Establece un mínimo en la totalidad de los cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero.
El Gobierno nacional estableció el Cupo Laboral Trans en la madrugada de este viernes, a través del Decreto 721/2020 que firmó Alberto Fernández. La legislación estipula que habrá un mínimo del 1% de la totalidad de cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero.
Para llevar adelante esta política se crea una Unidad de Coordinación Interministerial que estará a cargo del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD). Además, estará integrada por la Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Nación; el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y el Ministerio de Educación para garantizar el cumplimiento efectivo del ingreso y permanencia en los trabajos de este sector de la población.
El decreto establece, además, la capacitación de las autoridades y el personal del Poder Ejecutivo Nacional, para asegurar que la inclusión en los puestos de trabajo del sector público se realice en condiciones de respeto a la identidad y expresión de género de las personas.
También se creará el Registro de Personas Travestis, Transexuales y/o Transgénero aspirantes a ingresar a trabajar en el Sector Público Nacional.
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“Existe en nuestra sociedad un patrón sistemático de desigualdad que somete particularmente a las personas travestis, transexuales y transgénero a una cadena de exclusiones y discriminación que muchas veces se inicia en la niñez. Desde el Estado tenemos la obligación de generar las condiciones para garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y la igualdad de oportunidades. El Cupo Laboral Trans es un paso importante en ese camino”, sostuvo la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.
En ese contexto señaló que las personas travestis, transexuales y transgénero históricamente fueron criminalizadas por códigos contravencionales y de faltas, y siguen en muchos casos siendo víctimas de violencia institucional por lo que la responsabilidad del Estado es ineludible.
“A esto hay que sumar la expulsión histórica en los ámbitos educativos, la dificultad en la obtención de trabajos formales y estables. Por eso, esta normativa además de garantizar un piso mínimo de empleos para la población travesti trans, atiende particularmente esta cadena de exclusiones”, explicó.