Femicidio en Alta Córdoba: el agresor tenía tres denuncias previas
El femicida contaba con una orden de restricción y estaba imputado por "amenaza simple". También, en una de las denuncias, se le incautaron armas de fuego. Para la fiscalía, ninguna acusación era suficiente para que ordenar su detención. Este miércoles 17 de mayo ocurrió otro femicidio en Córdoba: en barrio Alta Córdoba un hombre, identificado […]
Por Cristian Dominguez | 05/18/2023
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El femicida contaba con una orden de restricción y estaba imputado por "amenaza simple". También, en una de las denuncias, se le incautaron armas de fuego. Para la fiscalía, ninguna acusación era suficiente para que ordenar su detención.
Este miércoles 17 de mayo ocurrió otro femicidio en Córdoba: en barrio Alta Córdoba un hombre, identificado como Ricardo Rafael Bottone, intentó matar a su esposa a tiros, pero su hija, Milagros, se interpuso y recibió un balazo que le costó la vida. Luego del hecho, el agresor se suicidó.
"Esto se podría haber totalmente evitado, pero este país y esta justicia de mierda le arrebató la vida a mi hermana por culpa de él", se lamentó la hermana de Milagros en diálogo con El Doce TV.
El enojo con las autoridades radica en que el femicida ya contaba con tres denuncias previas por violencia de género realizadas por su expareja.
La primera denuncia se presentó en octubre de 2021, por violencia económica. Allí le dieron una orden de restricción y le entregaron a la mujer un botón antipánico. Además, le incautaron armas a Ricardo Bottone de forma preventiva.
La segunda acusación se presentó en noviembre de ese mismo año, cuando Mercedes (exesposa del asesino) volvió a denunciar al hombre y aseguró que, en ese momento, violó la orden de restricción. Por lo que, la Justicia solo lo imputó por desobediencia.
La tercera denuncia fue presentada en noviembre de 2022 por Milagros, la hija del agresor que este miércoles terminó asesinada. La joven señaló a su padre como autor de amenazas. Se lo imputó por "amenaza simple".
Según explicó en Radio Mitre la fiscal general adjunta de Córdoba Bettina Croppi, ninguna de estas denuncias fueron suficientes como para detener al agresor. “No se puede detener a una persona, privarla de la libertad, por la comisión de dos delitos que tienen como pena máxima un año de prisión”, detalló.
