Resaltadas

Reparar es un acto de rebeldía

En 2021 el mundo observó en fotos al desierto de Atacama colmado de residuos textiles. Y esto nos alertó sobre la ropa que consumimos y cómo impacta en la naturaleza. Por Sol Cortez En ocasiones, cuando pensamos en la ropa que tenemos, nos planteamos si son todas esas prendas necesarias. Y esa sensación se explica […]

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En 2021 el mundo observó en fotos al desierto de Atacama colmado de residuos textiles. Y esto nos alertó sobre la ropa que consumimos y cómo impacta en la naturaleza.

Fuente: Cromosoma Diseño Social

Por Sol Cortez

En ocasiones, cuando pensamos en la ropa que tenemos, nos planteamos si son todas esas prendas necesarias. Y esa sensación se explica porque quienes gozamos del privilegio de poder elegir y comprar ropa, lo hacemos de manera compulsiva y alienada. La ropa que necesitamos, ya existe. Sin embargo, cada año se producen toneladas, que terminarán siendo desechadas con o sin uso. 

Nuestra relación con la vestimenta está completamente distorsionada. Ya que el íntimo vínculo que nos conecta con el indumento se rompió. Ya no se trata de vestirnos por protección o adorno, sino para complacer los tiempos de la industria de la moda. Nos bombardean cotidianamente con colecciones, campañas publicitarias y cuerpos hegemónicos que nos gritan: ¡Comprame! Es cierto que necesitamos vestirnos, pero a qué costo.

Las imágenes del desierto de Atacama, son extremadamente violentas. Toneladas de ropa usada y nueva derramada en el desierto. Mientras, millones de personas no pueden acceder a un abrigo o calzado digno. Frente a tamaña desigualdad es imposible no sentir tristeza e impotencia.  

Un oficio en extinción

A partir de la década de los 90 y con el auge del dólar en el país, la industria textil nacional se desmanteló. Se instaló la lógica del fast fashion en la cultura argentina. La ropa se importaba a bajo costo y era más barato organizar excursiones de compras por el exterior que comprar industria nacional.

Se naturalizó por completo la acumulación y el descarte. Esto sin dudas trajo consecuencias terribles para costureros y costureras que eran expulsados de sus puestos de trabajo. Esto explica por qué, hasta la fecha se vuelve difícil encontrar modistas, zapateros, talabarteros y costureras para reparar nuestra ropa. 

#El MapaDeRemendadores 

Fuente: Cromosoma Diseño Social

Si bien el reparado no es la única alternativa. Existen otras formas de evitar el desecho textil: intercambiar o donar la ropa que ya no se usa, comprar menos y en ferias o en tiendas de segunda mano. Pero también es necesario, dejar de romantizar las posiciones y hábitos individuales. Para pasar a un plano colectivo en donde se exijan acciones concretas a empresas y talleres que lucran con la indumentaria. El estado debería elaborar políticas que eviten el descarte y dejar de eximir a las industrias sobre el desastre ambiental que generan. 

Fuente: Cromosoma Diseño Social

En la actualidad, la situación de crisis e inestabilidad económica y ambiental, nos empujó a buscar remendadores. Para que extiendan la vida de nuestras prendas amadas, o no tanto, pero que necesitamos seguir usando. Es por esto que desde Cromosoma Diseño Social, espacio desde donde se piensa al diseño con perspectiva sostenible, circular e inclusiva. En consulta con Noelia Ponce De León, diseñadora intregrante del proyecto afirma: "El diseño es una disciplina proyectual, proyectamos “entres” o “medios”que conectan a las personas con lo que las rodea". Y agrega: " Pensar al diseño sin pensar en impacto socio ambiental, ya no es posible. Desde esa visión es que hacemos, sentimos y pensamos en Cromosoma, sobre todo en conexiones."

Fuente: Cromosoma Diseño Social

Desde esta perspectiva es que impulsaron #El MapaDeRemendadores donde pueden encontrase hacedores de oficios relacionados al reparado de la indumentaria. Surge con el objetivo de conectar a consumidores y remendadores.  Y sobre ésta propuesta, comentó: "Mapa de remendadores surge a partir de esto que venimos hablando. Desde Cromosoma hace ya varios años tratamos el tema e los residuos textiles y antes las pocas alternativas locales de transformar el residuo o generar nuevos usos que disminuyan o “amortigüen” el impacto negativo de este tipo de residuos, decidimos trabajar con la reparación y la prolongación de la vida útil de las prendas como la opción mas inmediata y mas cercana a cualquier usuario".

Actualmente el mapa reúne a más de 130 costureras/os, zapateras/os, marroquineras/os de la ciudad que brindan el servicio de reparación con el objetivo de que cualquier persona que lo necesite.

Con el transcurso de los meses, Mapa de remendadores paso a ser Mapa textil circular y donde se dan capacitación, para quienes integran el mapa y quienes no también, con el objetivo de brindar herramientas que ayuden a costear el valor de sus trabajos. 

También se generan espacios de generación de ideas como lo fue “Mapathon” donde se formaron equipos que trabajaron durante tres días para proponer alternativas a partir del residuo de producción brindado por 12 empresas de Córdoba y espacios de conexión donde diversos actores trabajan en torno a la generación de redes.

El mapa se puede ver y consultar acá: https://linktr.ee/cromosomadisenosocial

Si bien el reparado no es la única alternativa. Existen otras formas de evitar el desecho textil: intercambiar o donar la ropa que ya no se usa, comprar menos y en ferias o en tiendas de segunda mano. Pero también es necesario, dejar de romantizar las posiciones y hábitos individuales. Para pasar a un plano colectivo en donde se exijan acciones concretas a empresas y talleres que lucran con la indumentaria. El estado debería elaborar políticas que eviten el descarte y dejar de eximir a las industrias sobre el desastre ambiental que generan. 

Es probable que, en el acto de reparar, reciclar y suprareciclar nos encontremos más humanamente y armonía con el espacio que habitamos. Pero sin dudas es necesario un cambio radical para alcanzar un mundo mejor. 

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