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Shibari: nudos son mimos

Publicado por:El Resaltador

Su historia se remonta a 1400, en Japón, donde fue utilizado por los Samurai, hoy un estilo japonés de bondage donde no todas las ataduras son de naturaleza sexual…

Por Lic. Noelia Benedetto MP 8136 // Xdoll Shibari Lic. en Artes visuales y atadora

Primero lo primero: ¿Qué es el bondage? ¿Y el shibari?

Es la B del acrónimo BDSM. Según Kinky Vibe Argentina y Pasteldom (2019) es una práctica que consiste restringir la movilidad de alguna forma con algún tipo de implemento (cuerdas, esposas, corbata, pañuelos, etc).

Su historia se remonta a 1400, en Japón, donde fue utilizado por los Samurai. Este tipo de arte comenzó como una forma de sujetar y restringir a los prisioneros de los samurais, originalmente conocida como Hojo-jutsu. La palabra Hojo está compuesta por los caracteres, “ho” y “jo” conocidos también como “tori” y “nawa”, cuyo significado es: “Ho” o “tori” (apresar) y “jo” o “nawa” (cuerda), además lo compone el término “jutsu” que significa arte o camino (el arte de apresar con cuerda).

El shibari es un estilo japonés de bondage que sigue ciertos patrones y estéticas. Se realiza solamente con cuerdas, cabe destacar que no todas las ataduras son de naturaleza sexual. La palabra Shibari en japonés se refiere específicamente al acto de atar. Para Xdoll tiene que ver con “el camino de atar”, “vos elegís qué cosas querés hacer con una persona o con varias para llegar a una finalidad”. 

Kinbaku podría significar retención, inmovilizar o traducido “atar fuertemente”; es una variante de este estilo, donde la intención de la tensión es más sexual, y está asociada al sexo kinky. A grandes rasgos, si se trata de una exhibición artística que, aunque erótica, se limita a la interpretación de una artista y no a un acto sexual, entonces estamos hablando de Shibari.

Las cuerdas presionan y marcan, pero no necesariamente deberían doler, es más, podrían causar placer en algunas personas. 

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Cada nudo o enlace es colocado estratégicamente en puntos de acupuntura para estimularlos y aumentar la energía sexual.

Ambos tienen factores comunes,el roce de las manos,la cuerda, las sensaciones de la presión,la respiración,el silencio y en si la inmovilización del cuerpo o de parte del mismo. No se considera sinónimo de ninguna forma de privación o degradación; de hecho es todo lo contrario. 

¿Hay riesgos en estas prácticas?

Partimos de la base de que hay un riesgo en todas las prácticas que llevamos a cabo. Sin embargo, nuestra responsabilidad como practicantes es intentar minimizar (nunca eliminar) ese riesgo de todas las formas posibles. Es posible minimizar el riesgo siendo consciente de ello y de vos misma, estando informada y trabajando con un atador/a con buena destreza y consciente de los riesgos. 

Para poder minimizar los riesgos te recomiendo esta adaptación que hice de “El Decálogo de Seguridad“ de Rida 

1) Conocé a tu atadora: Sólo porque sea alguien que tenga cierta fama en el mundillo kinky no es suficiente como para que concluyas que lo conocés. Hablá personalmente, saber por quién te estás dejando atar es algo muy importante. Hacele todas las preguntas que consideres necesarias. Permitite conocer su visión de las ataduras y su postura ante las emergencias.

2) Permití que la atadora te conozca: No tengas miedo o vergüenza de presentarte como una persona novata. Sé lo más honesta posible acerca de tu nivel de experiencia. No intentes impresionar con una realidad distorsionada.

3) Conocé las limitaciones de tu propio cuerpo: Sé consciente de que ciertos aspectos de salud incrementan los riesgos, y que lo que un día podés llegar a hacer, quizás no lo puedas hacer al día siguiente. Antes de atar a alguien, preguntale sobre las condiciones médicas preexistentes que tengan que puedan afectarle (lesiones en las articulaciones, convulsiones, epilepsia, asma, implantes mamarios, mastectomía, diabetes, lesiones/daños a los nervios, etc.).

4) Cuídate mucho de dejarte atar sin estar en condiciones: Se sugiere no realizar este tipo de prácticas bajo los efectos del consumo de sustancias: alcohol, psicofármacos, antihistamínicos, drogas, cannabis; o bien con jetlag, falta de horas de sueño reparador o sin haberte alimentado previamente. Si sentís que no estás en óptimas condiciones deberás notificarlo inmediatamente a la atadora y tener en cuenta que existe una más alta probabilidad de que algo salga mal o no como lo esperado en ese estado.

5) Cuidate de personas atadoras que no estén en óptimas condiciones: Si te enteraras de que tu atadora ha bebido alcohol, consumido sustancias, o que está bajo los efectos de cierto tipo de medicación, ha dormido poco o nada, o está en cualquier estado que le prive de estar con sus sentidos 100% alertas; deberías tener en cuenta de que las posibilidades de que algo pudiera salir mal se incrementan. Su tiempo de reacción y reflejos serán lentos y además, en algunos casos su percepción sobre sus propias habilidades y el entorno pueden estar distorsionadas.

6) No te pierdas, no te vayas del todo: Las cuerdas se sienten muy bien, y normalmente ponen a la persona modelo en un estado de relajación elevado (trance o subspace). Sin embargo, a fin de reducir riesgos, necesitas estar consciente de lo que sucede con tu cuerpo. Es por eso que, mientras que estás siendo atada, nunca debés perder noción del estado de tu circulación e indicadores que pudieran indicar daño sobre algún nervio. Por eso se recomienda que muevas los dedos de las manos y de los pies comprobando cada determinado tiempo en las partes que puedas mover cualquier zona sin problemas.

Recordá también que existen riesgos ocultos que pueden no presentarse al comienzo, por lo cual es importante que estés atenta a cualquier señal de tu cuerpo, sea un cosquilleo o un dolor. También debes tener en cuenta que el daño a los nervios puede ocurrir de un segundo al otro, con solo mover la cuerda un milímetro. El daño en el nervio también puede ser acumulativo e ir empeorando con el tiempo y con repetidos episodios de riesgo. Si has sufrido una lesión en un nervio, es recomendable no colocar cuerda en la zona afectada durante, al menos, 6 meses para permitir una total recuperación y prevenir lesiones acumulativas

7) No hay apuros: No caigas de lleno en la excitación o la pasión por sentir algo nuevo. Siempre habrá tiempo para intentarlo todo, siempre y cuando te cuides/n y no te dañes/n.

8) No es una competencia: Solo porque otras personas puedan hacer o soportar algo no quiere decir que son mejores modelos que otras que no pueden. O porque hayas probado A, B y C no quiere forzosamente decir que tienes que hacer X, W ó Z. Solo porque hayas probado un un arnés de pecho no quiere decir que tenés que seguir con una suspensión.

9) Nunca dejes a hablar a tu ego sobre tu seguridad: Podés haber sido atada en varias oportunidades por cientas atadoras, pero puede que una atadura con una de ellas salga mal y tener un daño permanente. Es por eso que, por más que tengas toda la experiencia del mundo, no debes pensar que tu acercamiento a las cuerdas pueda ser despreocupado o descuidado. Los riesgos inesperados nunca disminuyen, pero podés asegurarte de no caer en los ya esperados.

10) El ego de ninguna atadora vale tu salud ni tu vida: No tengas miedo de hablar si te sentís incómoda con algo, o pensás que algo está andando bien. No existe ninguna persona atadora infalible, y ninguna lee mentes. Es tu responsabilidad protegerte a vos misma. Cada cuerpo es diferente, y el haber atado a 100 personas antes puede no darle información a la atadora de cómo es tu corporalidad en particular.

ESTO ES MUCHO MUY IMPORTANTE: 

Aprender sobre anatomía y debilidades personales.

Las cuerdas tienen muchos usos:

suspensión: elevar alguna parte del cuerpo de la persona modelo, 
decoración: hacer un diseño decorativo en el cuerpo, 
función: uso de las cuerdas para crear algún objeto, 
herramienta: hacer un arnés, 
restricción: reducir la movilidad de la persona que está siendo atada.

Consenso y consentimiento: se utiliza un protocolo en particular que se denomina RACK (Risk-Aware Consensual Kink) Kinky Consensuado con Conciencia de Riesgo.

Siempre contar con tijeras alrededor: Es la manera más rápida de cortar las cuerdas en caso de ser necesario. 

Jamás dejar sola y atada a alguna persona: Kinky Vibe plantea que es posible montar la escena de que “dejaste sola” a la otra persona, pero alguien siempre debe estar supervisando directamente. Bondage+dejar sola a personas es la causa número uno de muerte relacionada con prácticas kinky.

Donde hay cuerdas, puede haber marcas: Hematomas, moretones o petequias. Si vas a atar a alguien comunicá la posibilidad de esto, así pueden modificar la práctica de acuerdo a la respuesta.

ITS y genitales externos: En caso de usar cuerdas sobre los genitales expuestos de alguien, no recomendamos volver a usarlas con otra persona ya que estamos exponiéndonos a la transmisión de ITS a través de la cuerda. Material adecuado: Los materiales elásticos (cuerdas elásticas, medias, gomas) van a actuar como un torniquete alrededor de la extremidad, cortando totalmente la circulación.

No vale cualquier cuerda. Lo que necesita es una cuerda diseñada específicamente para ser cómoda y no causar dolor ni daño a su modelo. Por ejemplo, una cuerda de algodón es una que se usa comúnmente. Sin embargo, la más común y ampliamente considerada como la mejor opción posible para esta actividad, es la cuerda de yute.

Dónde ponemos la cuerda importa: Es recomendable colocar la cuerda en los lugares más carnosos y con menos hueso. Evitar articulaciones (codos, rodillas, ingle, etc) que además es donde los vasos sanguíneos se encuentran más expuestos. Las articulaciones y la parte superior de los brazos son áreas de mayor riesgo en comparación con los muslos o los tobillos.

Temperatura: El frío es un factor de riesgo para el daño nervioso. Pensemos en una bandita elástica: qué tan fácil es romper una bandita congelada vs. una a temperatura ambiente. El frío disminuye la flexibilidad y altera nuestra percepción sensorial. Por lo tanto, practicar bondage/shibari en lugares donde haga frío u a la intemperie acarrea riesgos extra.

Calentar y elongar: Calentar antes de estar atada puede ayudar a prevenir lesiones y elongar puede quitar cualquier rastro de molestia.

¿Dónde puedo aprender?

Contrario a lo que se piensa, es necesario llegar a un nivel elevado de profesionalismo para disfrutarlo, ya que las versiones caseras o principiantes pueden “malir sal”. Es importante recordar que el cuerpo de cada persona es diferente y que lo que es adecuado para vos podría ser peligroso o displacentero para otra. Pueden tomar clases con Xdoll Shibari @xdolls_shibari y desde @kinkyvibeargentina dictan talleres de bondage 

REFERENCIAS: 

Kinky Vibe Argentina y Pasteldom (2019). Shibari. Cuidados y nociones básicas.

Modelo @xdolls_shibari 

Atadorx @drux.ropes

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