Verano cordobés: cosecha de algarroba, fiesta y encuentro ancestral

Durante la temporada de verano, los pueblos serranos nos invitan a la cosecha de algarroba, fruto que servirá para acompañar la fiesta de Zapam Zucum o también conocida como La Algarrobeada.

Fuente: Fernando Guzmán

Cuentan los ancestros del pueblo Kamiare que una vez, sus habitantes sobrevivieron escondidos en los montes. Allí, los hombres y las mujeres salían a luchar o a cazar. Mientras tanto, los niños quedaban en los montes. Allí, la Zapam Zucum hacía su aparición; con su pelo cobrizo y sus dos grandes senos. Con ellos, alimentaba de leche de algarroba a los niños y niñas, para que así pudieran sobrevivir.

Transcurrido el tiempo, los pueblos comenzaron a cosechar algarroba para hacer pan y bebidas, que después comerían y beberían en una gran fiesta dedicada a la Zapam Zucum. Hasta el día de hoy, el rito se conserva en distintos pueblos serranos, durante el verano y cerca de la época de carnaval.

Otra manera de nombrar al algarrobo es llamarlo "yastac", en honor al dador de sus primeras semillas, el "Yastay". Esta deidad es el guardián de las semillas de algarrobo y de los bosques. Junto a la Zapam Zucum se encargaron de entregar sus saberes, proteger y hacer sentir parte de la naturaleza a las distintas comunidades.

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¿En qué consiste La Algarrobeada?

La Algarrobeada es una celebración de agradecimiento a la madre tierra por darnos un fruto como la algarroba, que tiene múltiples propiedades y usos. Durante esa celebración, tanto en el pasado como en el presente, es todo un ritual hacer cada comida, bebida o medicina.

Esta celebración es típica de nuestros pueblos originarios, pero aún se realiza en diversas comunidades serranas, durante la época de carnavales. El algarrobo es venerado desde tiempos lejanos, por ser un árbol sagrado del que se pueden obtener bebidas como el Aloja y el Añapa, o bien medicinas y harina para hacer el pan del indio.

El algarrobo nos da un fruto similar a las chauchas que ya conocemos, el cual se cosecha en enero. En tiempos anteriores, todo el pueblo se abocaba a esta tarea. Así, después de una ardua labor conjunta, solo quedaba celebrar el trabajo realizado y el fruto otorgado por la madre tierra.