Los trabajadores del hospital denuncian traslados compulsivos de usuarios de la salud mental sin los cuidados mínimos, sin información y sin preparación, desoyendo al equipo de profesionales.
Los trabajadores de la salud, pertenecientes al Hospital Colonia Santa María, denuncian medidas arbitrarias por parte de sus directivos y del Ministerio de Salud provincial que «atentan contra los derechos de usuarios/as y trabajadores/as».
Sucede que, el jueves 16 de abril, se tomó conociemiento de un audio de Whatsapp del director del nosocomio cuenta que, por decisión del ministro de Salud, Diego Cardozo, el hospital recibiría 19 pacientes con Covid-19. En ese sentido, anticipaba que habría una reorganización dentro del instituto y un inminente traslado de usuarios y trabajadores.
El día viernes 17 de abril de 2020, ante el estado de alerta, se realizó una asamblea de trabajadores/as, con la participación de delegados/as de varios gremios, entre ellos ATE y UTS. Allí, en presencia de las autoridades del hospital y del intendente de Santa María, Dardo Zanotti, se comunico que:
- Se utilizarían gran parte de las instalaciones del hospital para la atención de Covid-19.
- Se habilitarían otros espacios dentro del predio del hospital para el funcionamiento de las salas de internación de agudos y guardia de salud mental.
- Seguirían funcionando los dispositivos comunitarios de salud mental dependientes del hospital con protocolos acordes a la situación de emergencia sanitaria y aislamiento preventivo.
- No se realizarían traslados de personas actualmente internadas por motivos de salud mental por fuera del corredor de Punilla.
- No se realizarían traslados de trabajadores/as a otras instituciones.
Sin embargo, el día miércoles 22 de abril se efectiviza el traslado de manera compulsiva de 6 usuarias hacia el Hospital Vidal Abal de la ciudad de Oliva, y el día viernes 24 de abril se realiza el traslado de 5 usuarias al Hospital Iturraspe de la localidad de San Francisco. Las 11 mujeres que fueron trasladadas, estaban alojadas en la sala de gerontología, único servicio con internaciones prolongadas que hasta entonces funcionaba en el hospital Santa María.
Desde el Observatorio de Salud y Derechos Humanos de Córdoba denunciaron que «estos traslados se dieron sin los cuidados mínimos necesarios, sin información, sin preparación, desoyendo al equipo de profesionales, en un corte abrupto con los acompañamientos y los vínculos terapéuticos sostenidos durante años«.
En este marco, los profesionales de la salud del Hospital Santa María se mantienen en «estado de alerta permanente» ante las futuras decisiones que tomen los directivos y el Ministerio. Sobre los traslados ya concretados, dijeron que la transintitucionalización en estas condiciones solo perpetúa y recrudece una «lógica manicomial» que es «altamente vulneratoria de los derechos humanos».