El movimiento antivacunas cobró fuerza en el mundo y en nuestro país, con la Pandemia del COVID – 19, se suma a una serie constante de bulos que circulan por las redes sociales principalmente.
Por José Feliciano Fisichella
Los orígenes del movimiento de oposición a las vacunas se pueden rastrear hasta un sermón de 1772 de Edmund Massey quien sostenía que las enfermedades eran un castigo divino al pecado y que inocularse era un acto diabólico. Con el tiempo fueron tomando elementos como la libertad, legislación y estudios sesgados metodológicamente.
Luego de la revolución iniciada Edward Jenner (médico rural inglés conocido por desarrollar la primer vacuna) y los posteriores intentos de vacunación en masa el movimiento antivacunas creció en su popularidad, aunque luego fue decayendo, ya que la ciencia rebatió sus argumentos y los beneficios estaban a la luz pública. Sin embargo, decaer no significa desaparecer.
Por tierras argentinas, en tiempo del covid-19
Ni bien comenzó el brote en Wuhan y luego comenzó a hacer estragos en Italia una serie de médicos, químicos y comunicadores comenzaron a lanzar una serie de teorías conspirativas por medios asociados a la ultraderecha argentina. Quizás alguno me diga que no el movimiento antivacunas no tiene sesgo político claro, lo cual es verdad, pero en nuestro país las caras más visibles se vieron en canales de YouTube de extrema derecha.
Cuando llego el virus a tierras criollas un reconocido antivacunas se comenzó a pasear por todo el territorio nacional dando cátedra de como violar sistemáticamente todas las medidas sanitarias y lanzar cuanta teoría de la conspiración se pudiera encontrar en un canal de Telegram. Invitaba a debates, el problema radica en que si alguien de ciencia debate con ellos los puede terminar validando en cierto modo, ya que les estaría prestando demasiada atención. De todos modos, es ciencia, podrían presentar sus argumentos según los estándares requeridos…
Lo cierto es que hasta llegaron a promocionar el consumo del Dióxido de Cloro como cura al coronavirus; y sí, según ellos curaba todo antes de la pandemia así que agregarle algo más no generaría ningún problema. Ni hablar que se encuentra más cerca de un veneno que de la cura para algo. Si quedan dudas se puede revisar lo dicho por la OPS en relación al dióxido de cloro.
Nuestra próxima parada: Traslasierra
Traslasierra es conocida por sus bellos paisajes, montañas, senderos, ríos y artesanías. Un destino turístico para muchos y un lugar para irse a vivir para otros tantos.
Durante la pandemia se supo que por la zona montañosa vendían y promocionaban el dióxido de cloro. De hecho un video de un medio local demostró lo fácil que era conseguirlo, mientras que la persona que lo vendía afirmaba que era seguro para infantes hasta adultos con enfermedades de base. En el video que enlazamos se puede ver como una persona de Las Rabonas lo comercializaba vía Whatsapp.
Siempre se supo que por la zona había muchas organizaciones coercitivas que ofrecían terapias de dudosa calidad, pero no se les prestó la suficiente atención… Hasta que se arrestó a unos supuestos “sanadores egipcios” que habían montado una organización criminal en Villa Cura Brochero y operaban en otros puntos de la provincia de Córdoba.
Y claro, como no podía ser menos el conocido médico antivacunas llegó a Villa de las Rosas y convocó a un número importante de personas para dar sus charlas llenas de pseudociencia.
Hasta acá había mucha gente con teorías de la conspiración dando vueltas, pero sin una organización muy centralizada que tuviera como finalidad presionar sobre las autoridades…
Eramos muchos y llegaron los antivacunas
Villa de las Rosas tiene una feria muy tradicional de artesanos que trabaja dos días a la semana, tiene convocatoria de feriantes de toda la zona y se convierte en un polo de atracción turística por excelencia en la región.
La feria ya había sido noticia en abril del 2021 por una fiesta con mucho rock, baile y nada de medidas de cuidado. Los medios provinciales se hicieron eco de mucha gente sin barbijos, amontonadas y bailando.
Pero el problema surgió cuando el Intendente, Enrique Rebora, decidió pedir pase sanitario a los feriantes, todo unos días antes que se hiciera el mismo pedido a nivel nacional. Esto fue la excusa para que el movimiento antivacunas terminara por organizarse.
En cuestión de días los medios de comunicación de la región se llenaron de voceros del grupo autoconvocado que pedían el respeto de sus “derechos individuales”. Según las palabras de Matías Fernández a Radio Juntos de Villa Dolores, habían obtenido 400 firmas para presentar ante las autoridades, frente a lo que ellos consideran una violación de los Derechos Humanos ante la imposición del uso de barbijo y la exigencia de vacuna para trabajar.
En otra entrevista Matías Fernández dejaba lucir todas sus teorías de la conspiración en relación a la inseguridad de las vacunas y cuanto bulo circulaba por Internet. De acuerdo con la mirada de él y sus representantes todo se trata de una violación a las libertades individuales y el deber del pueblo es organizarse para demandar sus derechos. En otra entrevista y con otro feriante, por el mismo medio, uno de los comunicadores les solicitó que lleven todas las pruebas a la justicia que es el ámbito donde se realiza el control de constitucionalidad de las normativas.
¿Qué quiere decir ‘Vayan a la Justicia’?
A veces cuando leemos “vaya a la justicia” lo tomamos como una chicana clásica contra cualquier pedido, pero lo cierto es que el control de constitucionalidad de los actos de Gobierno recae sobre el Poder Judicial. Cuando “somos tantos” (como afirman ellos) y existe una arbitrariedad por parte del Ejecutivo se debe ir al Poder Judicial y solicitar que se revise la normativa en cuestión.
Los feriantes dijeron que “estaban en eso”, cuando les solicitaron el número de expediente afirmaron no tenerlo “a mano” y siguió el rosario de teorías de dudosa calidad. Lo cierto es que si tienen tantas pruebas, como dicen tener, la justicia debería atender su reclamo urgente.
Pero claro, los jueces y todos los que no piensan como nosotros están comprados por alguna farmacéutica. Es común en los movimientos coercitivos sostener que aquellos que lanzan argumentos contra ellos están “comprados” o “coaccionados” por algún poder superior; por supuesto, estas afirmaciones jamás van con algún tipo de elemento probatorio. El chiste de los teóricos de la conspiración es invertir la carga de la prueba.
Otro problema que tiene el movimiento antivacunas de Traslasierra radica en que siguen exigiendo al Intendente del Municipio de Villa de las Rosas que quite el pase sanitario, cuestión que no depende ya de él, porque es normativa emanada de poderes superiores.
Los medios de comunicación no son dato menor para el movimiento antivacunas de Traslasierra, ya que apenas salieron recibieron mucha atención mediática haciendo un rally por los medios de comunicación de la zona y molestándose cuando les hacían alguna pregunta que rompía un poco con su discurso.
¿Libertad individual?
En 1905 la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió que los Estados pudieran obligar a vacunar a los niños cuando se dieran brotes de enfermedades, poniendo como eje la preservación sanitaria del colectivo. Hasta el día de hoy sigue vigente esta opinión en Estados Unidos, varios países europeos y Japón. Sí, hasta los más liberales adhieren a esta doctrina desde hace tiempo…
Lo cierto es que la “libertad” como concepto tiene ciertos límites impuestos por la cultura, la sociedad, el Estado y las leyes. No existe libertad plena, y la misma siempre termina cuando comienza la del otro, no puedo tomarme la libertad de enfermarme o colapsar las unidades de terapia intensiva por mi decisión individual. ¿Por qué? Básicamente los contribuyentes terminarán pagando los costos de la internacional. Misma razón por la que es obligatoriedad del casco en motos , por dar un ejemplo.
El argumento es casi equivalente a decir que deberían quitar las barreras de velocidad máxima en las rutas, ya que soy un buen conductor y dispongo de un excelente vehículo…
En el viejo contractualismo de Hobbes, Locke y Rousseau ya se reconocía que cuando vivimos en un Estado renunciamos al estado de “libertad plena” para convivir bajo un régimen con ciertos límites. Claro, pero Rousseau afirmaba que abandonamos el estado de naturaleza y nos volvemos realmente libres gracias a la protección de las leyes.
¡Ojo al piojo! Nadie está obligando en el país a vacunar contra el coronavirus, simplemente poniendo ciertas medidas de acceso a algunos eventos. Si esas medidas violan la libertad individual, también lo hace exigirme ser educado, tener dinero para comprar mercancías y una lista larga de muchas obligaciones para hacer cosas cotidianas.
¿Qué hacemos? Comunicar con datos certeros, fiables y fáciles de entender. Al final de cuentas, no serían “tantos” antivacunas sin padres que los vacunaron cuando eran niños.