macri en la interna. Foto: EnRedacción.com

El triunfo de Juez fue tan aplastante como inesperado y puso a Negri en una situación complicada respecto de su liderazgo nacional. El radical es jefe del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados y se mantuvo alejado de la discusión central que tuvo su partido en la primaria de la provincia de Buenos Aires para no correr riesgo de embarrarse demasiado.

Es que, así como la UCR se partió en Córdoba, también lo hizo el PRO, que dejó a Soher El Sukaria como segunda de Negri y al macrista Gustavo Santos encabezando la lista de diputados, mientras que otros dirigentes de ese partido como la senadora Laura Rodríguez Machado y Héctor “la Coneja” Baldassi quedaron del lado de Juez.

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La derrota de Negri y por una diferencia significativa (más de 10 puntos sobre la totalidad de los votos válidos) tiene algunas consecuencias directas e indirectas. La primera es que arrastra en el fracaso al delfín del expresidente Mauricio Macri, Gustavo Santos.

La segunda es que expone al propio expresidente que tuvo señalamientos e injerencias erráticas en esta campaña. Dos viajes significativos al interior hizo Macri a visitar listas que competían en internas: Federico Angelini en Santa Fe y Mario Negri en Córdoba. Perdieron los dos.

Detrás de Juez estaba la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Una disposición de voluntades que, a la luz de los resultados, rompe el mito de la pertenencia cordobesa inequívoca de Macri.  

Negri deberá ahora enfrentar los cuestionamientos que sus colegas murmurarán sobre la idoneidad de la conducción del bloque en manos de un dirigente incapaz de imponerse en una interna en su propio distrito.

Mauricio Macri junto a Mario Negri.

Por las otras sedes, no abundan las novedades. Hacemos por Córdoba pernocta el segundo lugar, lejos del primero y lejos del tercero. Se vuelve a topar con el obstáculo que le impide pisar fuerte a nivel nacional, sobre todo, para un Schiaretti que vencerá su segundo mandato en el Centro Cívico en 2023 y podría dirigir sus ojos hacia el este.

El Frente de Todos volverá a preguntarse por qué el nexo de comunicación con la población cordobesa sigue roto y no encuentra forma de arreglarlo. En este caso, hay una explicación sencilla que permite no pensar demasiado en lo que se hace a nivel provincial: implosionó el Gobierno nacional.

La economía y los desaciertos presidenciales explican el presente cordobés de la misma manera que el presente en todo el país.

La vía de la reconstrucción de la confianza tendrá que ser con políticas concretas que se emanen desde la Casa Rosada. Con ellas, el Frente de Todos local tendrá que hacer su parte: llevar el mensaje a un público que no lo quiere escuchar.

En este escenario, comienza una campaña de más de dos meses para noviembre.

Cristian Dominguez

Redactor y co-productor de contenidos para el sitio web y las demás plataformas de El Resaltador.
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