Caída histórica en el precio del petróleo: ¿qué pasó?

La sobreproducción por la falta de acuerdo entre países y la caida del consumo por la parálisis mundial que provocó el coronavirus, fueron ejes fundamentales que derribaron el precio del crudo.

El precio internacional del petróleo viene en picada de principio de año. En los primeros tres meses se registró una caída del 66% y en abril la cosa empeoró: en Europa y Asia cayó otro 30% más, y en Estados Unidos llegó a cotizar este lunes por debajo de cero, una situación sin precedentes.

El “precio negativo” significa que quien produce o tiene un bien le paga a otro para que se lo lleve. En economía, es un concepto que normalmente se asocia a la disposición y almacenamiento de desechos nucleares o de basura.

Eso sucede porque la capacidad de almacenamiento de petróleo está casi en su límite en toda la cadena de producción a nivel mundial. Así, los productores se ven obligados a pagar a los compradores para que recolecten barriles de crudo.

La drástica caída del precio se debe a, principalmente, dos factores que se conjugan:

• Por un lado, la caída del consumo del petróleo en todos los países del mundo debido a la parálisis por la pandemia del coronavirus;
• Por otro lado, la falta de acuerdo para reducir la producción de barriles.

En cuanto al detenimiento de la actividad comercial a nivel global, según las previsiones de la Agencia Internacional de Energía, el exceso de suministro de petróleo en abril será de 29 millones de barriles por día, y en promedio en 2020 será de 9,3 millones de barriles por día.

Y, sumado a esto, las refinerías que tratan el crudo están inactivas. Ernie Barsamian, director de la empresa Tank Tiger encargada de buscar lugares para almacenar el petróleo, explicó a la BBC que “el crudo por sí solo no tiene valor si no puede refinarse. De ahí la importancia de buscar dónde almacenarlo hasta que pueda ser procesado”. 

Además, Barsamian explicó que en circunstancias de este tipo, muchas agencias o comerciantes compran petróleo a bajo precio para esperar a que suban y luego venderlo, en una operación que es conocida como contango. Sin embargo, señala que esa jugada es incierta en estos tiempos, dado que no se sabe cuál -o cuándo- puede ser la salida para la actual crisis.

¿Por qué los países no frenaron su producción antes?

Hubo varios intentos de acordar el recorte de producción de barriles por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En marzo, estos países le propusieron a Rusia -aliado de la OPEP y segundo productor más grande del mundo- disminuir la producción para evitar el colapso.

No obstante, Rusia rechazó la propuesta de la OPEP, liderada por Arabia Saudita, por el hecho de no ceder espacio a Estados Unidos para ampliar su mercado. Para el Gobierno ruso, es preferible perder dinero en la producción del petróleo que perder terreno en el mercado mundial.

Sumado a esto, está la peligrosidad de frenar la extracción. Muchos especialistas en materia energética advierten que cerrar un yacimiento para frenar la producción implica desafíos técnicos que comprometen al propio yacimiento. Para los países exportadores es más rentable seguir produciendo aun así tengan precio negativo.

Jorge Piñón, especialista en temas energéticos de la Universidad de Texas, explicó que “una vez que pierdes la presión original del reservorio que te da esa formación geológica, es extremadamente difícil recuperarla”.

¿Y en Argentina?

“Más allá de la caída de ayer, creemos que el impacto a la baja no va a ser inmediato en el precio del surtidor en la Argentina. Hay una negociación pendiente entre las petroleras y el Gobierno por un precio de barril criollo que será clave para la ecuación del negocio petrolero en el país", dijo Vicente Impieri, presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra).

La discusión a la que hace referencia Impieri es la que establecería un valor para la producción local de USD 45 por barril, unos veinte dólares arriba de lo que cotiza el Brent en los mercados internacionales. Logrado este acuerdo, el precio del combustible en el país se mantendrá y así se buscará proteger el trabajo de los 1.300 operarios de Vaca Muerta y potenciar a la industria nacional.

En este sentido, si el Gobierno permite la importación de estos barriles de bajo costo, podría impactar negativamente en el yacimiento patagónico y poner en peligro la propia planta y las fuentes de trabajo. Raúl Castellano, secretario de la Cámara de Empresarios del Combustible, sostuvo que "es muy poco probable" que el Gobierno permita esto.

Por Cristian Dominguez