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A la hora de reciclar: ¿valen o no las acciones individuales?

Por el Día del Reciclaje, nos preguntamos por el verdadero alcance de nuestras acciones individuales. En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, cabe pensar si nuestros hábitos sostenibles tienen razón de ser o no. En un mundo en donde la crisis climática y ambiental crecen sostenidamente, en donde las medidas para […]

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Por el Día del Reciclaje, nos preguntamos por el verdadero alcance de nuestras acciones individuales. En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, cabe pensar si nuestros hábitos sostenibles tienen razón de ser o no.

En un mundo en donde la crisis climática y ambiental crecen sostenidamente, en donde las medidas para cuidar nuestro planeta siempre parecen tibias o insuficientes, la opción más a mano puede ser pensar que lo que hacemos en casa no sirve de nada. Sin bien existe una responsabilidad empresaria y gubernamental entorno a la cuestión ambiental, también existe una ciudadana que si hace la diferencia.

Porque no es lo mismo destinar una botella para tus colillas usadas, o bien tirarlas en un tacho de basura, que desecharlas en la calle y correr el riesgo de que contaminen litros y litros de agua. Porque siempre que se pueda, usar un vaso reutilizable o evitar los sorbetes plásticos va a ser algo positivo para el planeta. Entonces, ¿sirven o no sirven nuestras acciones individuales? En esta nota preferimos decir que aportan y nunca están de más.

Un argentino o argentina produce en promedio 1,15 kilos de residuos por día, según cálculos oficiales. A la vista, un poco más de un kilo parece poco. Pero si lo multiplicamos por la cantidad de habitantes, damos con que en nuestro país se producen 45 mil toneladas diarias de basura. Según la ONU, la cantidad de residuos reciclados en el país llega a apenas un 6%. Se trata de una cifra parecida a la de otros países de la región.

A nivel nacional, no contamos con un discurso e iniciativas uniformes sobre el reciclaje. Con lo cual surgen errores comunes a la hora de realizar estas prácticas. Si bien no pretendemos ser una guía de cómo reciclar correctamente, cabe mencionar algunas recomendaciones. Por un lado, saber que más allá de las iniciativas gubernamentales, existen otras organizaciones que reciclan la basura. Tal es el caso de Cyclear o La Victoria.

También cabe destacar que alrededor del 80% de nuestra basura es reciclable, siempre y cuando este correctamente separada y sobre todo limpia. Según informaron diferentes cooperativas y empresas de triple impacto, una de las mayores dificultades a la hora de reciclar la basura que reciben es que la misma viene sucia y contaminada. Así, una caja de pizza con queso pegado no servirá, pero recortar las partes limpias si. En este sentido, prestar atención al separado y a la limpieza de la basura reciclable es nuestro aporte ciudadano.

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Tres acciones cotidianas que pueden mejorar

De esta manera, y siguiendo con la idea de que nuestros aportes individuales tienen importancia, pensamos en tres situaciones de la vida cotidiana en las cuales podríamos mejorar nuestros hábitos y ser más sustentables.

  • Llegó el frio y nos disponemos a hervir vegetales para una gran sopa. En este simple acto culinario podemos cambiar dos cosas para ser más sustentables. Primero, mantener cocciones responsables: aprovechar el calor residual y no calentar más agua que la necesaria. En segundo lugar, saber que ese agua en la que hervimos nuestros vegetales es apta para riego, devolviendo lo que es de la tierra a la tierra.
  • En general, y quizás más ahora que se intensificó el home office, a los toma corrientes y zapatillas de nuestros hogares no les queda ni un lugar libre. Aunque pueda parecer mínima la diferencia, desconectar cables y cargadores en desuso es una acción necesaria que no toma más de un minuto.
  • Con el inicio de cada mes, la puerta de nuestras casas o departamentos es el lugar en donde todas las facturas de los servicios se encuentran. En este caso, caben dos alternativas para ser más sustentables: suscribirse a facturas electrónicas o bien reutilizar esos papeles mientras se le comunica a la empresa el cambio a lo digital.

Los cambios que podemos realizar son cada vez más, cada vez más creativos pero sobre todo cada vez más necesarios. Una acción positiva con el ambiente jamás será en vano o innecesaria, no importa si la hace una persona o una mega empresa. Sin dudas el impacto no será el mismo, pero la suma de pequeños impactos no debe perder importancia.

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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