El adiós de la Pepa Gómez a Belgrano: trascender más allá de la camiseta
Luego de 22 títulos de Liga Cordobesa, 2 campeonatos de AFA, un subcampeonato de Copa Federal y 18 años vistiendo la misma camiseta, Romina Gómez se despidió de Belgrano. El adiós a la referente que entre gambetas, magia y humildad, le abrió la cancha a varias generaciones. El viernes 28 de abril, mediante un sorpresivo […]
Por Macarena Jorge Caamaño | 05/14/2023
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Luego de 22 títulos de Liga Cordobesa, 2 campeonatos de AFA, un subcampeonato de Copa Federal y 18 años vistiendo la misma camiseta, Romina Gómez se despidió de Belgrano. El adiós a la referente que entre gambetas, magia y humildad, le abrió la cancha a varias generaciones.
El viernes 28 de abril, mediante un sorpresivo comunicado, Belgrano informó que Romina “Pepa” Gómez rescindió su contrato profesional con el club y seguirá su carrera en River Plate.La noticia no sólo tuvo una alta repercusión e impacto en Córdoba, sino en todo el país. Un cimbronazo en el mundo pirata que generó diversas reacciones, aunque la mayoritaria sigue siendo de agradecimiento y respeto para quién supo ser una institución y pionera en la disciplina durante casi 20 años.
Más allá de las opiniones y posturas de los y las hinchas piratas, la partida de Gómez expone el vacío institucional en lo económico tras su rescisión con Belgrano. Puesto en otras palabras, la histórica jugará en River Plate desde septiembre sin que el equipo porteño haya abonado un sólo peso a Belgrano, institución que la formó y albergó por casi dos décadas. Aparte de que la Pepa actualmente es jugadora libre tras rescindir su contrato, tanto en Alberdi como en el resto de los clubes que militan el Campeonato de Primera División de AFA, nunca reciben dinero por el traspaso de una jugadora a otro club.
El caso más resonante pero con destino al exterior, fue la transferencia de Rocío Bueno de Racing Club al Sassuolo de Italia por 2.000 euros y una opción de compra de 25.000 euros. Así, se convirtió en la primera futbolista argentina del fútbol nacional en ser transferida por una suma económica. Mientras tanto, en el ámbito nacional, no existen antecedentes.
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Hay diversas cuestiones que dan cuenta que el fútbol femenino en Argentina aún no es del todo profesional. La salida de la ex capitana de Belgrano genera muchas preguntas con escasas respuestas: ¿Por qué la salida de la Pepa de Belgrano es una de las noticias más resonantes del fútbol femenino nacional de los últimos tiempos? ¿Cómo es el trato desde lo institucional con sus referentes? ¿Cómo es el cuidado de los clubes a sus ídolas? ¿Son conscientes de su rol sin precedentes como pioneras y constructoras del fútbol?
En su extenso comunicado en su Instagram personal, junto a un resumen de su carrera y su amor incondicional con Belgrano, la Pepa Gómez relata su incomodidad en el club los últimos tiempos.
“Los motivos por los cuales tomo esta decisión no tienen que ver con el dinero, sé lo que quiero y cuales son los valores que defiendo. Tras varios meses que no me he sentido a gusto, elijo mi bienestar personal buscando otros rumbos y viviendo nuevas experiencias”
Pepa Gómez
Es decir, si la histórica goleadora de Belgrano hubiera estado cómoda en el club, ¿Seguiría vistiendo los colores del Pirata? ¿Existía otra alternativa para evitar que la jugadora deje el club en mitad del campeonato sin poder jugar en su próximo club hasta septiembre?
Lo abrupto de su decisión también expone la urgencia de la deportista en emigrar a otra institución, alternativa declinada durante todo el ascenso, ya que las jugadoras de Belgrano se propusieron en conjunto de ascender a la máxima categoría todas juntas, y así fue. Entonces, contemplando que el club de Alberdi es pionero en la disciplina y en promover la inclusión de las mujeres en el deporte, ¿Qué fue lo que ocurrió para que la rescisión haya sido la única alternativa para el bienestar de la goleadora?
Su triunfo es el de todas: ser referente del fútbol femenino
Una de las características del actual proceso de la disciplina en el país es el reconocimiento a sus referentes. Se trata de una suerte de reparación histórica para aquellas jugadoras que marcaron un antes y un después en el fútbol, y por el machismo estructural arraigado en el deporte durante casi 100 años, nunca tuvieron su merecido reconocimiento en la sociedad. Referentes no sólo por su habilidad deportiva dentro de una cancha, sino por su ejemplo como personas y el mensaje que transmiten en pos de construir una mejor sociedad.
El mejor partido de las referentes es hacer historia, y su mejor jugada es el reconocimiento de sus hinchas y de la sociedad. La Pepa, de Ciudad de los Cuartetos para el mundo, supo entender al fútbol como una herramienta de cambio y de oportunidades. Hizo del deporte un espacio de inclusión mediante el esfuerzo y la esperanza de soñar con una pelota en los pies.
Gómez en Belgrano fue ejemplo de lucha, resistencia y sacrificio. Una laburante de la redonda que su existencia fue una bisagra, no sólo para la más chicas, sino para sus propias contemporáneas. Desde sus compañeras hasta clásicas rivales, y futbolistas de todo el país la miran sabiendo que su enseñanza no se trata de colores y camisetas. De la panadería al césped, la Pepa es una eterna bitácora de enseñanzas y aprendizajes. Una suerte de manual de resistencia y gambetas.
El paso de Romina Gómez por Alberdi marcó un antes y un después para todo el fútbol femenino. No sólo contagió sus valores a sus compañeras y rivales, sino también abasteció de enseñanzas a todas las personas protagonistas de la disciplina.
Desde lo institucional, es una gran ocasión para repensar la protección de sus jugadoras y, más allá de la carga simbólica de sus referentes y protagonistas, reflexionar sobre la rentabilidad económica que generan las deportistas a su club. No sólo que el reconocimiento sea afectivo y simbólico, sino también económico. Asentar un precedente en la rentabilidad económica de un club también es ser pioneros en la disciplina.
Y desde la tribuna, una oportunidad para extender el reconocimiento a quien supo defender la camiseta celeste durante casi dos décadas cuando mucha gente ni siquiera sabía que las mujeres jugaban al fútbol. Un tiempo en el que la mayoría de clubes miraban para otro lado a la hora de incluir a las mujeres en el deporte. Gran momento para extender el agradecimiento a la jugadora que luego de 17 años ganando todo con Belgrano, recién este año firmó su primer contrato profesional. Quién no se bajó del barco hasta en las peores marejadas y temporales de abandono y desinterés.
La Pepa Gómez fue, es y será una deportista de las canchas de tierra del amateurismo que siempre se comportó como profesional.
