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Desigualdades y acceso a derechos: ¿Cuál es la situación en Córdoba?

Publicado por:Carmela Laucirica

“Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional” tiene en cuenta factores educativos, de salud, de conectividad, laborales y de acceso a la información pública.

El estudio lo lleva adelante la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la UNC
Foto: Informe de la UNC

Por Redacción El Resaltador

En la Ciudad de Córdoba la falta de acceso a los derechos y las situaciones de desigualdad son identificables en áreas como la educación, el trabajo, la conectividad, la salud y la información pública. En este caso, la institución a cargo de abordar la situación cordobesa es la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la UNC. Así, surgió el estudio “Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional”.

De la mano de 13 equipos de investigación, pudieron conocerse los primeros datos preliminares de este informe que busca aportar una mirada multidisciplinaria a problemáticas sociales de base que se acentúan con la pandemia. En esta nota, profundizamos sobre algunas de las 10 claves que propone el estudio de la UNC, para entender las desigualdades en Córdoba y cómo la ciudadanía accede (o no) a sus derechos.

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El proyecto es dirigido por un equipo conformado por la Decana de la UNC, María Inés Peralta; la Vicedecana, Jacinta
Burijovich
; y la Secretaria de investigación, Liliana Córdoba. Asimismo, participan 13 equipos de investigación que llevaron adelante un relevamiento de tipo cuantitativo a partir de la encuesta a 615 hogares cordobeses. En una segunda etapa cualitativa se profundizará en el análisis acerca de percepciones y valoraciones sobre desigualdades y acceso a derechos.

Concretamente, el estudio distingue sectores económicos para comparar el acceso que estos tienen a derechos de gran importancia. Así, hablaremos de nivel socioeconómico (NSE) alto, medio alto, medio, medio bajo y bajo.

Facultad de Ciencias Sociales de la UNC.

Acceso a servicios de internet y a bienes relacionados

Respecto al acceso a internet y a bienes relacionados como celulares, computadoras e impresoras, vale decir que los sectores más vulnerados son los de NSE bajo y medio bajo. Eso repercute directamente en el acceso a la educación, más aún en contexto de pandemia. El caso concreto de los teléfonos celulares demuestra una situación de desigualdad clara y medible.

«El promedio de celulares por persona mayor de 13 años en los hogares disminuye junto con el nivel socioeconómico. Mientras que en el NSE alto hay más celulares que integrantes del grupo familiar (1,15 dispositivos por persona), en todos los otros NSE hay menos teléfonos que personas mayores de 13 años en el hogar. Y la proporción disminuye junto con los niveles de ingreso: en los niveles Medio Bajo y Bajo el promedio es de 0,84 y 0,80 por persona. El promedio de celulares por persona en todos los NSE es 0,94″, indica el estudio de la UNC.

En el caso de internet, la brecha entre niveles socioeconómicos se ensancha aún más. Si bien un 74,8% de los hogares accede a internet mediante cableado, el 95% de los hogares de NSE alto acceden a este servicio. Mientras tanto, solo el 45,9% del NSE bajo puede gozar de este tipo de internet.

Fuente: “Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional”.

Ingresos e incidencia de planes o programas estatales

Más allá del tipo de trabajo que predomine según cada nivel socioeconómico estudiado (formal, informal, eventual o cuentapropista), el informe hace hincapié en que el trabajo a nivel general es una dimensión central de la vida social. «En lo relativo a la fuente principal de ingresos de los hogares, en todos los NSE es baja la incidencia de un Plan o Programa Estatal: nunca es mayor al 2,3%, porcentaje que se registra en el NSE Bajo», señala el informe.

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Sobre la percepción de los ingresos, los hogares de todos los niveles socioeconómicos indicaron que los mismos son «insuficientes». Más detalladamente, en los hogares de NSE bajo y medio bajo el porcentaje de esta percepción es
mayor al promedio (85,6% y 77,2% respectivamente, con respecto a un valor promedio de 66,8%). De todas maneras, los hogares de NSE medio y medio alto también cuentan con un alto porcentaje de esta percepción (66,9% y 60,7% respectivamente).

Acceso a la información durante la pandemia

Desde el inicio de la pandemia, la mayoría de los hogares encuestados manifestaron haber contado con poca información sobre el tema. El 60% de los hogares de Córdoba en promedio consideraron que el porcentaje de información recibida resultó entre “nada” (7,8%) y “poco” (52,2%). En este sentido, los hogares de NSE alto fueron los únicos que consideraron mayoritariamente que la información disponible fue “mucha” (53,8%).


«La principal fuente de información sobre las medidas educativas en pandemia fueron docentes y autoridades de las instituciones educativas (33,9%), seguida por los medios masivos de comunicación -radio, televisión, diarios- (25,4%) y las redes sociales (19,7%). Este orden se mantiene en todos los NSE. Como tendencia general, se advierte que los hogares de NSE medio bajo y bajo son los que en mayor proporción se han informado acerca de estas medidas a través de los medios masivos y las redes sociales». Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional.


Fuente: “Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional”.

Alcance de las políticas estatales para enfrentar la pandemia

A la hora de estudiar el alcance de políticas estatales para hacerle frente a la pandemia, se eligió tener en cuenta al Ingreso Familiar de Emergencia y al ATP. Así, mientras el Ingreso Familiar de Emergencia tuvo mayor incidencia en los hogares de NSE bajo y medio bajo, el ATP evidenció una distribución más extendida entre los distintos niveles socioeconómicos.

Asimismo, el impacto de estas políticas estatales fue diferencial: mientras el IFE se concentró sobre todo en hogares de NSE bajo (59,7%) y medio bajo (31,7%). El Programa ATP fue percibido en el mismo porcentaje en los hogares del NSE alto y medio bajo (9,9 y 9,8%) y un poco menos en los de NSE Bajo (9,3%). Esto demuestra, en palabras del estudio citado, que «con respecto a este programa que no fueron sólo los sectores con mayor nivel de vulnerabilidad los que percibieron aportes del Estado para enfrentar la situación originada por la pandemia».

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