El conflicto por los territorios indígenas, se mantiene vigente desde la conformación del Estado-nación argentino. ¿Cuál es la situación actual de las comunidades mapuches en la Patagonia?

Por Agustina Bortolon y Maximiliano Taibi
Desde la Conquista del Desierto hasta el día de hoy, los territorios son espacios de conflicto. En ese sentido, las comunidades suman a la disputa por el espacio físico, un valor simbólico, el que implica culturalmente una pertenencia. No fue sino hasta la reforma constitucional de 1994 que el Estado reconoce la preexistencia y los derechos ancestrales de estos pueblos. Y con esto, la propiedad comunitaria de la tierra.
Emergencia territorial indígena en la Patagonia
Evis Millán, de la Comunidad Mapuche Pillan Mahuiza, ubicada a 100km de Esquel (Chubut), en diálogo con El Resaltador, mencionó que «el Pueblo Mapuche es muy amplio, somos preexistentes al Estado Chileno y Argentino, por lo tanto ocupa un territorio que abarca del otro lado de la cordillera y de este. Yo soy de este lado que se llama Puelmapu, conocido como Argentina, y del otro lado es Gulumapu. Por eso se nos dice si somos chilenos o argentinos, en realidad no somos ni chilenos, ni argentinos, porque tenemos una identidad definida desde antes de los Estados».
«Lo que nosotros estamos viviendo hoy es una situación que vemos que empeora, que ya ha pasado hace un par de años, y que tiene que ver con la negación misma del Estado para con la identidad Mapuche«. En cuanto a la cosmovisión que impregna y atraviesa esta lucha por los territorios que les pertenecen, Evis enfatiza que «el Pueblo Mapuche siempre ha tenido un pensamiento, una cosmovisión, pese al intento del genocidio, que se basa en el respeto a la naturaleza. Entonces los territorios que nosotros hemos mantenido, que nuestros ancestros han sido parte, y después fueron desalojados, hoy muchas comunidades deciden recuperar ese sitio, por eso se habla de recuperaciones territoriales, porque entendemos que ahí está la identidad de cada ser Mapuche».
Asimismo, agregó que «cuando se recuperan los territorios, es justamente para resguardar la naturaleza, porque estamos viendo que cada vez más, el extractivismo avanza a pasos agigantados. Nosotros como movimiento le llamamos «terricidio», porque es un término que abarca muchas formas de asesinato de la vida. Decimos que no solamente están asesinando los ríos, las montañas, los elementos naturales que vemos, los bosques, sino también están asesinando pueblos, porque las cosmovisiones de los pueblos indígenas se basan en ese territorio, entendiendo que ahí hay vidas que no se ven, fuerzas, energías. Entonces cuando las empresas extractivistas avanzan sobre el territorio, están asesinando muchas cosas, muchas vidas».
«Las comunidades hemos mantenido siempre una situación compleja y precaria con respecto a los lugares. Hablamos de comunidades que tienen muchas generaciones viviendo allí, y que hasta el día de hoy no se les reconoce el derecho al título de propiedad comunitaria, entonces provocan que las empresas extractivistas compren esos territorios con gente adentro, y con total impunidad de un día para el otro aparezcan con el título de propiedad. Sin embargo a las comunidades les niegan esa posibilidad.»
En la provincia de Río Negro, la situación de las comunidades originarias que allí habitan es similar. Al respecto, Soraya Maicoño, mujer mapuche que acompaña y resguarda la recuperación territorial del Lof Quemquemtreu, en La Cuesta del Ternero, ubicada en la localidad de El Bolsón, mencionó que «el Lof Quemquemtreu recupera una porción territorial, un territorio mapuche que estaba en manos de un empresario que lo único que tiene es un permiso para la implantación de bosques foráneos como es el pino».

«Desde el 18 al 24 de septiembre se pudo estar medianamente bien en el territorio, hasta que entraron las fuerzas represivas de la provincia de Río Negro, junto a la fiscal Cendón, a los tiros con cincuenta efectivos, detuvieron a cuatro personas, maltrataron a un niño. Desde ese momento hay diferentes hermanos y hermanas mapuches que están en un territorio sin la posibilidad de acceder, por una medida cautelar que puso el juez Calcagno, sin la posibilidad de tener abrigos ni comida».
De este modo, desde la comunidad organizaron «primero una caravana humanitaria para poder llegar hasta el lugar, y cuando la caravana pudo ingresar lo más cercano al territorio, ahí se armó un acampe humanitario. Y hace un mes que también hay un acampe que está como de observador y resguardador de la vida de nuestras poblaciones. El acampe y el territorio actualmente están militarizados por las Fuerzas del COER, que es una fuerza especial, y la policía de Río Negro».
Te puede interesar: «Comunidades indígenas: sus derechos son constantemente vulnerados»
Con respecto al incendio sucedido días atrás en el Club Andino Piltriquitrón, Soraya manifiesta que «se quemó íntegramente y eso también se lo endilgan al pueblo mapuche, pero también a las organizaciones sociales anti-proyectos extractivistas, sobre todo lo que está vinculado con Joe Lewis. Eso sirvió para que se sepa, el intendente y la gobernadora, el mismo día que se incendia ese lugar ellos ya estaban en Buenos Aires, pidiendo «más seguridad». Por ende, también, el Gobierno Nacional colabora con la militarización del pueblo. Se puede ver que en todas las calles de El Bolsón anda la Gendarmería».
A esto, Evis Millán añade «todo esto de los incendios obviamente es generado por las mismas empresas y gobiernos que tienen intereses detrás, porque las empresas no van a los territorios porque sí, sino porque hay una conexión, un aval de parte de cada gobierno, provincial y nacional, las instituciones. Incluso la justicia misma es parte de ese monopolio. Y sobre todo vemos el accionar de los terratenientes que son parte de la sociedad rural, cómo están actuando para inventar causas y judicializarnos«.
Soraya Maicoño remarca fundamentalmente la importancia de «que la sociedad pueda entender, reflexionar, que no se puede permitir la militarización de las calles para resolver un conflicto social. Lo que estamos necesitando es la empatía, la reflexión de cualquier persona civil, que realmente piense si es eso lo que queremos como sociedad para resolver los conflictos».

Soraya expresa con marcado énfasis «necesitamos que se desmilitarice y que el pueblo argentino se haga cargo del daño histórico que ha causado en nuestros pueblos Mapuches, y que se pueda resolver este conflicto de una manera política y seria, y no penalizando, estigmatizando, criminalizando, incluso hasta asesinando, porque ya tenemos antecedentes de no mucho tiempo atrás, que cuando hubo que reprimir y matar no tuvieron ningún tipo de problema».
«Debería suceder, porque realmente se puede demostrar que ese es territorio mapuche, se puede demostrar que Rolando Rocco, el empresario que pretende adjudicarse esas tierras nunca vivió allí, que lo único que tiene es un permiso para plantar pinos. No hay una voluntad política ni de negociación, ni de diálogo, ni de ningún tipo por parte de Arabela Carreras, ni del senador Weretilneck, ni de los empleados funcionarios políticos de la Dirección de Bosques».
«Sentimos que la solución va a llegar a partir de la presión política que ejerza la sociedad. Porque realmente a partir de una cuestión judicial no se está pudiendo resolver nada, se presentó un pedido de impugnación a estas medidas cautelares la semana pasada, porque realmente hay medidas cautelares que no tienen un nombre porque no están identificadas las personas, y eso no debería suceder».
¿Qué pasa con la Ley 26.160?
Consultada sobre la situación actual de la Ley 26.160, que acaba su vigencia en noviembre próximo, Soraya Maicoño planteó que «todas las leyes y convenios a los que adhiere Argentina acerca de la preexistencia de las comunidades indígenas, no son tenidos en cuenta a la hora de aplicarlas. Se las menciona, se las tiene en cuenta desde un discurso pero no desde una aplicación real».
«Por supuesto que sería interesante que se pudiera extender, porque sino claramente se estaría mostrando el ánimo del Gobierno Nacional de no avanzar en el relevamiento territorial y en no asumir que el territorio mapuche, como todo el territorio de los pueblos originarios es vasto y extenso».
En Río Negro, «lo que esta sucediendo es que todo el territorio mapuche, mal llamado tierra fiscal, se está vendiendo a extranjeros, algo que incluso en la constitución de la provincia está penado, sin embargo sucede igual. Lo que creemos es que no hay ni leyes ni justicia que velen por los derechos reales de las personas, por lo único que velan es por mantener una determinado estrato social en un lugar de privilegio, que no es nuestro caso obviamente sino el de una clase más que alta, de empresarios que son los que tienen en sus manos los medios y ponen y sacan jueces y políticos, entonces nuestra insistencia es que esto debe ser resuelto por la sociedad civil».