Si las temperaturas no descienden, ¿cómo evitar un golpe de calor?

Córdoba tendrá una temperatura de casi 40 grados otra vez este lunes. Para cuidarnos del sol y del calor, recopilamos información que puede servirnos para toda la temporada.

Córdoba tendrá otra jornada calurosa este lunes, con temperaturas que estarán cerca de los 40° de sensación térmica. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un alerta amarillo por “Temperaturas Extremas”, que incluye sectores de las provincia de Córdoba y Buenos Aires.

No descartan que las altas temperaturas se mantengan durante toda la semana, y advierten que si no se toman los recaudos correspondientes las personas pueden verse afectadas por este contexto.

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Por ejemplo, puede darse que en una situación de altas temperaturas como hoy, una o mas personas sufran un golpe de calor. Se trata de un trastorno ocasionado por el aumento de la temperatura del cuerpo, como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad.

¿Qué síntomas son propios de un golpe de calor?

Previo al golpe de calor, podemos identificar lo que se conoce como "agotamiento por calor", situación que si se identifica a tiempo puede tratarse y prevenir el avance hacia el golpe en sí mismo. Los síntomas más habituales son: sudoración excesiva, piel irritada por la transpiración en bebés, piel pálida y fresca, sensación de calor sofocante y sed intensa o sequedad en la boca. También pueden presentarse calambres musculares, agotamiento, dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos, dolores de cabeza o irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños) y hasta mareos o desmayo.

Posteriormente, cuando la persona ya transita un golpe de calor propiamente dicho, los síntomas cambian: el cuerpo alcanza una temperatura de entre 39°C - 40°C o mayor, la piel se encuentra roja caliente y seca (se agota la transpiración), la respiración y frecuencia cardiaca acelerada y se da un dolor palpitante de cabeza. Asimismo, puede darse una alteración del estado mental y del comportamiento como vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento, y hasta convulsiones.

¿Cómo cuidarnos de un golpe de calor?

• No exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas.
• En el caso de los bebés, amamantar con mayor frecuencia. Si tienen más de 6 meses, ofrecerles agua fresca y segura sin esperar que la pidan.
• Usar ropa holgada, clara y liviana: usar mucha ropa y que sea oscura, gruesa o apretada no permite el enfriamiento necesario del cuerpo.
• Cuidarse de las quemaduras solares: se recomienda protegerse del sol con sombrero o gorra, anteojos de sol, ropa cubritiva y protector solar con factor de protección mayor a 30 FPS. Mientras se está al aire libre, aplicar este último cada dos horas o luego de nadar o transpirar en exceso.
• Tomar abundante líquido: es fundamental hidratarse cada 30 minutos, aunque no se tenga sed. Incluso, mientras se realiza actividad física con calor, se recomienda hacerlo cada 10 minutos. También evitar las bebidas con mucha cafeína o azúcar, muy frías o calientes. En el caso de los bebés, se recomienda aumentar la frecuencia de la lactancia.
• Evitar la permanencia prolongada en vehículos estacionados al sol: ya que la temperatura y la humedad dentro del automóvil se elevan muy rápido.
• Reducir la actividad durante los momentos más calurosos del día: evitar las actividades extenuantes, aumentar la hidratación y descansar en lugares frescos al mediodía. Se sugiere programar actividades por la mañana temprano, o a la tarde/noche.
• Aclimatarse: al viajar a una zona calurosa en verano, se debe limitar el tiempo de trabajo o ejercicio los primeros días, hasta aclimatarse. El cuerpo puede tardar varias semanas en adaptarse al calor.
• Aumentar los cuidados si hay factores de riesgo preexistentes: si se tiene una enfermedad como obesidad o alguna afección cardíaca, los cuidados deben extremarse.