Una iniciativa enviada por el Ministerio de Seguridad propone nuevos mecanismos para regularizar armas «ilegales». Conversamos con la Red Argentina para el Desarme, quienes presentaron varias críticas al proyecto del oficialismo.
«Este gobierno tiene la convicción de promover y facilitar el acceso legal y legítimo a la tenencia de armas de fuego» indica el comunicado del Ministerio de Seguridad, donde se presenta el proyecto de modificación de la Ley de Armas actual.
— Ministerio de Seguridad (@MinSeguridad_Ar) May 16, 2024
Este miércoles comienza en sesión especial el debate de la iniciativa de la cartera que encabeza Patricia Bullrich. Particularmente, se sugiere la implementación de «trámites ágiles y sencillos que favorezcan la registración para los usuarios irregulares».
En otras palabras, recomienda que se declaren las armas de fuego ilegales sin sanción alguna, pese a que el Código Penal establece penas de 1 a 4 años de prisión para quienes utilicen armas de fuego sin la debida autorización legal.
El proyecto de ley también contempla la prórroga del Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego por cuatro años, que implica la destrucción de las armas entregadas.
Conversamos con Adrián Marcenac, integrante de la Red Argentina para el Desarme, compuesta por víctimas del uso de armas, familiares, periodistas y otros interesados que adhieren a la propuesta de desarme civil.
Se inició en 2004 luego del hecho ocurrido en Carmen de Patagones, en donde un adolescente ingresó con un arma a su colegio y disparó a sus compañeros, matando a tres e hiriendo a otros.
Sobre el proyecto para la modificación de la Ley de Armas, señaló que «es demasiado amplio y ambiguo porque da una amnistía sin ninguna consecuencia penal por un año a todas aquellas personas que pretendan legalizar un arma que no tenían dentro del sistema«. Si bien el texto original indicaba que se podía extender por un año más el período, eso se quitó de la iniciativa.
Además, proponía que las personas físicas y las personas jurídicas podían ingresar dentro de esta regularización. «A nosotros no hacía mucho ruido, por los plazos que son enormes, pero también por el tema de las personas jurídicas puedan acceder porque pueden ser agencias de seguridad, agencias que venden en las armerías, y son espacios que se relacionan con un arma y que de ninguna manera podían decir que desconocían la ley, entonces es una trampa que estuvieran ahí». Esa parte también se eliminó del proyecto.
El principal problema es que se sugiere la regularización como una solución a la problemática de las armas en manos de la población civil.
«Normalmente, el paradigma de Argentina en el tema de armas, viene a tratar de disminuir el stock de armas tanto legales como ilegales en manos de la sociedad. En este proyecto se ha dejado de lado, se pretende que hay que tener las armas regularizadas, que son «armas buenas», las que tienen los buenos y las que no están dentro registral son las armas de los malos. Me parece una visión demasiado ambigua y muy infantil, pero esperamos que se pueda modificar durante el debate», expuso Marcenac.
De esta manera, se deja de lado el riesgo que implican las armas de fuego, sean o no legales. Según indican desde la Red Argentina para el Desarme, las armas de fuego no se usan solo en contextos de inseguridad, y mencionan los siguientes datos:
- Tres de cada cuatro homicidios dolosos producidos en Argentina en 2021 se registraron sin concurrencia de otros delitos.
- Alrededor del 50% de los homicidios dolosos con armas de fuego son cometidos en conflictos interpersonales: peleas entre vecinos, familiares, o femicidios.
- Menos de 1 de cada 10 de esas muertes son en contextos de defensa.
- Y más de la mitad de las muertes con armas de fuego no son por una agresión, sino por suicidios, accidentes u otros tipos de intención.
Disminuir el stock de armas, la vía más segura
Según su ley orgánica, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) tiene dentro de sus objetivos «reducir el circulante de armas en la sociedad civil y prevenir los efectos de la violencia armada».
De acuerdo al sitio Chequeado, el número de armas registradas ha ido creciendo, pero el número de credenciales de legítimos usuarios ha descendido entre 2016 y 2021.
La evolución histórica muestra que la proporción de usuarios con la credencial vigente se ubica siempre entre un 30% y un 40%, pero en 2020 y 2021 cayó por debajo del 30%.
El Ministerio de Seguridad asegura que «en Argentina hay 800.000 armas de fuego con tenencia irregular» y, por ello, apuestan a esta modificación de la Ley de Armas de Fuego.
Marcenac respondió que es una verdad a medias porque «esas 800.000 son las credenciales de legítimos usuarios que tiene registradas ANMaC que se dejaron de renovar cada cinco años. Esas son las 800.000 armas que dice que están fuera de sistema. Pero armas que están fuera del sistema implica las armas con registros vencidos y las que nunca han sido registradas, que son entre 2,5 millones y 3,5 de armas. Por eso la el proyecto de ley es inaplicable: no existen los recursos financieros ni humanos en el organismo, para lograr semejante regularización de tres millones de armas en un período de un año«.
Estadísticas y financiamiento
La Ley de Armas fue votada en la época del último gobierno de facto, en 1973. Según indicó el integrante de la Red Argentina para el Desarme, es una ley que fue referente en su momento a nivel mundial porque realmente era muy adelantada y progresista.
«La ley se ha quedado en algunos aspectos en el pasado, pero en general es muy buena», señaló Adrián, quien añadió que podría modernizarse porque no contempla el surgimiento de nuevas armas que no son de fuego, pero tienen poder letal como las de aire comprimido, de gas y/o eléctricas.
A su vez, respondió que no es justificable incluir en el mismo proyecto la prórroga del Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas con la modificación de la Ley de Armas que se propone «porque una cosa es regularizar y otra cosa es convencer a la sociedad que se desarme voluntariamente».
En este sentido, explicó que como país estamos en una relativa buena posición, si nos comparamos con otros estados latinoamericanos, donde existen más armas en circulación y más muertes por armas de fuego.
Para brindar números, Adrián indicó que entre 1980 y 2006, fecha en que su hijo Alfredo fue víctima de un hombre con registro legal de armas, el promedio de muertos por arma de fuego en Argentina era de 8 personas por día, con picos en 2001 y 2002 de 12 o 13 personas por día.
«Felizmente, esa estadística ha ido disminuyendo por el trabajo, organizaciones que trabajan en el desarme civil, por el acompañamiento de los medios de comunicación, etc. Hoy se puede decir que estamos en 5 muertos más o menos por día. Es un número bajo si nos comparamos con otros países latinoamericanos, pero para nosotros sería muy bueno, no tener ese número» destacó Adrián.
Para lograr ese objetivo es necesario que existan políticas públicas que trabajen, como señala la Ley de Armas, en disminuir el stock de armas de fuego en manos de la población civil.
«Lo que siempre remarcamos es que para hablar de una política pública de armas y cumplir con ciertas metas como reducir el stock de armas que circulan, tratar de regularizar la mayor cantidad de armas, que el estado sepa donde están y en manos de quién, se requiere fundamentalmente es que haya recursos financieros, recursos humanos volcados a ese proyecto«.
Adrián Marcenac, Red Argentina para el Desarme.
«Más allá de que logremos una buena ley, el tema es el cumplimiento. No vemos que en nuestro país se esté decidido a cumplir las leyes, normalmente se sacan leyes que después nadie las cumple. Si estamos dispuestos a trabajar en serio en una sociedad con menos armas donde los conflictos se resuelvan de manera pacífica, con diálogo y no a través de las armas, eso requiere un montón de recursos humanos y financieros del estado que no se está haciendo» agregó.
Al respecto, continuó señalando que la ANMaC ha sido vaciada y desfinanciada. Por este motivo, concluyó que para que «el programa funcione se deben destinar los recursos financieros, económicos y humanos para que el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas se difunda. Para eso hay que hacer publicidad en los medios de comunicación y darle a conocer a la gente, cuáles son los objetivos del programa, Qué es lo que pretende, los lugares donde va a trabajar el puesto móvil y cuáles son los riesgos que generan esas tres millones y medio de armas en nuestro país, que representan estas 5 o 6 muertes que hay todos los días en Argentina«.