Entre enero y junio de 2024, el desmonte en Chaco alcanzó las 27.148 hectáreas, en Santiago del Estero 21.047, en Formosa 7.162 y en Salta 4.200.
Durante los primeros seis meses de 2024 se deforestaron casi 60 mil hectáreas de bosque nativo en el norte de la Argentina. Esta cifra equivale a una superficie de 327 canchas de fútbol por día.
Representa un 15 por ciento más que en el mismo período de 2023 (51.600 hectáreas). Los datos se desprenden de un relevamiento realizado por Greenpeace mediante la comparación de imágenes satelitales. Entre enero y junio, el desmonte en Chaco alcanzó las 27.148 hectáreas, en Santiago del Estero 21.047, en Formosa 7.162 hectáreas y en Salta llegó a 4.200.
Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, señaló que la mayoría de estos desmontes son ilegales porque violan los ordenamientos territoriales de bosque nativo (OTBN) que confeccionó cada provincia, según lo estableció en 2007 la Ley Nacional de Bosques.
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Estos ordenamientos son normas provinciales que zonifican los bosques existentes con un criterio de preservación y —según la ley nacional— son la herramienta que debe regular el avance de la frontera agropecuaria y cualquier otro cambio de uso del suelo. Ante el incumplimiento, Giardini explica: “Es evidente la complicidad entre gobiernos y empresarios agropecuarios para arrasar con nuestros bosques con total impunidad”.
En Chaco, enfatizaron desde la organización socioambiental, todos los desmontes registrados este año se realizaron en absoluta irregularidad. Este abril, en la provincia que más deforestación registró en lo que va del año, se sancionó un nuevo OTBN que viola los principios de no regresión en materia de protección ambiental.
En los hechos, permite el desmonte de más de un millón de hectáreas, correspondientes al último reservorio de bosque nativo del país, poniendo en riesgo a especies como el yaguareté. Por esto, en mayo Greenpeace presentó una denuncia ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En Santiago del Estero, el Gobierno provincial autorizó desmontes para ganadería donde no está permitido. Un ejemplo es lo que ocurre en el noreste de la provincia, donde —en beneficio de la empresa Manaos— ya se deforestaron 10.000 hectáreas: el equivalente a media ciudad de Buenos Aires.
La irregularidad en relación con la preservación de bosques nativos es el denominador común en prácticamente todo el país. Según una sistematización oficial del 2023, el 70 por ciento de las provincias no actualizaron su OTBN y el 17 por ciento lo hizo, pero dejó vencer el plazo para la segunda actualización. Solo están en regla, respecto a este punto, Jujuy, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
El Monitoreo de la Superficie de Bosque Nativo de Argentina, publicado por el Gobierno nacional en 2022, puntualiza que las principales causas de pérdida de bosque nativo a nivel nacional son reemplazos del bosque para uso agropecuario (42,3 por ciento), incendios (34,6 por ciento) y posible uso silvopastoril (17,9).
Pese a la importancia de los bosques para la biodiversidad y las comunidades campesinas e indígenas que viven en ellos, la flexibilización y el desguace de políticas públicas que impulsa el actual gobierno nacional también alcanza a esos ecosistemas.
Con la aprobación de la Ley Bases, el Congreso aceptó dejar sin efecto los fondos fiduciarios destinados al cumplimiento de la Ley de Bosques y los programas de manejo del fuego. Además, el DNU 70/23 dejó sin efecto la Ley de Manejo del Fuego, que buscaba evitar el cambio de uso del suelo en terrenos que hayan sufrido incendios intencionales.
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Fuente: Agencia Tierra Viva