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Deforestación: en 2021, Argentina perdió el equivalente a 12 canchas de fútbol por hora

Publicado por:Carmela Laucirica

Se desmontaron 110.180 hectáreas en total. Casi la mitad pertenecen a Santiago del Estero, donde el 80% fueron desmontadas de manera ilegal. En Chaco, se perdieron 18.068.

Documentación aérea de desmontes ilegales en Departamento Alberdi, Santiago del Estero. Diciembre 2021
Foto: Greenpeace

Fuente: Greenpeace

Durante 2021, en el norte de Argentina se desmontaron 110.180 hectáreas, lo que equivale a la superficie 12 canchas de fútbol cada hora. Se desmontaron 52.290 hectáreas en Santiago del Estero, 29.165 hectáreas en Formosa, 18.068 hectáreas en Chaco y 10.657 hectáreas en Salta. Así lo detalló Greenpeace en un nuevo informe.

En el caso de Formosa, este desmonte fue realizado en una zona identificada como posible corredor del Yaguareté en la región chaqueña, vinculando las áreas protegidas de Argentina y zonas de presencia en Bolivia y Paraguay. Del total del desmonte, casi la mitad se produjo en Santiago del Estero, y más del 80% fue ilegal. En Chaco, las topadoras arrasaron 18 mil hectáreas, a pesar de que los desmontes están suspendidos por la justicia provincial.

Es por este y otros motivos que Argentina se encuentra en emergencia forestal. Al respecto, en 2014 el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) advirtió que en nuestro país se producía el 4,3% de la deforestación global. Asimismo, durante la primera década del silgo XXI, la deforestación en Argentina fue “la principal fuente de emisiones de carbono del norte argentino”.

Las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera agropecuaria para el fomento de ganadería y cultivo de soja transgénica. En mayor medida, estos productos se exportan a China y Europa. Por otro lado, están los incendios forestales como segunda causa. Vale remarcar que los sectores Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra representan el 37% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del país.

Al mismo tiempo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron entre 1990 y 2015. En total se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas al año.

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A pesar de la Ley de Bosques, la deforestación continúa

Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2020 la pérdida de bosques nativos en el país fue de cerca de 7 millones de hectáreas. La sanción de la Ley de Bosques (26.331) a fines de 2007 fue un logro y un ejemplo de la importancia de la participación de la sociedad civil, pero no por eso se dejó de desmontar en nuestro país.

Aproximadamente el 80% de los desmontes se concentran en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa. Esto ocurre a pesar de que todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos (OTBN). Este mecanismo prohíbe los desmontes en casi el 80% de las zonas forestales (Categorías I, Rojo y II, Amarillo). Sin embargo, los ordenamientos de Formosa, Corrientes y Buenos Aires fueron muy cuestionados por dejar amplias zonas en la Categoría III, Verde, donde se permite solicitar permisos de desmonte.

Además, pocas provincias realizaron la actualización de su OTBN. Según la reglamentación de la norma debe hacerse cada 5 años. Si bien desde el año 2014 se evidencia una disminución de la deforestación, la mitad de los desmontes se realizan donde no está permitido. Paralelamente, en 2020 se produjo un crecimiento importante de la perdida de bosques, debido a la gran cantidad de incendios.

Es también importante advertir la ilegalidad de las 18.068 hectáreas deforestadas durante 2021 en Chaco, ya que los desmontes se encuentran suspendidos por la justicia provincial desde el 16 de octubre de 2020, ante la falta de actualización de su Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.

«Resulta evidente que las multas no son suficientes para desalentar desmontes e incendios forestales; y los responsables rara vez son obligados a reforestar. En muchos casos es clara la complicidad de funcionarios. Estamos ante una emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad. Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades. Frente a esta alarmante situación, Greenpeace reclama que en forma urgente se prohíban y penalicen los desmontes y los incendios forestales».

Greenpeace
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