Grupos de vecinos y vecinas organizadas, están frenando el desmonte y protegiendo los sitios ancestrales ante la Autovía de Punilla. «Estamos construyendo un mensaje para futuras generaciones», señalaron.

En Punilla, ante la falta de respuesta judicial y el avance de la Autovía, vecinos y vecinas del valle se están organizando en brigadas ambientales. De esta manera, están logrando frenar las topadoras y demás máquinas que ponen en peligro el ambiente por una obra ilegal.
Conversamos con el colectivo organizado y nos señalaron: «Ellos están construyendo una autovía que caduca en 40 o 50 años porque va a haber que renovarla. Pero nosotros estamos construyendo un mensaje para futuras generaciones, construyendo con las comunidades«.
Al respecto de la conformación de las brigadas nos indicaron que surgieron como una respuesta ante la inacción judicial. «Decidimos ir a recorrer el territorio porque no nos dan información ni de cómo trabaja la empresa, ni de cómo trabajan los arqueólogos. No saben si el espacio es un sitio ancestral y los arqueólogos de la empresa no saben en dónde están los morteros y las cosas que tienen que proteger. Van atrás de las máquinas» explicaron.
Ante el avance de las obras, pese a los amparos judiciales que no han tenido respuesta, las brigadas accionan en territorio. «Cuando nos encontramos con las máquinas, las frenamos porque tenemos el deber de proteger el ambiente en una zona roja«, señalaron.
De esta manera, han logrado detener el avance de topadoras sobre monte nativo y sobre sitios ancestrales, al menos momentáneamente. A posterior, la policía de Córdoba criminaliza y persigue a los defensores ambientales como viene ocurriendo en las últimas semanas.
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«Nos organizamos desde distintos lados. Nos vamos organizando a través del fichaje y del boca en boca quiénes van a ir al día siguiente, cuánto y cuándo vamos a estar, qué pasó el día anterior, y ahí nos vamos pasando la información para que el día siguiente sea lo más efectivo posible».
En estas brigadas ambientales, hay personas que vienen trabajando con las comunidades originarias y relevando los diferentes sitios arqueológicos de valor. La información está presentada en la justicia y los municipios y apesar de eso, el avance de la obra no se frena.
Algo muy importante es el trabajo de un equipo de abogados que les brinda el aval legal necesario para actuar frente al avance. «Están trabajando totalmente ad honorem por la causa, para proteger el ambiente y esta conjunción de cosas fue lo que nos dio la fuerza» afirmaron.
Las brigadas ambientales seguirán en el territorio, registrando el daño que se está realizando. Concluyeron indicándonos, que si bien se visibiliza sólo un grupo de personas frente a las máquinas, hay más gente que aporta y apoya estas acciones.
«Hay gente que no puede poner el cuerpo, o que no se anima o que no le da el físico, o que trabaja. Pero hay un montón de gente alrededor, unos que cocinan, otros que llevan, otros que compraron un cargador para que no nos quedemos sin teléfono y hay mucha más gente alrededor de la que se ve en las fotos alrededor«.