En la denuncia realizada por la ex primera dama remarcaron que «los graves hechos denunciados por la damnificada, sumado al contacto amenazante que ha expresado que ocurre actualmente, brindan un escenario de riesgo que debe ser mitigado por medio de los mecanismos que la norma procesal brinda».
Fabiola Yáñez denunció a Alberto Fernández por violencia de género. La presentación se realizó este martes 6 de agosto ante el juez Julián Ercolini, quien lleva la causa de los seguros en la que está imputado el expresidente, y relató hechos de violencia física y «terrorismo psicológico».
El juez ordenó la prohibición de que Fernández se acerque a ella a una distancia inferior a 500 metros; también prohibió todo tipo de contacto, ya sea físico, virtual o por cualquier otro medio; y, por último, le prohibieron al expresidente salir del país.
Horas después de que se conozca la denuncia, el exmandatario publicó un comunicado: «Solo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora me imputa (…) Por la integridad de mis hijos, de mi persona, y también de la propia Fabiola, no voy a hacer declaraciones mediáticas, sino que aportaré ante la Justicia las pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió» .
Fernández estaba en el blanco de denuncias por supuestos negociados con los seguros del Estado. En el marco de esa causa, Ercolini secuestró el teléfono de la secretaria de Fernández, María Cantero, esposa de Héctor Martínez Sosa, un bróker de seguros señalado por haber cobrado comisiones millonarias por hacer contratos con el Estado.
Durante el peritaje al celular, el juez encontró conversaciones entre Cantero y Yañez, en las que la ex primera dama decía haber sido víctima de violencia de género de parte de Fernández. Las conversaciones incluirían fotos que acreditarían esa situación.
Esta noticia repercutió en el peronismo: referentes feministas no dudaron en apoyar a Fabiola y exigir justicia.
Con tono de arrepentimiento y de autocrítica, la ex legisladora porteña del Frente de Todos, Ofelia Fernández, fue una de las dirigentes que se expresó con mayor dureza contra Alberto Fernández por la denuncia de Yañez.
“No quiero esperar ni especular con estas cosas, jamás lo hice. De cualquier golpeador diría primero que es un hijo de puta. De Alberto Fernández creo también que es un psicópata por haber usado durante años al feminismo y a sus militantes.
“¿Mi opinión? Siempre, en todos los casos, sin excepción: Le creo a ella. Sin importar ideologías, partidos, amistades, nada. Repito, sin excepciones. Ojalá siempre nos crean y se preocupen cuando denunciamos que nos violentan. Y a los que desmantelaron todas las políticas públicas y programas de prevención y abordaje de la violencia de género y ahora se indignan, una sola palabra: hipócritas”, planteó la senadora Anabel Fernández Sagasti en redes sociales.
En la misma línea se pronunciaron otras referentes del peronismo, que en su momento acompañaron al mandatario. Una de las declaraciones más esperadas fue la de la primera ministra de la Mujer, Elizabeth Gómez Alcorta, quien negó la información de una periodista de TN, que dijo que Yáñez había realizado la denuncia en esta cartera.
“Fabiola nunca me comentó esta situación. Nadie puede dudar de lo que habría hecho en ese caso; como cuando se violaron derechos de mujeres indígenas y presenté mi renuncia. Lo que es inadmisible es que algunos que despotrican contra las políticas de género, que niegan que hayamos bajado los femicidios por dos años consecutivos, que aplauden y festejan el cierre del Ministerio de las Mujeres pretendan que el rol que tenía era ser la celadora de los comportamientos violentos del presidente o de cualquier otro funcionario. ¿También somos culpables de la violencia de ellos?”, cuestionó Gómez Alcorta.
