Solicitaron una reunión, el cese a los recortes de políticas públicas y exigieron que entreguen medicación oncológica.

Profesionales de la salud, trabajadores sociales, referentes de organizaciones de la sociedad civil y colectivos de pacientes se movilizaron en la puerta del Ministerio de Salud de la Nación y realizaron un simbólico abrazo a la salud pública.
La manifestación fue en reclamo de la entrega inmediata de medicación a pacientes oncológicos y la restauración de direcciones eliminadas por decreto.
“No se vende la salud, se defiende la salud”
“No se vende la salud, se defiende la salud” fue uno de los cánticos que más sonó durante la protesta que exigió el freno a las políticas de recorte (ya cerraron 15 direcciones y coordinaciones a nivel nacional, entre ellas las de tuberculosis, hepatitis, lepra y VIH).
El reclamo se llevó a cabo el martes 14 de enero, un día después de la presentación de una nota ante la cartera que conduce Mario Lugones -con más de 6000 adhesiones- para solicitar una reunión y un cese a los recortes de políticas públicas.
En el ‘abrazo a la salud pública’ exigieron el “cumplimiento inmediato del fallo que ordena a la Dirección Nacional de Asistencia Directa y Compensatoria (DINADIC) la regularización inmediata de la entrega de medicación a pacientes oncológicos y con enfermedades de baja frecuencia”.
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Por su parte, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) reclamó que Salud «cumpla con el amparo del Poder Judicial» y «entregue los medicamentos para los pacientes oncológicos y con enfermedades de baja frecuencia»
A su vez, exigieron la restauración de las direcciones de TBC (tuberculosis), hepatitis y lepra, eliminadas por el decreto 1138/2024.
“Hubo una decisión política del Ministerio de Salud de la Nación de cerrar 15 coordinaciones que tienen que ver con la gestión de diversos problemas de salud de alta prevalencia, con la salud de la población”, expresó Horacio Boggiano, de la Asociación Metropolitana de Equipos de Salud (AMES).
Y agregó: «Fundamentalmente tomamos el caso de la tuberculosis: es una enfermedad que existe hoy en Argentina, sobre todo en los grandes conglomerados urbanos. Es una enfermedad que la produce la pobreza, la falta de trabajo. Ya aumentaron los casos un 11% desde el año pasado. Se cura, pero también se contagia y mata”.
Boggiano quiere que el Gobierno “se de cuenta que la motosierra no corta árboles, corta vidas”.
La presidenta de Fundación HCV Sin Fronteras, María Eugenia De Feo, remarcó que las hepatitis B y C afectan a más de 470.000 personas en el país pero solo el 30% conoce su diagnóstico.