Organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos siguen exigiendo la libertad de Facundo, el internacionalista que sacude a las militancias populares.

En la misma semana que la Justicia Especial para la Paz de Colombia suspendió la orden de extradición contra el militante y periodista argentino Facundo Molares, el Gobierno Nacional deportó a un reconocido jurista colombiano que llegaba a nuestro país para aportar a la causa por su liberación.
Entre avances y trabas
Luego de meses instando para que la Justicia Especial para la Paz (JEP) reconociera su competencia, se pudo poner fin al pedido de extradición que el gobierno Colombiano estaba cargando contra el luchador social y fotorreportero argentino Facundo Molares.
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En este cambio de escenario, se logró validar lo que la defensa viene sosteniendo a lo largo de los 8 meses de detención de Facundo: que el requerimiento de extradición queda por fuera de toda constitucionalidad desde los Acuerdos de Paz firmados entre el Estado colombiano y las FARC-EP. Es decir, que estas decisiones deben ser definidas por la competencia de la JEP.
Sin embargo, lo que no ha cambiado en estas circunstancias es la actitud del gobierno argentino frente a la causa. Luego de que cooperara con el pedido de detención ilegal impulsado por el gobierno colombiano a fines del 2021, tanto el Poder Judicial como la Cancillería siguen dilatando su liberación.

Sin dar tregua de ello, el 11 de julio pasado fue detenido y expulsado de nuestro país un importante jurista colombiano integrante de la JEP, que arribaba para brindar testimonio en la conferencia de prensa.
Martínez Castillo, fue miembro pleno de las comisiones que elaboraron los tratados discutidos por el gobierno colombiano y las FARC en La Habana (Cuba). También, es uno de los impulsores y defensores de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en representación de las FARC-EP.
Recordemos que Castillo brindó uno de los testimonios más importantes del juicio por la extradición. Y aunque aportó conocimientos claves sobre el funcionamiento de foros y competencias especiales para abordar este tipo conflictos, el Juez Otranto decidió igualmente fallar por la extradición.
Ahora, aunque haya un cambio de escenario con respecto al pedido colombiano, la pelota vuelve a quedar en manos del gobierno argentino, quien definirá si pone fin o no a esta persecución.
¿Por qué está preso Facundo?
Molares se encuentra encarcelado desde noviembre del 2021, a partir de una circular roja que el gobierno de Iván Duque solicitó a Interpol. Se lo acusa de secuestrar al concejal Armando Acuña en el 2009.
Si bien Facundo participó solo de la liberación del retenido, hechos que son reconocidos por el mismo concejal, su participación en las FARC-EP son investigadas desde el 2008 y están inscriptas en el proceso de desmovilización y reinserción civil que lleva a cabo la insurgencia desde hace años.

Pese a esto, el avance por el pedido de captura dejó ver el entramado de poder que se despliega para aplicar penas y persecuciones que desconocen los Acuerdos de Paz. Molares no es un hecho aislado. Forma parte de una persecución histórica del gobierno contra los grupos insurgentes que buscan reintegrarse a la vida civil. Desde la firma del Acuerdo de Paz a la actualidad, fueron asesinados más de 1.300 líderes y lideresas sociales, más de 300 exguerrilleros y centenares siguen encarcelados.
Hoy, 13 años después de los hechos y a más de 9.000 kilómetros de distancia de esas luchas, Facundo continúa detenido en el penal de máxima seguridad de Ezeiza, por voluntad del gobierno argentino, que lo considera un «terrorista de máxima peligrosidad».
Crónicas de irregularidades anunciadas
No es de sorprender la conducta del gobierno argentino, sobre todo entendiendo su antecedente con la Ley Antiterrorista sancionada en el 2007. Cuando reciben la circular roja contra Facundo Molares, tanto el Ministro Aníbal Fernández – recordado también por entregar a los 6 campesinos paraguayos en el 2008- como el canciller Santiago Cafiero, decidieron vehiculizar la detención requerida ilegalmente por el estado Colombiano.
¿Por qué esta detención es ilegal? Porque todo proceso judicial a ex-guerrilleros de la insurgencia que se inscribieron al Proceso de Paz deben ser llevadas y discutidas con los mecanismos y foros de competencia creados en el Acuerdo de La Habana.
Aunque la circular de Interpol no era obligatoria por el Estado argentino, darle curso implicó toda una decisión política. Allí quedó de manifiesto la cooperación que el Poder Judicial y la Cancillería llevaron a cabo junto a la derecha reaccionaria de Iván Duque.
A su vez, el juicio por la extradición recientemente llevado a cabo en Chubut, tuvo al polémico Guido Otranto fallando por la extradición. Otranto es un juez reconocido por su nefasto papel en la causa de Santiago Maldonado, donde sostuvo que la muerte fue por ahogo.
Los pasos que siguen
La Coordinadora en Solidaridad por Facundo Molares integrada por organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos vienen instando a que la Cancillería encabezada por Cafiero se pronuncie y deje en libertad a Facundo.
Aún sin respuestas y con la pelota en la cancha del gobierno: ¿El Frente de todos seguirá los mismos pasos que la gestión de Mauricio Macri cuando extraditó a Facundo Jones Huala?
Debates políticos actuales
Es imposible como juventudes no preguntarse por qué se debe poner los ojos en estas causas. Para estos gobiernos, las vidas de los luchadores sociales y populares no valen más que balas para ponerle fin a sus convicciones.
Es imposible no ver en los márgenes de estas historias también a Rafa Nahuel, a Santiago Maldonado, Elías Garay, Alina Sanchez, a Lautaro Curuhinca (joven que hoy enfrenta un proceso judicial y pedido de captura por bajar con Rafael Nahuel baleado, luego que que el Grupo Albatros reprimiera a la comunidad Lafken Winkul Mapu).
A los anarquistas que continúan presos luego del ataque a Clarín… La lista podría continuar.
Hay una juventud que pese a los cambios de gobierno, sigue siendo perseguida, encarcelada y fusilada. Sin embargo, también se replica el mensaje que va sembrando Facundo Molares desde el penal de Ezeiza: no se puede ser joven y ser indiferente ante la injusticia. Por estos ejemplos de entrega, hay que redoblar los esfuerzos para ganar su libertad y seguir luchando.