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FlyBondi y una política de empresa que terminó en discriminación

La aerolínea low cost le negó el acceso al avión a Rosario, una joven con discapacidad cuya silla de ruedas tiene motor a batería, a pesar de contar con la habilitación correspondiente. Lunes 22 de noviembre: se acabó el fin de semana largo en Argentina y Rosario llega a aeroparque para volver a Córdoba. O […]

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La aerolínea low cost le negó el acceso al avión a Rosario, una joven con discapacidad cuya silla de ruedas tiene motor a batería, a pesar de contar con la habilitación correspondiente.

La Supervisora de Check In en Buenos Aires le dijo a Rosario: "vos hoy no vas a viajar"

Lunes 22 de noviembre: se acabó el fin de semana largo en Argentina y Rosario llega a aeroparque para volver a Córdoba. O eso intenta, porque la aerolínea lowcost FlyBondi no opera a su favor esta vez. Rosario es una joven con discapacidad, quien se maneja en silla de ruedas con motor y no es la primera vez que viaja en avión usándola. Al acercarse a realizar el check in, se encontró con una sorpresa para nada agradable: le negaron el ascenso al avión.

Al intentar tramitar su regreso a casa, le consultaron por el tipo de baterías que tenía su silla de ruedas y le pidieron ver la etiqueta que lo compruebe. Basada en experiencias anteriores, Rosario le explicó a la trabajadora de la aerolínea que se trataba de baterías secas, y que ya había viajado más de una vez con ellas. Pero no alcanzó, porque tanto la empleada de FlyBondi como la "supervisora de check in" insistieron en ver la etiqueta original de las baterías.

Para ese momento, comenzaron los problemas, dado que las baterías no tenían su etiqueta visible: hay que desarmar la silla si se quiere acceder a ella. Ante esto, la damnificada ofreció el manual de silla de ruedas para comprobar sus dichos. Pero la respuesta fue tajante: "tenes hasta las 5 para mostrarme las etiquetas, sino no viajas", dijo la supervisora de la empresa. Rosario no sabía como hacer tal desarme, y la persona que le exigía esto le manifestó que la empresa no iba a hacerse cargo de ayudarla.

"Vos hoy no vas a viajar"

Después de que la pareja de Rosario logró desarmar la silla en pleno aeropuerto, la etiqueta de las baterías quedó visible, se le tomó una foto y el paso siguiente fue "esperar a que se aprueben las baterías". Dicha espera superó los tiempos del embarque, y con la puerta del avión cerrada llegó la mala noticia: la batería era peligrosa y no la iban a dejar viajar. "Vos hoy no vas a viajar", le dijo la supervisora a Rosario a pesar del extenso papeleo que consiguió de una amiga para respaldar las baterías que usa su silla de ruedas.

Incluso, la "sugerencia" de esta empleada de FlyBondi fue que Rosario se consiga otra silla de ruedas y vuelva al otro día, porque ella no iba a perder su puesto por esta discusión. Quizás habrá creído que se trataba de un trámite rápido, sencillo y sobre todo accesible económicamente para todo el mundo; quién sabe. Las "sugerencias" continuaron, y a Rosario le dijeron que se compre otro pasaje en una aerolínea que la deje subir.

Después de convivir con la impotencia de un sistema que discrimina, Rosario tuvo que conseguir una tarjeta prestada de un familiar para poder solventar económicamente un nuevo pasaje, esta vez en Aerolíneas Argentinas. El proceso de check in se produjo por segunda vez en el día de Rosario. Esta vez fue llevada a una "sala de asistencia especial" para chequear sus baterías. Tras ese procedimiento, se comprobó lo que Rosario ya sabía: la etiqueta decía "baterías no derramables", pero en inglés.

"Por personas como la "supervisora del check in de flybondi" que no sabe inglés, que no conoce los protocolos de su propia aerolínea. Que no tuvo ni un poco de amabilidad y humanidad en tratar conmigo. Y que simplemente podía decidir que yo no iba a volver a mi casa sin darme ninguna otra opción, es que escribo esto"

Rosario Perazolo Masjoan - damnificada

¿Cómo sigue el caso?

Después de hacer la denuncia correspondiente en defensa al consumidor, Rosario fue contactada por FlyBondi, pero el mensaje fue el mismo: según la empresa, la empleada tenía razón en no dejarla subir. A raíz de esta respuesta, Rosario se encuentra recabando toda la información necesaria para que este tipo de cosas dejen de pasar. La discriminación por discapacidad no es exclusiva de FlyBondi, pero en este caso es quien está en falta con la inclusión.

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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