"Es una burla de los jueces": 11 y 3 años para los policías que asesinaron a José Ávila
Luis, papá de José, afirmó que una vez que se estudien los argumentos, se apelará la decisión. El suboficial Lucas Navarro fue encontrado culpable por homicidio agravado y recibió 11 años. Mientras que el cabo Sebastián Gabriel Juárez recibió tres años de cárcel por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público. La Cámara […]
Por Ramiro Quintanilla | 08/03/2022
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Luis, papá de José, afirmó que una vez que se estudien los argumentos, se apelará la decisión. El suboficial Lucas Navarro fue encontrado culpable por homicidio agravado y recibió 11 años. Mientras que el cabo Sebastián Gabriel Juárez recibió tres años de cárcel por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público.
La Cámara Tercera del Crimen, dictó sentencia a los policías involucrados en el asesinato de José "Beco" Ávila. A más de dos años del crimen, la justicia determinó que el suboficial Lucas Navarro es culpable por homicidio agravado y recibió 11 años.
Mientras que el cabo Sebastián Gabriel Juárez recibió tres años de cárcel por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público.
Conversamos con Luis, el padre de José quien nos indicó: "no era lo que esperábamos. Todo mal en realidad. Es una burla de los jueces. La abogada y el fiscal van a pedir los argumentos por los cual determinaron esa sentencia y respecto a eso se va a apelar".
La familia de la víctima había pedido prisión perpetua para Navarro, el autor del disparo mortal. Además, el fiscal de Cámara, Marcelo Hidalgo, había solicitado cinco años y seis meses de prisión para Juárez. El juicio había comenzado el pasado 6 de junio, a más de 2 años del crimen perpetuado el 4 de julio de 2020 en Villa El Libertador.
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A José lo mataron en la mañana de esa fecha, de un disparo en el abdomen realizado por Navarro. Iba en moto con un amigo por el barrio cuando los agentes motorizados, Navarro y Juárez en cuestión, quisieron requisarlos. No se detuvieron por temor, en medio de las restricciones por la pandemia, y fueron a la casa de su amigo.
Cuando José cerraba la puerta de la vivienda fue asesinado. Juárez era el otro policía que iba en moto. Según el abogado defensor, el crimen "fue accidental en sus funciones de labor mientras realizaban la persecución".
Sin embargo, las pruebas fueron evidentes de que se trató de otro caso de gatillo fácil: el crimen nunca se reportó oficialmente, ni hubo asistencia médica. Todo se descubrió porque unos vecinos llamaron al 911 alertados por los gritos del hombre mientras aún vivía.
“Beco” era padre de dos niños y vendedor de ropa en la Plaza de Villa Libertador. En la fecha del crimen, estaba vendiendo a domicilio por la cuarentena.
