Hace exactamente 54 años, la comunidad LGBTQ se levantó en reacción a las agresiones policiales en el único bar de Nueva York que los recibía sin prejuicios. En esta nota, te contamos lo que pase un 28 de junio de 1969 y sobre quienes protagonizaron esa lucha.
La historia del Día Internacional del Orgullo LGBT comenzó en la madrugada del 28 de junio de 1969, cuando la policía llevó adelante una feroz represión en Stonewall Inn, uno de los pocos bares en Nueva York que permitía el ingreso de la comunidad diversa. En aquel entonces, el Gobierno de Estados Unidos condenaba abiertamente a personas homosexuales: arrestaba, golpeaba y expulsaba de lugares públicos como las universidades.
Incluso, la homosexualidad era catalogada como un trastorno sociopático de la personalidad por la Asociación Americana de Psiquiatría.
La comunidad LGBTQ de Nueva York, harta de las razzias, la humillación y las golpizas, decidieron resistirse a los arrestos. “El dolor, el enojo, la frustración, la humillación, el acoso constante y la molestia que causaban (los policías) en nuestras vidas, ese fue el momento para desquitarnos. No tenías que lastimar a un policía, sólo tenías que gritar”, contó a The New York Times, Martin Boyce testigo de lo que pasó en junio del ‘69.
El enfrentamiento a la brutalidad de la policía duró días. Hasta que Martha Shelley, activista e integrante de Daughters of Bilitis, la primera organización de defensa de los derechos de las lesbianas en Estados Unidos, propuso hacer una marcha «en plena luz del día, una marcha del orgullo«.
Un mes mas tarde se organizó y la movilización de la comunidad LGBT partió desde Washington Square hasta el Stonewell Inn. “Entre quienes participamos surgió una sensación de alivio y libertad que nos afectó para siempre”, cuenta Shelley, cincuenta años más tarde.
🏳️🌈 Comienza el Día Internacional del #Orgullo pero nos falta #Tehuel 🚨
— Amnistía Internacional Argentina (@amnistiaar) June 28, 2023
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En 1970, la movilización volvió a organizarse pero esta vez con una masiva concurrencia que culminó en el Central Park. A partir de entonces, cada año la marcha por el Orgullo Gay comenzó a tener mayor vehemencia y a replicarse en otras ciudades del mundo.
Protagonistas de la lucha
Además de Shelley, podemos mencionar la participación de Marsha P. Johnson, una mujer trans y negra que formó parte de los disturbios de Stonewall y pasó a la historia como activista por los derechos de las diversidades; y Sylvia Rivera, otra activista trans y latina.
Todas las personas transgénero en aquella época, como Marsha y Sylvia sufrían hostigamiento constante, sobre todo de la policía: era ilegal vestir prendas del sexo opuesto al que la persona tuviera asignado desde el nacimiento.
Mujeres trans y drag queens que iban el Stonewall Inn eran sometidas a registros corporales sin ropa y detenidas por agentes. Una noche, Marsha y Sylvia se negaron a obedecer las órdenes y decidieron defenderse, aumentó la tensión entre la policía y quienes estaban en el bar.
Esta resistencia fue acompañada, no quedaron solar. En las calles, comenzó a gritarse «Poder Gay». Aquí empezó esa lucha que pasaría a la historia.
¿Por qué fue clave Marsha P. Johnson, una mujer trans, negra, pobre, ‘drag queen’ y trabajadora sexual? Por la fuerza y generosidad de su activismo por sus compañeras. En el ‘Pay It No mind: The Life and Times of Marsha P. Johnson’ –disponible en YouTube– se escucha su testimonio:
«He participado en la liberación de los gais desde que empezó en 1969. Fui una de las primeras ‘drag queens’ que intentó ayudar a otras ‘drag queens’ y personas en riesgo de exclusión a comer en Alternate Youth. Fue uno de los primeros lugares que intentó ayudar a las ‘reinas’ universitarias a abrazar la liberación gay».
Se volvió referente a partir de Stonewall Inn, llegó a la prensa y puso en agenda los derechos de la comunidad diversa. Se unió y trabajo en conjunto con Sylvia en la organización Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR), en los años. Desde allí, ayudaron a personas trans sin hogar.
Ambas se convirtieron en activistas y defensoras de los derechos de la comunidad trans y las trabajadoras sexuales. Todo empezó cuando dijeron basta a la violencia policial y decidieron salir a la calle.