Muchas veces se escucha hablar de que América Latina es una de las zonas más desiguales del mundo y esto por supuesto aplica a todos los rubros de la vida. El eje central es cuando hablamos de desigualdad en acceso a derechos básicos como lo es la vivienda, tema de la columna de hoy.
Por José Feliciano Fisichella
En principio podemos decir que el acceso a la tierra no es algo que sea ajeno a las lógicas de mercado, sino que muy por el contrario, refleja una lucha de clases implícita. Generalmente hablamos de barrios de clase alta, media y baja. Curioso: gente y medios de comunicación que reniegan de la izquierda hablando de clases sociales como lo haría un marxista del siglo XX.
Córdoba no es ajena a la desigualdad de la región, sino que es partícipe necesaria de ella, desde hace tiempo podemos ver cómo el poder de turno, en conjunto con un sector privado poco independiente, destruyen el ambiente en vistas de generar riquezas para un grupo concentrado.
Córdoba, zona de tierras caras
En un medio cordobés salió hace unas semanas que un country de la provincia de Córdoba se encontraba entre los más caros de Latinoamérica, más precisamente en la novena posición. Hablamos del conocido Country Jockey Club un lugar rodeado de espacios verdes, casas amplias, seguridad y donde solo un grupo selecto de personas puede darse el lujo de vivir.
¿Cuánto? El precio del m2 asciende a $2.148 dólares y tiene una variación anual de 1,4%. Pero vamos con un ejemplo del costo de un inmueble en el citado barrio privado: Las especificaciones son las siguientes:
Características
- Fondo al golf
- Pileta
- Galería con asador
- 3 dormitorios
- Cochera cerrada para dos vehículos
- Living
- Estar
- Cocina
- Comedor
- Escritorio
- Amplias galerías
- Calefacción central
El total de metros cuadrados edificados es de 272 y el terreno tiene 1180 m2 . El valor publicado en dólares es de: $415.000. Les juro que busqué el más barato, porque otros pasan los $700.000. Pasamos a pesos: 83.166.000 si tomamos el dólar blue a algo así de $200.
Comparaciones odiosas
Ya tenemos un valor de referencia ahora vamos con algunas comparaciones:
*Director de escuela primaria de Córdoba de primera categoría, sin hijos y con 10 años de antigüedad.
- Salario diciembre del 2021: $88.266,092
- Necesitaría 942 salarios para comprar la casa del country más económica que citamos más arriba. Si el valor se mantuviera estable requeriría de un total 78 años para poderse comprar una “casita” en el barrio… Sí, 78 años.
*Director de redacción periodística.
- Salario diciembre del 2021: $78.430.
- Necesitaría 1060 salarios para poder comprar la propiedad. Es decir debería trabajar un total de 88 años.
*Salario mínimo vital y móvil.
- Salario diciembre del 2021: $33.000.
- Necesitaría 2.520 salarios para adquirir el inmueble En años 210…
Pongamos las cosas en criollo básico, nadie guarda un sueldo entero teniendo en cuenta el precio de la canasta básica, y aunque así lo hiciera, no llegaría a comprar la casa más económica que encontramos publicada en el lujoso country.
Tampoco es viable sacar un crédito con tasas de intereses altas y con los requisitos financieros de nuestro país.
Usted quiere todo
Por supuesto que la única forma de vivir no es un country, simplemente quería poner énfasis en la enorme desigualdad en la que vivimos los argentinos con un ejemplo concreto, usar el coeficiente de Gini no siempre es tan gráfico.
En principio les quiero contar que para el año 2015 una casa de tres ambientes promedio en nuestro país promediaba los 65 metros cuadrados, cuando una década atrás el promedio era de por lo menos 80. De a poquito resignamos medidas hasta terminar resignando la posibilidad de la casa propia…
Hagamos el mismo cómputo con una casa “económica” en el barrio General Bustos de Córdoba capital.
El inmueble cuenta con:
- Dos dormitorios.
- Living comedor.
- Cocina comedor.
- Cochera.
- Jardín.
Es un terreno 200 mtrs y cubierto 123 mtrs. Su valor es de $38.000 dólares. Lo que en pesos, usando siempre una cotización similar, es de $7.600.000.
Por lo que el director de escuela necesitaría 8 años de su sueldo, 8 también el director de redacción y el que cobra el salario mínimo 19. Síntesis: nadie puede guardar por mes ese dinero, entonces el acceso a la casa propia es imposible.
La realidad del inquilino
Una encuesta realizada en el año 2018 por la Federación de Inquilinos arrojó que una persona que alquila debe destinar el 41% de sus ingresos para pagar el monto del inmueble. El otro dato cruel es que un 80% creía que jamás podrá tener su casa propia.
La encuesta tiene la particularidad de ser muy sólida en lo metodológico, ya que se tomó un total de 19.000 personas. Consideremos que una encuesta electoral a nivel nacional suele tener algo así de 2.000 encuestados.
En el país los inquilinos representan un 17% de los hogares del país. Pero en la provincia de Córdoba ese número se encuentra muy por encima de la media nacional, ya que el 38% de los cordobeses para el año 2018 alquilaban.
Planes de viviendas populares
Sin dudas que la salida es mediante los programas de viviendas populares. Quizás algunos crean que esto le corresponde a los privados y no al Estado, pero vale recordar que el acceso a una vivienda digna es un Derecho Humano consagrado en la Constitución Nacional, lo que se traduce a que es una obligación que debe ser garantizada por el mismo Estado.
Es importante destacar que la legislación habla de una vivienda digna (término ambiguo) pero podemos estar de acuerdo en que toda acción humana comunica y los barrios populares hacen lo mismo.
Cuando vemos que el Gobierno de Córdoba puso los barrios de la ciudad en la periferia de Córdoba, les puso escasas calles para entrar o salir y casi ninguna línea de colectivo; nos cae de maduro que es un programa de control social que mantenga al “pobre” lejos de la zona “rica”. Aunque claro, también se da que tenemos un barrio privado con altos muros y al lado un barrio popular. Y sí, no todo es el Muro de Berlín o de Trump. En el capitalismo tenemos más muros que en la edad media.
La pista para una solución desde Alemania
Uno de los problemas para el acceso a la vivienda es que las mismas se concentran en muy pocas manos y se genera una especulación inmobiliaria. Sí, sí invertir en ladrillos.
Alemania no es un país exento de este tipo de prácticas, de hecho hay muchas viviendas ociosas y alquileres costosos.
¿Saben qué opinan los berlineses? En principio sabían que en la ciudad había algo así de 200.000 viviendas que podían servir para el pueblo. Entonces surgió la idea de expropiarlas, claro con todos los mecanismos de la ley y con su pago correspondiente.
¿Pero cómo dijo? Seguro eso pasó en la Alemania comunista. No, pasó en septiembre del 2021 en la Alemania bien capitalista.
En principio el requisito era reunir 175.000 firmas válidas, escritas a mano y totalmente válidas para realizar la consulta, el objetivo se logró. En septiembre se hizo el referéndum donde votaron más de 1.000.000 de personas y el “sí” se impuso con el 56,4%. Duro golpe al libertarismo argentino.
En total los germanos ofrecieron un acuerdo para expropiar más de 200.000 viviendas, de las cuales 113.000 corresponden a la inmobiliaria «Deutsche Wohnen”, principal objetora.
Por supuesto, el proyecto es difícil que se realice, aunque nos queda claro que en el “primer mundo” piensan como “socialistas” a la hora de dar una solución a los problemas habitacionales. Es que si lo pensamos bien, los monopolios tampoco son buenos para el capitalismo…
Saque sus conclusiones usted.